Un mes llevo trabajando en este call center, no es el trabajo que hubiera querido pero fue la más rápido que pude encontrar, siempre buscan personal, después de volver de clases es día mamá me anunció que vendería la casa, no respondí nada aunque tenía mil cosas que decir, ella tomó una actitud defensiva y comenzó a enumerar los motivos por los cuales era conveniente mudarnos, irónicamente eran los mismos motivos que Carlos había enumerado en su visita, la deje que diera sus motivos y luego afirme que lo hacía para darle el dinero a Carlos y explotó, comenzó a gritarme que era su casa y yo no tenía ni voz ni voto en el asunto, cuando le dije que no estaba opinando al respecto solo diciendo lo obvio me abofeteó, para luego decir que era una desagradecida e interesada que seguramente esperaba quedarme con su casa por ello me "hacía la buenita" con ella, siempre estando al pendiente, que era una fachada nada más que para que ella cediera y quedarme con todo; explote.
— ¿Con todo?— pregunté
— ¿Qué sería quedarme con todo? Solo tenés esta casa, y unos hijos que te abandonaron hace años, solo quería que me dieras el cariño que a ellos les diste— Me miró y dijo que no éramos iguales, ellos eran hombres yo solo una mujer que tarde o temprano se convertiría en una puta.
— ¿No fue por eso que Jorge te dejó? seguro andabas de puta—Nunca dijo nada al respecto de esa ruptura y ahora puedo entender cuál era su perspectiva de mi.
Nunca voy a ser nada más que eso para ella.
Ese día comencé la búsqueda de un trabajo formal, tres días me tomó conseguir este, tengo algo de dinero, muy poco ahorrado pero estoy buscando un departamento.
Mi madre hizo al día siguiente como si nada hubiera pasado, una especialidad de ella, hablaba de buscar una casa más pequeña para las dos o quizás un departamento de una habitación lo que fuera más económico para mudarnos lo antes posible, ya había puesto en el mercado nuestras casa.
No planeo irme con ella, no se lo he dicho y no se lo diré hasta que haya conseguido un departamento, creo que ya he soportado suficiente.
En mi nuevo trabajo me dan permiso de ingresar más tarde los días que tengo mis prácticas y obviamente retirarme más tarde por lo este último mes he regresado a casa tardísimo en la noche.
Mi madre me confronto el viernes de esa primera semana de trabajo, quería saber por qué estaba volviendo a casa tan tarde, si no pensaba dar más clases, si lo hago, los días viernes es el único día que no tengo materias para cursar en la facultad, por lo que hable con las madres de los niños a los que les doy apoyo y nos pusimos de acuerdo en darle clases durante la mañana antes de que estos ingresaran a la escuela, de esta forma yo podía ir al trabajo por la tarde y no perder ese ingreso extra. Ella sabe bien que no tengo clases en la facultad los viernes, y me sorprendió que no me preguntara a dónde iba ese día, pero es demasiado orgullosa, supongo que su curiosidad pudo más que el enojo y tuvo que hablarme.
—Pasé mis clases a la mañana.
— ¿Y dónde has estado todos estos días que has venido tan tarde?
— Trabajando.
— ¿Trabajando? ¿Qué acaso no te alcanza con lo que te doy para los libros? ¿Te han pedido más?
— No me han pedido ningún libro nuevo, no hasta el próximo trimestre, y no quiero que me des plata.
— ¿Así que ahora te vas a hacer la ofendida?
—No me ofendo, solo digo que no quiero que me pagues nada— Comienzo a caminar para mi cuarto, estoy agotada.
— Comenzá a guardar tu cosas en cajas, conseguí un departamento cerca de mi trabajo, te vas a tener que tomar un colectivo y un trolebús para ir a la facultad, pero es lo mejor que pude encontrar, voy a ir a verlo la semana que viene, pero es mejor que ya todo este empacado— Asentí y seguí mi camino.
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Tus ojos de Ginkgo
RomansaRocío cursa el tercer año del profesorado de psicología, en el transcurro de su vida se a dedicado a complaciendo a otros, es lo que conoce y esta conforme con ello, hasta que un día esos pensamientos comienzan a cambiar, su vida da un giro inesper...