Una semana luego...
Arabella
Una de las chicas ajusta con fuerza el corset, siento que me estoy quedando sin aire y que en cualquier momento algún órgano de mi cuerpo saldrá por mi garganta. Le hago una seña para que lo deje hasta ahí y ya lo cierre. A mi madre se le ocurrió hacer un baile no sé para que, así que me estoy preparando para salir en unos minutos ante todo el reino que fue invitado.
Me logro sentar para que me coloquen la tiara que pega con el vestido. Cepillan mi cabello antes dejándolo completamente lacio, colocan la tiara y como ya me había maquillado les pido que me dejen sola unos momentos.
Cuando las chicas se van llevo mis manos a la parte de atrás del corset desatándolo un poco, no pienso morir por falta de aire en medio del baile.
Lo ajusto otra vez, en esta ocasión no tanto para poder respirar, y junto a Denzel decido bajar para asegurarme de que a Rachel no la hayan matado. El lobo camina a mi lado aburrido, ya sabe que hay muchas personas abajo, jamás lo dejo ir a los bailes porque causa miedo pero en esta ocasión lo haré para no dejarlo solo.
Entro a la habitación de Rachel encontrándomela intentando respirar mientras que le ajustan el corset. Río pidiéndole a la chica que me deje sola con ella, yo me haré cargo.
—¿Cómo puedes respirar con esto? —de queja caso sin poder hablar.
—Uno se acostumbra con el tiempo. —tomo los hilos soltándolos un poco— Pero admito que esta vez he tenido que soltar un poco el amarre, estaba muy ajustado. —le hago un lazo y escondo los hilos— Ya está.
—Aún sigo sin respirar bien.
—Pues tendrás que acostumbrarte, es lo más que puedo quitarle. —aviso.
Ambas salimos de la habitación y nos dirigimos a las escaleras que dan había el salón. Bajamos siendo anunciadas y nos acercamos a mis padres quienes esperan por nosotras al final de estas.
No nos quedamos tanto tiempo con ellos, cuando mi madre anuncia que el baile iniciará nos alejamos un poco charlando. Discretamente le voy enseñando a las personas importantes del reino, como los duques, los condes y demás. Algunas se van acercando para saludarme y la presento conmigo.
Entre esas personas que se acercan son el duque de Dellsios. Un hombre de treinta años, muy apuesto y caballeroso, y por lo que he logrado saber, escribe una hermosa poesía.
—Princesa, hacía mucho que no la veía. —hace una reverencia.
—Gusto en verlo. —saludo, le doy una mirada a Rachel— Él es Aric, duque de Dellsios. —mi amiga da un asentimiento— Aric, ella es Rachel James, ella viene de afuera.
El hombre toma su mano y deja un beso en sus nudillos. Denzel lo aparta con un gruñido, pero lo tomo del collar para que no sea odioso. Se queda sentado en medio de ambas.
—Un gusto conocerla, señorita James.
—El placer es mío...
Bien... Siento que debo dejarlos solos por las miradas que se lanzan, pero no voy a hacerlo.
—El baile inicial ya está comenzando. —digo haciéndole una seña a los músicos, estos asienten entendiendo— ¿Por qué no la sacas a bailar, Aric? La señorita quería hacerlo pero es bastante tímida para acercarse a alguien.
Rachel abre mucho los ojos. Primero me mira raro, luego nerviosa y luego niega disimuladamente.
—Para mi seria un honor ser su primer baile. —dice Aric.