Chifuyu respiro de manera irregular al escucharlo, sintiendo que queria llorar de pronto, el solo pensamiento de que se alejaran de el durante meses le heria profundamente, no queria dejar ir a las unicas personas que habia tenido en su vida, bajo la mirada a su comida, y Himari tomo su mano para calmarlo, Kazutora, Baji y Ryusei mirandole con tristeza tambien, odiando su expresion triste.
-¿Puede venir con nosotros, Chifuyu?.-Pregunto Kazutora en su direccion,y el asintio con la cabeza baja, y la mirada triste, saliendo de la habitacion con ambos, estaba rompiendo en llanto una vez que estuvieron en el salon, Ryusei abrazandolo y el dejandole hacerlo, recostandose en su pecho y llorando sobre el, Kazutora y Baji mirandole con tristeza.
-No deberia decirlo, pero odio al rey, lo odio.-No lo odiaba por todo lo que significaba para el, lo que planeaba hacer con el al comprarlo, lo odiaba por estar quitandole a las personas que lo querian, y cuidaban de el, le dolia el corazon de solo pensar en que se fueran lejos suyo.
-Eres demasiado dulce para odiar a nadie, amor.-Ryusei le dijo en un bajo murmuro, con suavidad.-No odiaste o deseaste nada malo en Yuma a pesar del daño que te hizo con tus palabras, no eres capaz de odiar a nadie, eres demasiado bueno para eso.
Bueno, pero no me agrada, ¿De verdad tienen que ir?, se que es su padre pero....-Intento decir, pero fue interrumpido entonces.
-Eso es lo de menos.-Kazutora solto por lo bajo, Chifuyu mirandole confuso.-Es el rey, por eso iremos por el, incluso si no nos gusta, tenemos que proteger al rey, que sea nuestro padre dejo de importarnos en el momento en que te compro como si tuviera el derecho de poseerte.-Termino de decirle seriamente, con rabia en todo su tono, y si Chifuyu no sabia lo que era el odio hasta entonces, lo supo al ver sus ojos, el si odiaba al rey, como Chifuyu no sabia hacer.
-Que no lo tiene, ni siquiera el rey tiene el derecho de poseerte.-Baji le aseguro, y Chifuyu les miro con tristeza, comenzaba a creerlo solo gracias a ellos, pero, ¿Que haria cuando no estuvieran para recordarselo?, los queria y necesitaba a su lado, se habia acostumbrado a verlos siempre cerca, no podian dejarlo.
-Si no tienen mas opcion que irse, llevenme con ustedes, estare a salvo con ustedes, por favor.-Pidio entonces, en un tono que sabian que le habrian dado cualquier cosa, cualquier cosa que no significara ponerlo en riesgo, Ryusei lo solto un poco, y Chifuyu tomo la mano de Baji, mirandole suplicante.
-No haremos eso, cariño.-Baji nego con la cabeza en un instante, no habia manera en que aceptaran llevarlo con ellos incluso si sus corazones se rompian de solo pensar en dejarlo atras, tambien lo querian a su lado, pero no era posible.
-¿Por que no?.-Estaba conteniendo las lagrimas lo mejor que podia, y no estaba lograndolo mucho, estaban cristalizando el hermoso color esmeralda de sus ojos, ellos poniendo caricias sobre su rostro pero no logrando calmarlo.
-Porque es peligroso para ti, estar en un lugar extranjero, con personas que no sabemos que intenciones tienen, no es un buen lugar para ti.-Ryusei le explico lo mas suavemente que podia.
-Pero...-Chifuyu ya estaba lagrimeando, las lagrimas comenzando a caer por sus mejillas.
-Chifuyu...-Kazutora lo detuvo con un tono dulce que no le habian escuchado muy seguido, tomando su mano y la otra de sus manos quitandole las lagrimas del rostro.-...Amariamos tenerte a nuestro lado, pero tu eres la manera mas rapida en que podrian hacernos daño. Si ellos te tocan un solo cabello para herirte, perderiamos la cabeza.-Termino de decirle, con seguridad, no habia otra manera en que eso terminara, Chifuyu le miro sorprendido, sin esperar que estuvieran dispuestos a tanto por el.
-¿Les importo?.
-Lo suficiente para empezar una guerra por ti de ser necesario.-Ryusei le aseguro sin rastros de duda, y Chifuyu contuvo la respiracion unos segundos, enrojeciendo ante sus palabras, las lagrimas aun cubriendo sus ojos, ¿Era asi?, ¿Estaban dispuestos a hacer tanto por el?, no iba a pedir algo asi, pero saber que estaban listos para arriesgar todo por el, puso una calidez en su corazon que no espero jamas.