Ryusei suspiro pesadamente unos segundos, sin saber como explicarle bien las cosas para que entendiera que no planeaban dejarlo, y que su virginidad era lo que menos importancia tenia para ellos cuando se referia a cosas que les gustaban de el, Chifuyu no quiso seguir hablando del tema, solo queria escapar lejos de ahi, Ryusei tomando sus manos.
-¿Sabes donde dormimos cuando no nos dejaste acompañarte al nido?.-Pregunto Ryusei de pronto, Chifuyu ladeando la cabeza confusamente, mirandole sin entender.
-¿En sus habitaciones?.-Intento.
-No, bueno, intentamos dormir en mi cama los tres, pero Kazutora tuvo pesadillas, y seguia llamandote mientras estaba medio dormido, asi que nos fuimos a tu cama, y dormimos en tu cama porque tu olor lo calmo a el, y a nosotros, nos estresaba y hacia sentir mal escucharlo tan herido y no poder ayudarlo asi que lo necesitabamos los tres, solo cuando tuvimos tu aroma con nosotros pudimos dormir bien.-Comenzo a decirle y Chifuyu le miro confundido, porque sabia sobre el tema de los aromas, y el lo habia hecho tambien.
-¿Usaron mi cama como nido?, pense que los Alfas no hacian eso.
-Bueno, los Alfas no tenemos nidos, pero puedes llamarlo asi.-Se encogio de hombros con una risa escapando de sus labios, y Chifuyu sonrio tambien, Ryusei tomando sus manos y poniendo caricias sobre ellas.-Ni siquiera estabas ahi, pero queriamos sentirte de alguna manera para estar tranquilos y felices, ¿Sabes por que es asi?.
-No, no entiendo a los Alfas, Ryusei, son muy raros.-Se quejo, y lo hizo reir de nuevo.
-Nuestros Alfas te consideran nuestro, tu dulce aroma de Omega que solo tienes tu es el unico que nos calma y hace sentir felices porque es nuestro, ¿Crees que podriamos abandonar al Omega que nuestros Alfas reclamaron como suyo?, a estas alturas moririamos sin ti, Chifuyu.-Respondio Ryusei en un suave tono, y Chifuyu mantuvo la mirada en sus ojos, sintiendo que los suyos se cristalizaban un poco, sonriendo tontamente al escucharlo en esas palabras tan dulces, al saber que sus Alfas tambien lo querian con ellos, abrazandose a su cuerpo, y Ryusei sosteniendolo, adoraba sentir su cuerpo contra el suyo, le hizo sentir mas calma, y respirar mas tranquilamente el resto del tiempo que estuvieron ahi que fueron unos cinco dias mas.
Se durmio cada noche siendo sostenido por los brazos de Ryusei mientras el abrazaba un par de ropa de Baji y Kazutora en sus brazos toda la noche, solo asi logrando dormir, y en su casa teniendo la calma de que al menos ellos tenian su cama para dormir aunque tambien los extrañaba tanto. Estaba muy emocionado el dia que le dijeron que ya podian regresar, estuvo todo el tiempo en el camino de regreso sosteniendo la ropa de los chicos contra su pecho, y era adorable para Ryusei como lucia tan emocionado, le gustaba sentir el amor de Chifuyu, pero tambien le hacia sentirse feliz que Baji y Kazutora tuvieran personas que le amaran tanto como el lo hacia.
Llegaron por la tarde, y Chifuyu bajo rapidamente del carruaje, el proximo rey y su mano derecha estaban esperandolo en la entrada, seriamente, pero sonriendo apenas lo vieron a el y a Ryusei asomarse a su espalda, Chifuyu corrio hacia ellos, y los abrazo con fuerza en un instante, sonriendo en su direccion lleno de felicidad, supieron entonces que cualquier cosa que hubieran hecho con el rey valio la pena por haber mantenido a ese chico siendo asi de feliz.
Baji y Kazutora tambien se habian tomado un tiempo con los restos que sus madres habian dejado del rey, destrozaron aun mas su cuerpo, y disfrutaron de hacerlo sufrir hasta ellos matarlo, porque el sonido de su Omega gritando que le salvaran no salia de sus oidos, y habia estado tan aterrado por su culpa, asi que no habia modo en que le dejaran irse en otra cosa que no fuera suficiente, aunque no habia mucho mas daño que pudieron hacer luego de que sus madres lo tuvieron en sus manos unos dias, eran menos destructivas que sus hijos Alfas, pero incluso mas crueles, Baji y Kazutora no podian culparlas, despues de todo, les habian quitado una parte importante de sus almas.