Capítulo nueve

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Capítulo nueve:

Clarke me miraba con una intensidad que nunca había visto antes. Se podía ver el conflicto en sus ojos, una batalla interna que parecía desgarrarla.

—Una mañana, hace dos años, recibí un correo electrónico —comenzó, su voz firme pero cargada de emoción—. Era una invitación para unirme a un grupo de investigación en Virginia. Estaban trabajando en algo increíble: dimensiones y realidades paralelas. Al principio, pensé que era una broma, algo sacado de una novela de ciencia ficción. Pero mi curiosidad fue más fuerte. Fui a la entrevista, y lo que descubrí fue más allá de cualquier cosa que pudiera haber imaginado.

Cada palabra que decía parecía abrir una nueva herida en mi corazón. ¿Por qué no me había dicho nada? ¿Qué tenía eso que ver con su desaparición?

—Me prometieron que podría ayudar a cambiar vidas, que podríamos entender el universo de una manera completamente nueva. Pero había una condición: tenía que firmar un acuerdo de confidencialidad. No podía decirle a nadie, ni siquiera a ti, hasta que no fuera seguro. Era una oportunidad única, Lexa, y pensé que estaba haciendo lo correcto.

Me quedé en silencio, tratando de procesar lo que estaba escuchando. Clarke continuó:

—Me entrenaron durante meses, preparándome para los viajes entre dimensiones. Al principio, todo parecía ir bien. Pero algo salió mal. Muy mal. No podía comunicarme contigo, no podía regresar. Fue una pesadilla, Lexa. Cada día pensaba en ti, en cómo debía estar destrozándote con mi ausencia. Pero no había nada que pudiera hacer.

Las palabras resonaban en mi mente, pero se sentían distantes, irreales. Era una historia demasiado fantástica para ser verdad.

—Clarke, esto es... —empecé a decir, pero me detuve. La mirada en sus ojos era de pura sinceridad, pero mi mente se negaba a aceptar lo que estaba escuchando.

—Sé que es difícil de creer —dijo, notando mi incredulidad—. Pero es la verdad, Lexa. Regresé en cuanto pude. Arriesgué todo para volver, para explicarte y... para pedirte perdón.

Mi mente estaba dividida entre creer en lo imposible y aferrarme a la lógica. Me levanté del sofá, dando unos pasos hacia la ventana. El frío cristal contra mi frente apenas mitigaba el caos en mi interior.

—No puedo hacer esto, Clarke. Es demasiado... No puedo creerlo. —Mi voz se quebró, el dolor y la confusión burbujeando a la superficie—. Necesito que te vayas. No vuelvas más.

La desesperación en su rostro era palpable, sus ojos llenos de lágrimas que luchaba por contener. Antes de que pudiera decir algo más, un ruido extraño rompió el tenso silencio. Un golpe fuerte en la puerta principal hizo que ambas nos giráramos hacia el sonido, la tensión en el aire volviéndose casi insoportable.

—¿Qué fue eso? —me interrumpí a mí misma.

Antes de que Clarke pudiera responder, la puerta se abrió bruscamente y una figura encapuchada y completamente vestida de negro, entró en la casa. Su atención se fijó en nosotras, y pude sentir una oleada de miedo recorrer mi cuerpo. El brillo metálico de la pistola en sus manos me hizo comprender la gravedad de la situación.

—¡Vamos, tenemos que salir de aquí! —exclamó Clarke, la urgencia en su voz era inconfundible. Sin darme tiempo para pensar, me tomó del brazo y me empujó hacia mi habitación.

Corrimos hacia la ventana de mi cuarto, pero otra figura vestida de negro apareció como por arte de magia, materializándose como una nube, bloqueando nuestra salida. El miedo se apoderó de mí, haciendo que mi corazón latiera desbocado.

—Por aquí —susurró Clarke, tirando de mí hacia la ventana de la cocina. Con un rápido movimiento, abrió la ventana y comenzó a trepar por ella con una agilidad que no recordaba haber visto en ella antes.

Yo la seguí, sintiendo el frío aire nocturno golpearme en el rostro, el miedo y la adrenalina bombeando en mis venas. Una vez fuera, corrimos a través del pequeño jardín trasero, saltando la cerca lo más rápido que pudimos. Podía escuchar los pasos de nuestros perseguidores detrás de nosotras, sus respiraciones pesadas y rápidas.

—¡Corre! —gritó Clarke, su voz mezclándose con el sonido de nuestros pies golpeando el pavimento.

Nos dirigimos hacia el parque cercano, nuestras piernas moviéndose por puro instinto. El miedo y la adrenalina me impulsaban, pero también la determinación de escapar. Las sombras de la noche nos envolvían mientras corríamos, cada paso sintiéndose como una eternidad.

Finalmente, llegamos a una pequeña área de juegos para niños. Nos escondimos detrás de una estructura de madera, tratando de controlar nuestra respiración. Podíamos escuchar a nuestros perseguidores acercándose, sus voces bajas pero intensas.

—¿Quiénes son? —susurré, mi voz temblando de miedo y confusión, mis palabras apenas audibles.

—No lo sé exactamente —respondió Clarke, su voz apenas audible—. Pero no es seguro aquí. Tenemos que seguir moviéndonos.

Esperamos unos momentos más, hasta que los sonidos de nuestros perseguidores se desvanecieron en la distancia. El silencio nocturno volvió a reinar, pero la tensión seguía colgando en el aire como una espada de Damocles. Entonces, nos levantamos y seguimos corriendo, moviéndonos a través de las sombras para evitar ser vistas.

Después de lo que pareció una eternidad, encontramos refugio en una vieja caseta de herramientas en el borde del parque. Nos desplomamos en el suelo, nuestras respiraciones pesadas y entrecortadas, el sudor perlado en nuestras frentes.

—Clarke, necesito saber qué está pasando —dije, tratando de mantener la calma mientras el miedo y la incertidumbre se arremolinaban en mi pecho—. ¿Por qué estaban esos hombres en la residencia? ¿Qué demonios es lo que no me has contado?

Clarke me miró, su rostro pálido y tenso, sus ojos reflejando una mezcla de miedo y determinación.

—Lexa, hay cosas que no puedo explicarte ahora. Pero te prometo que te lo contaré todo. Solo necesito que confíes en mí un poco más. Tenemos que mantenerte a salvo primero.


Hola! Cómo están? Espero que les guste este noveno capítulo. Por cierto, gracias a todos/as los que están votando cada vez que subo una actualización, me motiva mucho! Me gustaría preguntarles... Cómo ven la historia hasta ahora? Tienen alguna teoría de qué es exactamente lo que le pasó a Clarke? Creen que está diciendo la verdad? Quiénes piensas que son esos sujetos? Los/as leo!

Saludos!

Entre Dimensiones [CLEXA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora