Atentado

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¡Vamos Jungkook! Dale, destrozala.

Lloraba mientras hacía tal maldad a Victoria, mi amiga de infancia, viendo cómo su zona íntima sangraba y ella me miraba llena de odio. —¿Por qué debo hacerlo?

Deja de lloriquear, ¿qué te he dicho?

Con lágrimas no se levanta un imperio.

Exacto, esta joven tiene que estar dispuesta a servirte; todo aquel que no te sirva o cuestione tus ideas debe morir, sin importar quién sea.

No puedo, papá. Mira sus ojos, ¿cómo puedo hacer esto mientras sus ojos reflejan tanta tristeza?

Eso lo podemos arreglar. Puse a la muchacha de espaldas. —Ahora puedes hacerlo sin sentir pena por ella y apresúrate si no quieres recibir un gran castigo.

Perdóname... perdóname... perdóname.

Me volteé viendo a Jungkook pedir perdón estando dormido, tal vez esté teniendo una pesadilla. Di pequeños toques a su rostro y lo llamé: ¡Jungkook, Jungkook!

Abrí mis ojos y vi a Jimin mirándome fijamente con sus ojos llenos de preocupación, pero por un instante mi mente me traicionó. ¿Mamá?

—¿Hum?

¿Por qué, madre? ¿Por qué tomaste esa fatal decisión?

—Jungkook, soy yo, Jimin. ¿Te sientes bien?

Por supuesto que estoy bien. ¿Qué crees que haces? ¿Buscas provocarme tan temprano?

—No, no, para nada. Es que creo que tenías pesadillas y te veía tan angustiado que preferí despertarte.

Eres un exagerado. Yo jamás he sentido angustia en mi vida, eso es para seres imperfectos.

—Entiendo. Entonces iré a bañarme.

Jimin, luego de que me des herederos, deberás irte a tu reino. No soporto tenerte cerca, todo tú me genera náuseas.

—¿Pero por qué sale con eso tan de repente?

Porque no quiero que te hagas ilusiones. Tú eres todo lo que odio en una persona.

—Entiendo, príncipe, y está bien. Cuando me haya dado herederos, podrá darme el divorcio y me uniré a alguien más.

¿¿¿Unirte a alguien más??? ¿Quién puede ser mejor que yo?

—Príncipe, por extraño que parezca, yo sí creo que puedo encontrar a alguien mejor que usted.

Este doncel que se cree en su vida encontrará a alguien mejor que yo. —Me levanté y me acerqué a él, acortando la distancia entre nosotros— ¿Crees que alguien pueda ser mejor que yo?

—Sí, hasta los momentos no me ha demostrado que pueda tener algo que lo destaque entre los demás.

Si, eres osado, pero para mí eres un simple doncel. Te crees mucho, pero eres tan insignificante y reemplazable, mientras que yo soy único y perfecto.

Sonreí—Exacto, y tanta perfección solo puede estar con otro ser igual de perfecto. Por eso, yo espero poder encontrar a alguien imperfecto igual a mí. Ahora, si me disculpas, me iré a bañar.

Afiné mi garganta—¿Te gustaría que te acompañara?

—No, príncipe, prefiero bañarme con mi águila.

¿Qué? ¿Prefieres bañarte con el pollo que conmigo?

—Es algo que usted no entendería —salí de la habitación con una bata.

Me quedé pensativo en la habitación. ¿Por qué prefiere a ese tonto pollo que a mí? ¿Quién no quisiera bañarse conmigo y tocar mi espectacular abdomen? Saldré de dudas de una vez. Salí de la habitación y fui a donde estaba el baño. Al llegar, vi a Jimin de pie con el águila frente a él, con las alas extendidas pero suspendido, y de ambos salía una luz blanca. ¿Qué es eso?

La Bestia y el DoncelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora