Ryoko, Himari y Meiko comenzaron a notar que Chifuyu se pasaba mas tiempo en la habitacion de Baji, pero ya no en tristeza, se veia mas calmado y ya no lo veian llorar, sabian que tenia que ver con lo que sea que estaba haciendo en la habitacion de Baji, lo que no les dejaba ver, no le presionaban tampoco, asi que no sabian que seguia haciendo ahi. Un dia de esos si teniendo una mejor idea cuando lo vieron caminar fuera de la habitacion de Ryusei con su ropa puesta.
-Esa ropa te queda grande.-Himari le dijo divertida, las mangas cubriendo sus manos mientras se servia un vaso de agua.
-Es de Ryusei.-Respondio sin alterarse, dando un sorbo.
-¿Y tu no tienes suficiente ropa, cariño?, ¿Necesitas que te compremos mas?.-Pregunto Ryoko, y Chifuyu nego con la cabeza, enrojeciendo un poco al escucharle, sintiendose un poco culpable tambien por estar sacando sus cosas.
-No, estoy bien, solo tenia frio.
-Eres muy malo mintiendo, Chifuyu, y eso es muy lindo.-Meiko respondio riendo en voz baja, lo que le hizo sonrojarse aun mas, porque hacia demasiado calor para tener frio, el solo queria ponerse la ropa de ellos, sonrio un poco y luego se sento para hablar con ellas un rato antes de tomar desayuno. Los sirvientes entraron a limpiar la casa mientras tanto Ryoko y Himari iban a buscar mas huevos, y de pronto Chifuyu alzo la cabeza de golpe, corriendo hacia el pasillo, estaba hablando apresuradamente y de pronto lo escucho sollozar, Meiko se levanto con rapidez.
-Señorito, Chifuyu, tenemos que entrar a limpiar para que no haya polvo.-Le explico la sirvienta y Chifuyu se mantuvo frente a la puerta, sus manos sosteniendose de ambos lados, negando con la cabeza mientras las lagrimas llenaban sus ojos por completo, estaba temblando en un instante, negando con la cabeza, Meiko se acerco a ellos, y miro tras Chifuyu, noto la ropa sobre la cama y lo entendio entonces, acercandose a la sirvienta.
-Dejalo asi, nosotros nos haremos cargo de la habitacion de Baji.-Le dijo suavemente, y Meiko espero una reaccion, pero Chifuyu parecia no tener problema dejando que fuera en las habitaciones de Kazutora y Ryusei, se acerco a Chifuyu y lo abrazo para calmarse, pronto todo su cuerpo relajandose y abrazandola tambien.
-Me hare cargo del polvo, limpiare todo en la habitacion de Baji yo mismo, lo siento, no porque reaccione asi...-Murmuro muy bajo, haciendo un puchero de tristeza.
-Mi vida, todo esta bien.-Tomo su rostro en sus manos, calmandolo y limpiando las lagrimas de sus mejillas, sonriendole.-Tenemos que hablar un poco sobre lo que estas haciendo, creo que no te das cuenta que estas haciendo un nido.
-Los nidos son para los cachorritos.-Dijo confuso, no tenia sentido que estuviera haciendo uno cuando no los tenia.
-¿Seguro?.-Meiko pregunto solo para divertirse, porque sabia que ninguno de ellos le habia puesto una mano encima mas alla aun, sabia que habian hecho algunas cosas, pero estaba seguro que nada mas porque no presionarian a Chifuyu y el no estaba listo.
-Seguro. Prometo que solo nos hemos besado, no hay manera en que sea solo por besos, ¿Cierto?.-Sabia que no, pero podia haber algo que no supiera, asi que estaba preguntando para estar seguro, ¿Quizas si se podia con los besos mientras estaba en celo?, Meiko solto una risa divertida, negando con la cabeza.
-Es una broma, mi vida, se que no, pero es que a veces, cuando tu Omega reconoce a un Alfa como el tuyo, y te alejas de el, se siente triste, asi que busca rodearse de cosas que tengan su aroma, asi que haces un nido para sentirte seguro, y feliz mientras no esta. No lo haces pensando en cachorritos, lo haces pensando en ti porque estas triste.-Respondio con seguridad, y Chifuyu bajo la mirada unos segundos.
-La cama de Baji es la mas comoda, pero no sentia a Ryusei o Kazutora aqui, asi que me robe su ropa y la traje hasta aqui, mira...-La dejo entrar, mirando la cama y como la habia arreglado.-...Ordene todo muy bien, puesto asi el aroma de los tres siempre esta ahi, no quiero que nadie entre, no quiero que lo arruinen. Limpiare toda la habitacion cuando sea necesario, pero no me hagas dejar que alguien entre, y no les digas que les robe, se molestaran.-Rogo suplicante, lleno de tristeza, Meiko sonriendole de manera tranquilizadora.