Capítulo dos

34 4 0
                                    


Capítulo dos:

La mañana se colaba entre las cortinas entreabiertas, derramando tonalidades suaves sobre nuestro piso compartido. Las risas y charlas animadas de los estudiantes que se preparaban para un nuevo día resonaban en el pasillo mientras emergía de mi intrincado laberinto de sueños. 

Hacía tiempo que no soñaba con ella, pero esta vez su imagen se deslizó por los recovecos de mi mente en un sueño tan vívido que casi pude sentir su presencia. Un eco lejano de su figura se desvanecía con la misma rapidez con la que mi conciencia emergía de los pliegues del sueño.

En la cocina, encontré a mi compañera de piso de pie junto a la cafetera, su mirada centrada en el proceso de preparar el elixir de la vigilia universitaria.

 —Buenos días, Raven.

 —Buenos días, científica del espacio-tiempo. ¿Has dormido algo? No pareces muy descansada —observó con una ceja alzada una vez que captó mi atención. 

—Bueno, no tanto como debería. Tuve un sueño extraño esta noche —confesé, buscando en los armarios una taza para el café.

—¿Un sueño extraño? ¿Sobre agujeros de gusano y paradojas temporales? —preguntó con sarcasmo. Estiré mi boca en un intento de sonrisa.

—No, no fue nada relacionado con la física cuántica. Fue sobre Clarke —dije finalmente, sintiendo la necesidad de compartir la extrañeza de aquel sueño. 

La morena dejó de lado su actitud juguetona y se volcó hacia mí con genuina preocupación.—¿Clarke? Hace tiempo que no hablas de ella. ¿Qué fue lo que soñaste? 

—No estoy segura. Era como si estuviéramos en el instituto de nuevo, pero todo era diferente. Clarke estaba aquí, pero también no lo estaba. Parecía querer decirme algo, pero las palabras se desvanecían antes de que pudiera entenderlas completamente. 

Raven se acercó y se sentó frente a mí, mirándome con atención. 

—Eso suena... extraño. Ha pasado ya bastante tiempo, ¿verdad? 

Asentí con pesar. —Como dos años. Y la última vez que supe de ella, no estaba ni cerca. Renunció a su trabajo, dejó la universidad y, claro, nuestro piso. Es como si se hubiera esfumado. 

Dejó escapar un silbido bajo. —Un verdadero misterio. Pero, ¿por qué ahora sueñas con ella?Me encogí de hombros, incapaz de encontrar una respuesta lógica. 

—No lo sé. Quizás porque la extraño, o porque hay algo en mi mente que trata de resolver el enigma de su desaparición.

Raven tomó un sorbo de su propia taza de café, sopesando mis palabras. —A veces, los sueños son solo eso, sueños. 

—Ya, pero hay tantas preguntas que tengo, ¿Y si mi subconsciente trata de decirme algo?... Tal vez debería volver a buscarla, yo... ¿Qué tal si quiere volver y no sabe cómo porque le da pena?

Raven, con un suspiro, apoyó su barbilla en las manos entrelazadas y me miró con preocupación marcada en sus ojos oscuros. 

—Lexa, ya has pasado por esto antes. Hemos hablado de Clarke y de tu necesidad de entender lo que sucedió. ¿Realmente crees que un sueño cambiará algo? 

Su tono era amable pero firme, como el de alguien que ha visto a su amiga lidiar con el mismo dolor una y otra vez, sin llegar a ninguna parte. 

—Lo sé, Raven, pero este fue diferente. Fue más vívido, como si hubiera algo que mi mente intenta mostrarme. Quizás sea solo mi subconsciente jugando conmigo, pero... 

Entre Dimensiones [CLEXA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora