Capítulo I

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Capítulo I

El vuelo resulta largo y nada cómodo.  Robin pasa más horas de las necesarias escuchando al señor que va a su lado hablando de su gato. Hay cosas que de verdad ella no quería saber. No le interesa saber que marca de atún prefiere el señor Bigotes. ¿Qué clase de nombre es ese?

El aeropuerto JFK es gigantesco, comparado con el de su país. Hay gente corriendo por todos lados y es casi imposible para ella encontrar sus maletas. Al final las localiza, no sin algún incidente y también logra encontrar su transporte.

De camino a la residencia ve lo que son las calles de NY, atestadas de vehículos, taxis y el incesante ruido de las bocinas. También hay luces y letreros por doquier. Y gente, sobretodo gente, caminando en diferentes direcciones, preocupados de cosas que realmente no tienen sentido.

Finalmente llega a la residencia donde se estará quedando durante el año. Todo por ir a la prestigiosa Academia de Artes de NY donde había ganado una de sus becas.

En la recepción se registra, le entregan un pase con su foto y su nombre y las llaves a su habitación. Uno de los chicos que trabajan ahí la guía hasta su habitación y la dejan ahí.

Dentro de la habitación no nada más que dos camas, un closet y un lavamanos. No es de extrañar. La persona con que compartiría la habitación todavía no llegaba. Primer semana y las clases no empezaban hasta la siguiente mientras los estudiantes llegaban a la academia.

Robin se dedica a desempacar, toma la cama que está a la derecha de la ventana y tira sus cosas. Toma su tiempo en ordenar todo, así no tiene que pensar en su madre ni en su hermano. Así no tiene que pensar en su soledad.

Cuando está guardando su ropa interior alguien toca a la puerta y Robin no tiene tiempo de abrirla antes de que una chica rubia de cabello corto y desordenado entre a la habitación.

La chica la mira y dice en ingles “Lindos corazones”. La frase no le hace sentido y la hace pensar que es lo que la chica está pensando cuando se da cuenta de que no ha cerrado el cajón y está sosteniendo su colorida ropa interior.

“Gracias, los compro mi madre” tonta, tonta, tonta.

La rubia sonríe y asiente “Interesante”  ella recorre la habitación con su mirada, examinando cada rincón. “Seré tu compañera de cuarto” dice, como si no fuera obvio.

La chica tiene un extraño acento y Robin se ve tentada a preguntarle de donde es, dado que van a vivir un año juntas. Ella empieza a guardar sus cosas como si ya hubiera estado allá antes y eso sólo hace a Robin más curiosa.  

“¿Es tu primer año acá?” pregunta R sin poder detenerse.

“hahaha, Dios, no. Este va a ser el tercero” una sonrisa se asoma en los labios de ella. “Pero tú eres nueva”

“¿Es tan obvio?”

La chica no responde, sino que saca unos afiches de su mochila, los estira y luego mira la pared. Considerando donde colocarlos. “La verdad, sí.” Robin nota que el afiche es de una de las películas del ‘Caballero de la noche’ “Todo tu ser grita chica nueva, sobre todo tu ropa… A propósito soy Liv” dice la chica una vez que pega el afiche a la pared y estira una de sus manos hacia R.

“Soy Robin” y la chica le sacude la mano. Liv la mira como preguntándose si está hablando en serio, porque acaba de pegar un afiche de una de las películas de Batman y cuál es la probabilidad de que la chica nueva le esté tomando el pelo.

“¿Es en serio? ¿O de verdad peleas contra criminales por la noche?”

Robin sólo sonríe y se voltea a sacar más cosas de su mochila. También tiene unos afiches pero no tiene ganas de pegarlos y saca sus libros dejándolos en su cama.

“Adivinaré, tomaste literatura” dice Liv del otro extremo.

“Bueno era eso, o pelear el crimen. Tengo más probabilidades de salir viva de la primera” sigue sacando sus libros, sólo trajo sus favoritos, esos que a releído tantas veces que la tapa ya está desgastada. “Tu tomaste cinematografía” dice ella, como si fuera un hecho más que un débil intento en adivinar.

“Oh, así que eres detective también” le contesta Liv. “¿O sólo tuviste suerte?”

“Nunca lo sabrás”

“¿Sabes que, chica nueva? Creo que nos llevaremos bien.”

Cuando terminan de ordenar sus cosas Liv se ofrece a mostrarle el campus, puesto que todavía no oscurece. Además, dice ella, le puede presentar a uno de sus amigos.

No hay nadie en los pasillos y Liv le explica que muy poca gente llega los primeros días, sólo los que venía del extranjero o aquellos que sólo deseaban salir de casa antes, como ella.

Liv la interroga la mayoría del camino, en vez de explicarle que es cada edificio. Le pregunta de donde es y también le cuenta que ella es inglesa pero ha vivido la mayor parte de su vida en Alemania, con su padre y su madrastra. Robin en cambio le cuenta de su cuidad, le cuenta que vive con su pequeño hermano. No le cuenta que su padre la había abandonado apenas Tom había nacido, no le cuenta los horribles ‘rumores’ por los que tuvo que dejar su otra escuela, no le cuenta lo horrible que habían sido los otros años y ciertamente no le cuenta el alivio que siento al dejar su madre.

“Tengo hambre ¿tú no?” Liv no espera una respuesta y la toma de la muñeca prácticamente arrastrándola a la cafetería.

La chica compra unos pedazos de pizza y R sólo compra un jugo. Hay sólo tres personas más sentadas en la cafetería. Liv la guía hasta la mesa de un chico que  está jugando con el celular.

“Deja ese pobre celular tranquilo, Al, es más que sólo una maquina creada para tu entretención” le ordena Liv al chico mientras ella se sienta. El chico, de cabello castaño claro levanta la mirada de su celular y Robin puede ver que sus ojos son de un verde intenso.

“Buenos tardes para ti también, Olivia” y luego el chico la mira a ella, a Robin. “Alphonse, mucho gusto”

“Robin, es un placer”

“Bueno ya que se conocen, podemos comer en paz” y Liv prácticamente tira de R para obligarla a sentarse.

“Así que… ¿Ya no estás enojada conmigo?” le pregunta Al a Liv.

“Psss, lo que paso fue hace tiempo. No vale la pena recordarlo ahora.”

Robin se siente como una intrusa. La conversación parece que se dirige a algún lugar muy personal e íntimo para que ella este en la misma mesa.

“Fue el año pasado. Hice que rompieras con tu novia” le recuerda Al a Liv.

Y ahora Robin se siente absolutamente incomoda, no debe estar escuchando esto. Se intenta parar antes de tener que escuchar algo más, sin embargo Liv la vuelve a tirar contra el asiento.

“¿A dónde vas?” le pregunta a ella. “Y como dije no tiene importancia“ aparentemente ese es el fin del tema. Liv se apresura a cambiarlo. “¿Mencione que Robin tomó literatura? Van a ser compañeros ¿No es emocionante?”

Alphonse no parece del tipo que escribe. Parece del que dibuja o toca algún instrumento. No del que se sienta en una mesa a escribir sobre vidas que quisieran tener y personas que quisieran ser.

Alphonse la mira intensamente antes y le sonríe.

“Bienvenida a la Academia”

Gracias por leer la historia, se agradecería mucho que dejen comentarios y voten por ella :D 

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