Después de la guerra, todo parece perdido para muchos, ya sea porque perdieron a sus familias o lo perdieron todo.
La familia Malfoy perdió a un miembro de su familia, pero por la manera en que la perdieron, les dio la credibilidad de su inocencia...
Draco estaba teniendo un ataque de ansiedad, no puedo culparlo yo también estaba a punto de tenerlo y por lo visto, Severus estaba a punto de hechizarnos.
-Debo asumir que arruinaron todo con mi alma gemela. -suspiro.
-Padre dijo que ella...
-¿Tu alma gemela? Es nuestra. -lo mire con molestia.
El nos miro cómo si fuera realmente estúpido.
-Esto no puede ser, por fin la encuentro y la comparto con dos imbeciles. -se tomo el puente de la nariz.
-¿La compartimos? -Draco rasco su nuca. -¿Eso es posible?
-Nunca había visto o escuchado algo como esto. -suspire y tome asiento.
-Son casos realmente escasos, pero se han catalogado en la historia. -Severus suspiro y me miro furioso. -¿Que carajos fue lo que hiciste?
Desvíe la mirada, me negaba a admitir que yo fui el que cometió un gran error con Rhea.
-Hemos intentado disculparnos, pero ella es...no lo permite. -Draco miro el suelo con tristeza.
-Y por lo visto tiene una amistad con Potter. -murmure.
Severus nos miró realmente furioso, agradezco que aún se encuentre débil, de lo contrario estaría en el suelo por un crucio y no por varita, así que sería más doloroso.
-Bueno si ustedes lo arruinaron es su problema, yo acabo de despertar y no la voy a perder por ustedes idiotas. -levanto su ceja.
Lo miré con sorpresa.
-¿No piensas ayudarnos? -Draco se acercó.
-No, yo no lo arruine y por primera vez en mi vida, voy a elegir bien. -nos dio una mirada gelida.
Me enfureció, pero también pude entenderlo, después de esa asquerosa sangre sucia, el se volvió aún más gruñon y admito que no quiero eso otra vez.
-La acabo de conocer, no voy a arruinarlo y no me van a convencer de lo contrario. -nos dio una mirada.
Suspire, no podía pedirle que nos ayudara con Rhea, eso lo podría arruinar para el y no quiero verlo más gruñón y amargado.
(...)
Pude verla a la distancia, le gustan cosas muggles, me molesta eso, pero se ve...hermosa y me muero por quitarle esa cosa de entre los labios.
-Se ve triste. -Draco murmuro.
Es verdad, si cuando la conocimos se veía angustiada, ahora su mirada está totalmente apagada y su energía cambio a más oscura.
-Necesitamos hacer que ella nos escuche, que nos perdone. -murmuro.
Cerré los ojos y suspire.
-Tenemos que hablar con ella, pero siempre se va o está Potter presente. -mi mirada no podía salir de ella.
-Va a Sanmungo, quizá podríamos hablar con ella cuándo vaya a ver a mi padrino. -me miró y pude ver su tristeza.
Apreté un poco su hombro y asentí, no teníamos muchas opciones de todos modos.
Al llegar vimos a los Weasley, parece ser que el gemelo también despertó como Severus, bien por ellos, no soporto a su familia, pero puedo ponerme en su lugar, la sola idea de perder a Draco me destroza.
Al llegar a la habitación de Severus, lo escuchamos reír, nos asomamos un poco y lo vimos con Rhea.
¡Vaya, Severus sabe reír!
-No puedo creer que tuve que morir para poder conocer a mi alma gemela. -la miro atontado.
-Eso no es divertido. -le dio un pequeño golpe en el brazo.
El soltó una risa y tomo sus manos.
-Se que no, pero es solo que estoy sorprendido de que me aceptes. -beso sus manos.
Rhea retiró una y acomodo el cabello de Severus.
-¿Porque no te aceptaría? -lo miro con ternura. -Eres amable, eres interesante y eres muy guapo. -murmuro lo último mientras desviaba la mirada.
Toda la situación me enfureció y la estúpida voz en mi cabeza que me recordaba que era mi culpa, no ayudaba en nada.
-Eres...
-Señorita Peverell. -gire cuándo escuche su voz.
Todos nos tensamos, éste idiota me está cansando.
-Oh hola Kai. -le sonrió con incomodidad.
-¿Que haces aquí? -levanto su ceja.
-Alejate de mi alma gemela. -gruño Draco.
Pude ver el brillo en los ojos de ese imbécil.
-Oh ¿Es así? -se acercó a Rhea y acomodó su cabello. -Deberiamos de comprobarlo, ellos son mortifagos y pueden fingir con facilidad estas cosas. -hablo en un tono dulce que me provocó asco. -Yo puedo acompañarte. -levanto los hombros.
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Todos nos dimos cuenta que planto la duda en ella, miró el brazo de Severus y pudo ver la marca tenebrosa; se levanto lentamente, cerro los ojos y negó.
-Tengo que irme. -apenas se escucho su voz.
Ese imbécil sonrió y la tomo de la mano.
-Yo te puedo llevar, podemos tener esa comida ¿que dices? -acaricio su brazo.
Todo dentro de mi gritaba por matar a ese maldito infeliz.
-Claro, está bien. -levanto los hombros.
-Rhea no tienes que...
-Nos vemos después señor Snape. -lo interrumpió y salió rápidamente de la habitación.
-No se deberían de hacer ilusiones, yo me asegurare de que no la vuelvan a ver. -guiño un ojo y se fue detrás de ella.
No, no podemos permitir eso, ese maldito infeliz es un mentiroso manipulador.
Tenemos que hablar con ella a solas.
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Me disculpo por no haber actualizado ayer, mi internet anda muy mal y hay veces que se va; tratare de subir otro capítulo está misma semana.
