Capítulo 10

4 3 5
                                    


    En la entrada del boliche, un edificio de dos plantas pintado de negro y gris, hay una fila bastante larga, el seguridad pide las identificaciones para dejarte entrar, chicas con minifaldas cortísimas, hasta a mí que me encanta el invierno me pareció un poco mucho su elección de vestimenta con el frio que está haciendo, Flor dijo que parecía una vieja con ese pensamiento ,nosotras optamos por jeans y botas altas, Flor un top que llevaba bajo un abrigo muy grueso, por mi parte llevo una remera sin mangas y cuello alto debajo de mi abrigo.

Cuando entramos el ambiente está muy caluroso, ahora entiendo porque las minifaldas, dejamos nuestros abrigos en el "ropero" del boliche, donde pagamos para que nos lo guarden, te dan un numero para retirarlo cuando te vayas.

Subimos a la planta alta y bailamos todo el tipo de música que ponen, tomamos unos tragos, a las tres de la mañana Flor dice que tiene hambre y me río, ella pone su cara de enojo muy mal actuada, me dice que la siga y bajamos, en un recodo del boliche donde la música no está muy alta hay una barra pero no es de tragos, es una cocina, tironea más fuerte de mi brazo y se hace un poco de lugar en la barra.

— ¿Qué pedimos? ¿Una hamburguesa?

—Oh, tienen conos de papas fritas.

—Pidamos una y una y compartimos— Dice.

Comemos cerca de la barra por si necesitamos servilletas.

Un par de chicos vienen a hablarnos sólo con la intención de comerse nuestra comida, eso no va a pasar.

Volvemos a subir y bailamos todo lo que resta de la noche.

Dormimos hasta las dos de la tarde del domingo, no tenemos para comer más que lo poco que quedó de la mini torta de cumpleaños, así que tomamos mates y los acompañamos de torta.

Este semestre va a ser más agitado puesto que se acerca fin de año, por el momento mantengo mis notas para poder promocionar todas las materias, planeo seguir igual.

Y un día sin más, Pablo me invita a salir.

Después de salir nuestra prácticas en la escuela, volvimos caminando juntos puesto que ahora vivimos en la misma zona, no íbamos hablando de nada en particular cuando me pregunto si podemos tomar una café, le cuento que tengo que ir a trabajar, que solo vuelvo a casa a dejar mis cosas y salgo de nuevo para el trabajo, me dijo que podía ser otro día, un fin de semana, que podíamos ir a comer, aunque no quería hacerlo le dije que sí, que podía ser un fin de semana, no sé porque le dije que si, miento le dije que si porque no quiero que haya tensión entre nosotros cuando falta tan poco para terminar el año, solo trato de evitar un conflicto innecesario.

Le cuento a Flor esa misma noche que acepte salir con Pablo, a ella no le gusto mucho la idea.

— ¿Y el chino?

— ¿Qué pasa con él?

—No te gustaba, porque vas a salir con otro.

— Al chino lo vi de cerca una vez y ni hablamos, voy a salir con Pablo para que las cosas estén en paz hasta que termine el año.

— Si, no hablaron porque escondiste la cabeza como el avestruz.

— Bueno, no importa— A ella no pareció gustarle mucho mi respuesta.

Se realiza una marcha en el campus reclamando la destitución del decano, ¿Por qué? no se, nunca me interesé mucho en los problemas administrativos, realmente mi tiempo es acotado para preocuparme en algo más que no sea asistir a clases, estudiar, trabajar.

Vamos caminando todos como ganado por las calles del campus, la asistencia es obligatoria, no te permiten quedarte en tu clase, Pablo va a mi lado, salimos juntos de la misma clase, cuando veo a Flor que viene caminando desde una cuadra perpendicular junto con otro grupo de alumnos, se sale de la fila y corre en mi dirección, nos abrazamos como si no nos hubiéramos visto esta mañana.

Tus ojos de GinkgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora