Era un nuevo día en el oscuro Gotham, el joven Quinzel había decidido tomarse un pequeño descanso de toda su atrajeada semana, no había ido al hospital ni tampoco quería ir a patrullar.
El pequeño Tim Drake le había pedido un favor y no pudo negarse, de cierta manera le recordaba a él cuando era más pequeño.
Estaba sentado en la sala de estar mientras comía un bote de helado junto a varios brownies, era su definición de descanso y simplemente le encantaba.
Había decidido apagar su teléfono para evitar distracciones, estaba teniendo una maratón de su serie favorita completamente relajado, no quería saber de nadie en ese momento.
La soledad nunca había sido su favorita pero por una vez en su vida había disfrutado de ella, se sentía algo tranquilo en aquella gran mansión.
Últimamente se había sentido vigilado pero decidió ignorar esa terrible sensación pensando que solo eran ideas suyas.
Al ver qué sus aperitivos se habían acabado decidió levantarse para buscar más pero se dio cuenta que no había nada.
Algo irritado por esto le puso pausa al gran televisor para tomar las llaves de su moto y salir de la mansión Wayne para buscar más cosas, era increíble que se hubiera acabado todo en cuestión de pocas horas.
Al llegar al supermercado más cercano tomo un carrito para echar una gran cantidad de golosinas nada saludables pero realmente le daba igual, era doctor, no nutriólogo.
Sintió que alguien lo observaba pero al voltear se dio cuenta que no había nadie, negó pensando que solo se debía al cansancio al que su cuerpo había estado sometido los últimos meses.
Pensó que ocuparse y entregarse completamente lo ayudaría a no darle mucha importancia a los pensamientos negativos pero eso le costó caro tiempo después y ahora lo veía.
Su mente divagaba en qué hubiera pasado si el no hubiera muerto, si su desgraciado padre no hubiera acabado con su muy estable vida.
Alejo esos pensamientos ya que no le hacían bien, al notar que había tomado los bocadillos suficientes decidió pagar con su tarjeta, era una de las pocas ventajas de trabajar en un buen hospital de Gotham.
Llevo las cosas y las acomodo en su moto a manera de que no se terminarán cayendo, se subió a ella y tranquilamente volvió a manejar hasta llegar a un lugar algo retirado de Gotham, quería un lugar para pensar él solo.
Suspiro sentándose en aquella pequeña colina, repaso sus dedos donde aquellas iniciales estaban talladas, sonrió con nostalgia recordando aquel momento.
Suspiro echándose en aquel césped mirando el cielo.-¿Estás viéndome ahora mismo, Jay Jay?
Sabía que no había manera en la que le contestara pero no podía dejar ir sus esperanzas, cerro sus ojos y pequeñas lágrimas cayeron por sus mejillas. Se sentía realmente miserable, tenía lo que siempre quiso..entonces por qué no se sentía bien?
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Mi ángel en la oscuridad | Jason Todd
Hayran Kurgu¿Has escuchado del efecto mariposa? Una pequeña decisión que puede cambiarlo todo. Un pequeño rayo de luz se asoma por el oscuro Gotham, una gota de esperanza entre caos y destrucción. ¿Será posible que esté rayo de luz pueda superar todas las oscur...