¿Has escuchado del efecto mariposa?
Una pequeña decisión que puede cambiarlo todo.
Un pequeño rayo de luz se asoma por el oscuro Gotham, una gota de esperanza entre caos y destrucción.
¿Será posible que esté rayo de luz pueda superar todas las oscur...
—Reproducir la siguiente canción para una mejor experiencia en los sentimientos de Luke Quinzel—
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Los días pasaban eternamente para el joven rubio, conocía a la perfección la rutina que tenía que seguir en aquella cabaña.
Sinceramente al principio fue divertido pero con el tiempo ya no parecía lo mismo, el lago que en un principio había sido divertido ahora solamente era un lugar a dónde poder ir a relajarse y desconectarse de la rutina.
Las pocas veces que había salido solamente eran para poder comprar algunos víveres o ropa nueva, a veces para distraerse.
Entendía por qué tenía que hacer eso pero le resultaba frustrante no poder recordar algo de su vida, pocas escenas llegaban a su mente pero algunas se esfumaban en un instante antes de que si quiera pudiera entenderlas.
Aquel chico de cabellos negros seguía dando vueltas en su mente, quería descubrir quién era realmente y por que parecía ser alguien importante en su vida.
Tuvo sus respuestas el día en que Roy fue a patrullar junto a Arrow, ya confiaba lo suficiente para dejarlo solo son que tuviera algún ataque, así que sin dudarlo tomo las llaves de una moto que estaba guardada en el garaje, se había entretenido arreglandola ya que estaba bastante mal.
Por favor, por favor, si prendes te prometo que te comprare piezas nuevas—le rogó a la moto poniendo las llaves en su lugar y tratando de arrancarla, hubieron intentos fallidos y cuando estaba a nada de rendirse, sus plegarias fueron escuchadas y finalmente la moto encendió.
No perdió tiempo y la arranco a toda velocidad por el extenso bosque que lo rodeaba, conocía perfectamente el camino como para no perderse, no tutibueo ningún segundo en su manejo, no sabía cómo pero de alguna manera sabía conducir motos.
Si, efectivamente, se había arriesgado a manejar una moto sin saber si podía hacerlo, al sentir el aire contra su rostro le resultó bastante familiar, se detuvo cerca de un alcantilado con la adrenalina hasta el tope.
Respiro el oxígeno puro que el bosque le daba a sus pulmones, se quitó el casco dejándolo colgado de la moto y se bajó de ella para caminar y sentarse en la orilla del alcantilado.
Miro el hermoso horizonte, la msdre tierra abrazaba perfectamente al sol diciéndole que ya era hora de dormir y dejar que su amada luna saliera a demostrar su perfección.
El joven solo suspiro, se sentía tan familiar pero a la vez tan extraño, su mente divagaba totalmente confundida sin saber a dónde ir.
Se levantó ya que se le hacía tarde para poder ir a su destino final hasta que noto la gran altura en la que estaba, sintió que el aire le faltaba en sus pulmones.
