Crónicas de un amor sobrenatural.

Él

No pude resistir más mi curiosidad sobre ti y te pregunté cosas que supuse que te afectarían, para mi sorpresa no fue así, te mostraste muy abierta a mí, me abriste tu corazón de par en par.

No lo pude disimular, me sorprendió mucho tu edad, no todos los días te enteras de que la persona que amas tiene más de 450 años de diferencia que tú, así que supuse obvia mi reacción.

Pasamos tres días si no estoy mal en mar, fueron días que nos unieron y nos hizo tener mas confianza en el otro.

Llegamos y te tomé de la mano, me miraste y yo sólo sonreí de perfil sin devolverte la mirada, viste al frente y me diste un fuerte abrazo.

-¡No lo puedo creer! Tenía ya como cien cuenta años sin venir, ¡Qué cambiado está todo!.

-Todo cambia, mi amor. Te dije.

Me volviste a ver y colocaste tu cabeza en mi hombro, te vi y tenías tu mirada perdida en el infinito y al tocar tu cara con mi mano cerraste tus ojos, fue un momento único.

Bajamos a tierra firme y enseguida fuimos por un lugar para que yo comiera y luego resolvimos lo de tu alimentación, llegamos a un parque solitario, es ya de tarde y nos quedamos viéndonos fijamente.

-Cierra tus ojos, Patrick.

-¿Para qué, Angelito?.

-Patrick..

-Lo siento, Dime por favor..

-Sólo házlo...

Cerré los ojos y esperé alrededor de tres o cuatro minutos así, tuve la tentación de abrirlos varias veces pero no lo hice.

-¡Abrelos!.

Lo hice, y al frente de mi se encontraba un regalo tuyo Anne, estabas realmente emocionada por eso.

-¡Feliz cumpleaños, Patrick!

-¡Anne! ¡que hermosa guitarra!.

-Toda tuya, mi amor; ¿En serio te gustó?.

-¡Me encantó! En serio muchas gracias, es el segundo mejor regalo de 18's que he podido recibir.

-¿Cuál es el primero?.

-Tú, Anne...

Bajaste tu cabeza y tomé la guitarra, empecé a tocar una canción y me dedicaste una sonrisa tierna y una mirada cristalina.

-¿Eso es lo que sientes por mi?.

-Eso y mucho más, Anne.

Me abrazaste y te levantaste.

-Vamos querido, tenemos que ir a casa.

-¿A casa?.

-Si, todavía sigue en pie mi casa, a pesar de no venir muy seguido como te pudiste dar cuenta..

Sonreíste y viste al firmamento como quien recuerda a los que han partido.