Él

34 9 0
                                    

Me pediste que fuéramos a tu casa y acepté encantado, como siempre que proponías algo, tenías el poder de convencerme para hacer lo que fuera que pidieras.

Al llegar subimos directamente a tu habitación, continúe con nuestra conversación en el parque y cuando lo creí conveniente te pedí que me acompañaras a la celebración se mi graduación y en medio de ella pedirte que fueras mi novia en medio de una hermosa canción que se convirtiera en nuestro himno, Anne, estaba realmente enamorado profundamente de ti aunque no lo supiera a ciencia cierta en ese entonces, ni tampoco supiera tanto del amor y su magnitud, era nuevo en eso.

Al elevar mi cara para ver tu reacción me sorprendí al ver tu cara bañada en sangre, me Asusté al principio pero me preocupé por ti después, me revelaste que eras un ser sobrenatural, un vampiro.

Sentí mareos y una fuerza interna que no comprendía, una ira que no iba conmigo ni con lo que sentía por ti, no supe en qué momento pasó todo o recuerdo que hice, pero caí en cuenta de lo que te hacía cuando te tenía contra el suelo y vi tu cara llena de sangre y tus ojos sólo reflejaban un inmenso dolor y tristeza, no pude con eso y me fui corriendo de tu casa.

Confundido caminé rápidamente hasta llegar a mi casa, subí inmediatamente a mi habitación y sentí que me faltaba la respiración un poco, necesitaba asimilar lo ocurrido.

Pasaron las horas, los días, las semanas; llegó el día de mi cumpleaños y mi graduación, comprendí esos días que no es terrible la soledad si es lo único que has conocido, lo realmente horrible es haber conocido la compañía de alguien especial y luego volver a estar solo, como si no hubiera pasado nada cuando habían ocurrido muchas cosas, cuando había nacido el amor y la decepción.

Traté de olvidarte y fue un intento fallido tan grande... simplemente no se puede olvidar a quien se ha querido con el alma y el corazón, y mucho menos usando a otra persona.

Invité a la celebración de graduación a Tyra McAdams, una chica linda que siempre me observaba cuando iba a biblioteca.

Al llegar a la fiesta con ella a mi lado la vi y no la vi, porque en su cara observé tu cara Anne, no la de ella, porque en espíritu sentía que ibas tú, a pesar de todo mi idealización de ese día giraba en ti, en tu presencia en mi vida.

Después de una hora en el baile no pude aguantar más y salí a caminar sin rumbo fijo, de pronto me encontré sentado en la banca del parque, supe entonces que los recuerdos siempre te harán ir a los lugares donde fuiste feliz.

Crónicas de un amor sobrenatural.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora