COSETTE
Miro la foto por quinta vez. Los ojos verdes del piloto monegasco me miran fijamente y en ellos veo un brillo extraño. Es una mezcla de tristeza y alegría. «¿Qué le pasará al niño bonito?», me pregunto mientras observo la fotografía.
—¿Cosette? —pregunta alguien a mi espalda.
Me giro en la silla y veo a Gabriele. El italiano me dedica una sonrisa y veo que dirige su atención hacia la pantalla del ordenador.
—¿Sí?
—Guao —dice—. Es una foto increíble.
El chico se inclina y observa la fotografía que me encontraba editando de Charles.
—Puso de su parte —comento.
—Lo dudo —comenta con gracia—. Estaba en el coche metido.
Bloqueo la pantalla del ordenador, pues no me gusta que vean mi trabajo a medio hacer.
—¿En qué puedo ayudarte?
—Venía a preguntarte como iban las fotos —dice—. Ya veo que van bien.
—En una hora estarán terminadas. Me quedan las de Carlos.
—Creí que las editabas a la vez.
—No —niego—. Voy por partes. No me gusta mezclar las cosas. Así que tengo varias carpetas: una para Carlos, otra para Charles, otra para las que hago desde el paddock y otras con diversas fotos que tomé de otros pilotos.
—Una chica organizada, por lo que veo.
Me encojo de hombros.
—¿Querías algo más en especial?
—Sí, verás —coge una de las sillas cercanas y se sienta a mi lado—. Van a venir a hacer algunas entrevistas a los pilotos y queremos que estés ahí haciendo fotografías.
—Vale —asiento con la cabeza—. ¿Cuándo es la entrevista?
—En...cinco minutos —dice, tras observar unos segundos su reloj de pulsera.
—¿Qué? —exclamo—. ¿Cómo me puedes decir esto a cinco minutos?
—Yo también me acabo de enterar, Cosette —se encoge de hombros—. He venido lo más rápido posible.
—Aún tengo trabajo por hacer —me quejo.
—Lo sé, cielo, pero necesitamos que estés allí haciendo fotos.
Suelto un quejido y cierro los ojos. Escucho la risa de Gabriele.
—Está bien —termino aceptando—. Vamos.
Enciendo de nuevo la pantalla del ordenador y guardo los cambios que he hecho. Desconecto la cámara y me aseguro de meter la tarjeta de memoria. Cojo la bolsa con los diferentes objetivos y todo lo necesario para las fotos.
Gabriele y yo salimos de la habitación y nos dirigimos hacia el garaje, donde al parecer, tendrá lugar la entrevista de los pilotos. Al llegar, nos encontramos con que los dos chicos se encuentran fuera, en la pista. Una chica con un micrófono se encuentra charlando con un cámara mientras uno de los asistentes les comienza a poner un micrófono.
—¡Ah, Cosette! —exclama Mattia al verme—. Ya has llegado.
—Sí —asiento—. Aunque me hubiese gustado enterarme antes.
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𝚂𝙷𝙾𝙶𝙰𝙽𝙰𝙸 | 𝙲𝙷𝙰𝚁𝙻𝙴𝚂 𝙻𝙴𝙲𝙻𝙴𝚁𝙲
FanfictionShoganai es una expresión nipona difícil de traducir a otros idiomas, al menos si se quiere transmitir su sentido completo. Si tuviesemos que darle un significado sería el siguiente: "Hay cosas que no se pueden cambiar o modificar, son los ciclos y...