Jiah, una mujer que se encuentra luchando en su matrimonio, ha decidido buscar una distracción durante el verano junto a sus amigas. Sin embargo, se verá inesperadamente seducida por uno de los hijos de sus amigas...
Ahora se enfrenta a la compleja...
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— Háblame, Jiah. Está bien desahogarse, y yo quiero escucharte. Así que, por favor, dímelo...
La mujer reflexionó sobre si debía confesarle lo que estaba sucediendo. En el pasado, lo había hecho y se había sentido demasiado vulnerable. Sin embargo, él había sido la única persona que no la juzgó por las decisiones que tomó, y en ese momento, lo que más necesitaba era desahogarse.
— Le dije que lo mejor sería poner fin a todo...
— ¿Qué te dijo él?
— No lo aceptó. Me dijo que prefería que nos tomáramos un tiempo antes de romper definitivamente nuestro matrimonio. No respeta esa decisión, y debería estar bien, pero me molesta que no haya intentado algo más para recuperarme.
— ¿Cómo se siente usted con eso? —preguntó Jungkook con preocupación, acercándose lentamente.
Jiah levantó la vista, sus ojos rojos y cansados, y al verlo, un suspiro de alivio escapó de sus labios. Aunque estaba herida, la presencia de Jungkook era reconfortante.
— No sé cómo sentirme... —dijo Jiah, tratando de contener el llanto—. Todo se siente tan abrumador.
Jungkook se sentó en el borde de la cama, sin saber exactamente qué decir, pero queriendo estar allí para ella.
— Quiero que sepa que estoy aquí para usted. No tiene que pasar esto sola —dijo con suavidad—. Si necesita hablar, escuchar o simplemente estar en silencio, yo la apoyaré.
Jiah asintió, y una lágrima más se deslizó por su mejilla.
— Gracias, Jungkook. A veces siento que todo está en mi contra y no sé cómo seguir adelante. Me duele tanto, y aún no puedo creer que esto esté pasando.
— Es normal sentirte así. Está pasando por una tormenta emocional, pero recuerda que no estás sola. No tiene que tomar decisiones precipitadas. A veces, hablar con alguien puede ayudarle a aclarar sus pensamientos.
