El Misterio

1.1K 152 25
                                    

"Jungkook, ¿qué te trae a mi despacho?" —pregunté, viendo la mirada fulminante de Jungkook. Sus ojos parecían ser más negros y su rostro tenía una pequeña sonrisa que lo hacía ver tenebroso.

—¿No puedo visitar a mi adorado padre?

—Por supuesto, pero te hacía aún trabajando en dar un heredero al imperio.

—Es gracioso que lo menciones, porque con un consorte muerto no podría tener herederos. Pero estoy aquí porque he traído un regalo para ti.

—¿Un regalo?

—Sí, tenlo — extendiendo un cofre de metal.

Tomé el cofre con desconfianza, sobre todo cuando su rostro se volvió gélido.

—¿No piensas abrirlo? Me gustaría ver tu reacción.

—Cuando lo abrí, sonreí. Había dedos y una lengua. ¿Qué significa esto?

—A la próxima, no uses a una cocinera para hacer el trabajo sucio. Ellas solo sirven para cocinar. No sé por qué has decidido atentar contra Jimin y no me interesa, pero no dejaré que afectes mi imagen. ¿Entendiste?

—¿Seguro que no te interesa?

—No sé qué estás tramando, pero te advierto que no juegues conmigo.

Ya veo, crees que eres lo suficientemente fuerte como para desafiarme.

Mírate y mírame, eres un maldito viejo decrépito, mientras que yo recién inicio mi juventud –sentándome en la silla frente a él–. Tienes un pie en el más allá, cuidado, alguien te empuja y te ayuda a que te vayas más rápido. Ya no soy aquel pequeño niño en el que tenías poder, tampoco tengo la paciencia para tolerar tus estupideces.

Eres un arrogante, Jungkook, crees que puedes contra el ser que te forjó.

¿Has oído eso de que "El alumno supera al maestro"? Yo no solo superé al maestro, sino que he creado mi propia escuela –me levanté acercándome a él–. No juegues con mi paciencia o el inframundo estará feliz de tener un alma más. No esperé su respuesta y salí de su despacho.

Águila, vayamos a recorrer el palacio. Busquemos el jardín. Jungkook dijo que tenían uno aquí. Salí y empecé a caminar por los alrededores. ¡Jungkook mentiroso, solo hay plantas muertas!

—Vi a Jimin paseando por el jardín y salí a molestarlo. ¿Tú solo sabes perder el tiempo?

—Así como tú, que has venido hasta aquí a molestarme. ¿Pero qué es ese olor? Siento un extraño olor en el aire.

—¿Qué olor? Yo no huelo nada.

Me acerqué a Jungkook, toqué su cabello y mi mano tomó un color rojo. —¿Estás herido? Porque tienes sangre.

Tomé la mano de Jimin, apartándolo de mí. —No es nada, deja de espantarte con cada estupidez.

—¿Estupidez? Si tienes sangre, no es una estupidez.

Lo besé, tomando sus esponjosos y suaves labios, y me separé.

—Tú me besaste, Jungkook —dije emocionado.

—Sí, para que guardes silencio. Me dijiste que no te abofeteara, entonces me obligaste a buscar otra manera de hacerte callar.

– Me reí – No puedo imaginar el enorme sacrificio que tendrás que hacer. Por cierto, me has mentido, me dijiste que aquí tenían un jardín como en el reino de la luz y no es verdad.

— Olvidé especificar que tenemos un jardín, pero de flores muertas.

Príncipe, ¿podrían traerme semillas y herramientas? Trabajaré en el jardín.

La Bestia y el DoncelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora