Sofía llegó a la cárcel donde se encontraba su hermano, furiosa, con la ira anestesiando todo el dolor.
Entró al lugar de visitas y ahí lo vio, detrás de un cristal hablando con sus padres, ella empezó a pegar gritos, sus padres se dirigieron a ella, pero esquivándolos llegó al cristal y con todo el odio que le había guardado durante una vida empezó a golpear el cristal blindado.
—¡Tú! ¡monstruo! ¡tú lo hiciste! ¡la mataste!
Sus puños estaban empezando a sangrar.
—¡Ella no te hizo nada nunca! ¡nada! ¡¿qué hizo para que la mataras?!
Dos guardias la separaron del cristal e hicieron arrodillar en el suelo, Damián no respondía a nada, era como si no estuviera ahí.
Sofía ahora estaba deshecha en lágrimas.
—Ella era más mi hermana que tú...
Carmen acababa de llegar y sin entender la situación se lanzó a abrazar a su hermana, esto fue como un bálsamo, pero el dolor no se podía curar.
Horas después llegaron los padres de la difunta amiga, hija, prima y hermana... su padre se acercó y solo pudo decir:
—¿Por qué?
Su mirada era totalmente sombría y triste, pero Damián no se inmutó hasta que apareció ella.
—¿Por qué has acabado con la vida de nuestra pequeña?
Damián levantó la mirada por primera vez, estaba temblando, había empezado a temblar y solo decía:
—Mamá... mamá...
—Aquí estoy hijo, aquí estoy...
—Mamá, no me dejes solo con ella, no quiero que ella me cuide.
Todos se quedaron atónitos, no entendían.
—¿Qué dices hijo?
—Mamá... mamá... no quiero ir a la casa de tía...
Ahora el padre de Camila miraba fijamente a su esposa, al igual que todos.
—Damaris ¿de qué está hablando?
—¡No tengo idea! ¡ha perdido la razón!
—No quiero quedarme solo con ella, no quiero ir a su casa, no quiero que venga a cuidarme, por favor, por favor... ¡mamá!
Ahora Damián lloraba como un niño, porque por dentro eso era, un niño de cinco años, pagando la condena de su victimario.
—¡¿No pueden encerrarlo ya?! ¡está claro que ha perdido el juicio! ¡solo un demente le arrebata la vida a su propia prima!
Su marido se pronunció cuando los guardias del otro lado del cristal empezaron a intentar levantarlo.
—¡No! no volveré a hacer callar a alguien cuando lo que tengo que hacer es escucharlo ¡déjenlo!
—Tío... tío... ella fue.
Señalaba temerosamente a su tía.
—¿Ella fue qué, hijo?
La conversación continuó a puertas cerradas con un investigador y un policía, al poco tiempo Damaris fue detenida y Damián había perdido casi la totalidad de su personalidad, su mente se había bloqueado, al menos la parte consciente de que era un adulto y fue trasladado a una institución de salud mental, la abusadora estaba presa, pero ese niño nunca sería suficientemente vengado.
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Sofía, ay Sofía...
Novela JuvenilSofía es una joven presa en una cárcel sin puertas ni ventanas llamada: protección familiar, protección de si misma. Pero todo cambia al aprovecharse de un error de su familia, en su escape ella revive cada uno de los motivos que causaron su confin...