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Jakob estaba acostumbrado a no dormir, su empresa es la cosa más importante de su mundo, siempre debe estar pendiente de que todo salga a la perfección sin ningún problema.

Este día no iba a ser diferente a los de siempre, así que se levantó apago su alarma y se dirigio a la ducha.

Jakob es algo perfeccionista en todo lo que hace, odia que ocurra algún error en sus planes, termino su ducha para buscar entre sus prendas algo elegante para el día de hoy.

Tomo un traje de color azul oscuro y una corbata de color blanco, luego de que empezó a vestirse bajo las escaleras para mirar a su padre el cual estaba en la sala viendo la televisión.

—Buen día papá.

Hablo el alfa mientras bajaba a la altura de su padre para abrazarlo

El alfa mayor abrazó a su hijo y le sonrió de manera amable.

—Buen día,¿vas a desayunar? Tu madre preparo pie de limón.

Jakob sintió que la boca se le hizo agua con tan solo pensar en el pie de limón qué su madre le prepara.

Pero no cedió ante la tentación y le devolvió una sonrisa a su padre.

—Hoy no puedo, tengo una reunión con los agentes para ver si empezamos de una vez con la destrucción de los locales qué necesitamos.

El alfa mayor asintió, sabía que negocios son negocios. No podía obligarlo a nada sabe como es su hijo.

—Antes de irte despídete de tu madre.

El alfa heterocromatico asintió para dirigirse a la cocina, ahí vio a una mujer de cabellos rojos y con sus ojos igual a los del alfa.

—¿Vas a desayunar cariño?

Jakob negó con la cabeza mientras miraba a su madre con una tierna sonrisa.

—No tengo tiempo, guardame un pedazo si?.

La mujer entendió y sin dudarlo de una vez guardo el trozo de pie para cuando su hijo volviera logrará comerlo.

Se acercó a su madre y deposito un tierno beso en su frente.

—Ich Liebe dich.

La mujer le sonrió a su hijo para asentir,el alfa se dirigio a la salida de la casa para cerrar la puerta y dirigirse a su automóvil.

—Quiero que me lleven a la empresa en menos de 15 min.

El conductor sabía que si no obedecia mínimo se ganaría una gran paliza por parte del alfa.

(...)

Mientras en otro lado se encontraba un alfa de cabellos color vino atentiendo a las personas que llegaban a su cafetería.

Algunos bebian café y acariciaban a los gatitos, mientras otros miraban al alfa qué atendía sin parar a las personas.

La mayoría que lo seguían con la mirada eran omegas, también algunos betas pero bueno, eso no le importaba a hyeon el no tenía tiempo para preocuparse por salir con alguien o ponerse nervioso por que alguien quiera estar con el.

A él solo le importa su cafetería, de ahí viene el dinero para pagar la casa que le está haciendo a su abuelo.

Termino por fin de atender a los demás para luego cuando todos se fueron cambiar el letrero de "abierto" a"cerrado".

Y se dirigio a la bodega para calentar su almuerzo y poder empezar a comer.

(...)

—¡¿Como mierda terminamos así!?.

El Precio De La Maldad [omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora