Crónicas de un amor sobrenatural.

Ella

Regresé a la mansión un poco mal, tanto que me tocó regresar a ella en un taxi, menos mal pasó uno casi al instante de bajar del árbol.

Raphael me atrapó llegando, me desvanecí en sus brazos y fue lo último que recordé.

Pasó tiempo, mucho tiempo hasta que volviera a recobrar los sentidos de nuevo, al hacerlo encontré a Sophia, pareja de Raphael a mi lado, me sorprendió mucho su gesto que supongo fue orden de Raphael como gran señor de la orden vampírica.

-Gran señora, ¿Qué hace usted aquí?.

estoy viendo por mi misma que estés bien Anne, eres importante para nosotros y nuestros planes, que no se te olvide eso, ¿Cómo te sientes?.

-Muy débil y sedienta, ¿Qué me sucedió?.

-Eso es algo que tu misma te puedes responder, mira: tienes que tener mucho cuidado, el chico no se puede enterar de quién eres hasta que estemos a punto de asesinarlo, ¿Entendido?.

-Entendido gran señora.

-Bien, ahora toma estos tres litros de O+, te sentirás bien al rato.

-Gracias gran señora, por cierto, ¿Me podría decir cuánto he estado así?.

-Has estado así dos días, estar cerca de objetos que nos generen riesgos no puede ser tomado a la ligera, mas te vale cuidarte bien, me voy para que descanses lo suficiente para volver al ataque.

-Está bien gran señora, gracias por tan honrosa compañía.

Me vio y se fue, era estricta y siempre iba al grano, fue su gran determinación la que la llevó a donde estaba.

Sin fuerzas aún volví a caer rendida en la cama, duré en total tres días recuperando fuerzas.