Capitulo 4

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__________∆Soltar∆__________

Samantha.

Emi apenas se fue de la habitación cuando terminamos la charla y aveces creo que tiene razón tengo que dejar ir el pasado y tratar de olvidar el infierno que me hizo pasar Mauricio sin dejar que la oscuridad me consuma en el intento, talvez en realidad si necesito a alguien ,alguien que me den poco de luz en la penumbra en la que vivo.

Me volteo hacia el otro lado en la cama tratando de borrar esos pensamientos y ami mente llega el de ese hombre que su mirada por mi cuerpo se sintió como lava con esos ojos penetrantes que gritan lo que su boca no hará ,siento una corriente desde la punta de los pies hasta el vientre bajo y deslizó mi mano dentro de mi pijama sintiendo la humedad deslizarse entre mis dedos, palpo ese punto sensible que me hace estremecerme sigo frotandolo al punto de hacerme arquear la espalda,estiró la mano hasta la mesita de noche y saco el dildo que compre hace un tiempo y que nunca eh usado sigo pensando en sus ojos a medida que lo enciendo y lo deslizó por mi humedad.

«Dios que Rico » hace varios años no hago esto.

Intento introducirlo en mi vagina pero no pasa, quizá es muy grande, sigo paseandolo por mi entrada trayendo de arriba hacia abajo mis fluidos, recuerdo sus ojos en la sala de juntas y eso me hace gemir bajo, sigo en mi trabajo y empiezo a sentir que manos suben por mis muslos Sierro los ojos sintiendo que el clímax está cerca y siento sus ojos penetrantes desnudándome cuando me corro quedando agitada.

Tiro una sonrisita por lo bajo por que acabo de correrme pensando en mi jefe.

[ ]

Por gracia de Dios ya hoy es jueves porque mañana necesito liberarme con alcohol, meto el liguero por mis piernas y ajusto las cintas que sujetan las medias negras y meto la falda para luego ponerme el chaleco negro con botones dorados. Salgo del auto y camino hasta la entrada pero hoy sí con cuidado si no van a verme el culo por la tanga que traigo, en los 5 años que llevo aquí jamás me habían ocurrido estás cosas.

Llegó al ascensor y hoy sí está vacío todos los de puestos bajos entran a las 7 y los de puestos altos alas 8, las puertas están cerrando pero estás no terminan su labor por que una masculina mano la interrumpe y pienso que ahora mi mala suerte será indefinida.

El señor Meyer entra con un traje de tres piezas y Dios está como para comerselo, presiona los botones del ascensor y se da la vuelta para quedar frente a frente y sus ojos se oscurecen más si eso puede ser posible reparando mi atuendo.

—Señorita Evans hoy también planea recalentar la comida para no comersela?—pregunta dándome una mirada apreciativa y pone una mano en la pared arriba de mi cabeza.

—Perdón —digo haciendome la desentendida.

Baja la cabeza hasta quedar a la altura de mi oído y pone una mano en mi cintura ese mero tacto hace que empiece a mojarme.

«Dios ayudame para no lanzarme y comérmelo »ruego por mis adentros.

—Que si hoy planea calentarme así como lo hizo ayer.—dice mordiendome el lóbulo de la oreja y eso me hace gemir bajo y su agarre en mi cintura se aprieta y empieza a repartir besos en mi cuello.

«Dios ya no puedo»

—A la mierda —digo jalando su cabeza para comerle la boca y así lo hago con un beso feroz chupando su labio inferior, pongo mis manos cruzadas detras su cuello jalando el cabello de su nuca y el me levanta hasta envolver mis piernas en su cintura aprieta mis muslos y mis nalgas hasta que duelen pero no me quejo, llega hasta la pared de los botones y para el ascensor, seguimos pegados el uno al otro y abro la boca para tomar aire y aprovecha para meter su lengua y saborear,solo doy para gemir y Dios estoy tan excitada por que me chupa la lengua de una manera feroz le doy un último beso antes de apartarme lentamente y el mete la cabeza en mi cuello chupando y lamiendo.

Deseo Mortal [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora