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No sabía que hacer, sentía su corazón latir rápido y sintió la sangre subir a sus mejillas, de verdad iba a hacer esto?

En toda su vida jamás había tenido que hacer algo así, JAMÁS.

Con cuidado subió a la pila del lavamanos y tomo el lubricante para ponerlo sobre sus dedos, luego metió primero un dedo en su interior y empezó a moverlo, suaves jadeos y un par de gemidos era lo único que salía de sus labios, no podía creer que de verdad este haciendo lo que ese maldito psicópata le dijo.

Pero bueno es lo más sensato, de ante mano le advirtió que no tiene tiempo para prepararlo ya que esta ansioso, prefiere llevarse la vergüenza de hacerlo el mismo al tener el culo rotó por el idiota del alfa que parece no tener al menos un poco de consideración de sus caderas.

Introdujo otro dedo en su interior y empezó a moverlo junto al otro, soltó un jadeo al tocar un punto exacto, ese botón dulce qué lo hizo tener una ereccion, gimió y siguió moviendo sus dedos un poco más rápido.

—Wow... Que buena vista, te estas divertiendo? —una voz grave y deseos a habló detrás suyo.

Sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, y puso su mirada en el espejo y miró al alfa apoyado sobre el marco de la puerta del baño verle de manera fija mientras se mordía el labio inferior de manera leve.

En un rápido movimiento se volteo mirando al alfa con el ceño fruncido, esto de verdad que había sido humillante.

—¡Por-Por que entras así nada más debes avisar antes de hacerlo idiota! —su rostro estaba rojo de la vergüenza y sus piernas temblaban un poco al ver como el contrario se iba acercando cada vez más a su persona.

En un rápido movimiento quedo sobre el lavamanos y sus piernas abiertas, cuando intentó protestar lo único que logró salir de sus labios fue un quejido, el alfa había metido dos dedos en su interior sin previo aviso y sin tardar más el contrario movió rápido sus dedos en el interior del alfa más pequeño.

—Sabes...tenía pensado ser gentil hoy, pero al verte preparándote para mi,es lo suficiente para que pierda la cabeza creeme que me estoy conteniendo para no follarte ahora. —mencionaba el alfa mientras se mordia el labio inferior sin dejar de mover sus dedos.

Hyeon apretó su mandíbula con fuerza y apretó con fuerza los bordes del lavamanos, por que el mundo era tan cruel.

Qué había hecho mal en su vida para seguir sufriendo de maneras tan despreciables.

—Ha..,dime que era lo que me ibas a decir por telefono—hablo entre jadeos hyeon, no podía seguir pensando en que tenía planeado ese bastardo para el.

Jakob saco sus dedos del interior de hyeon para suspirar y empezar a desabrochar su pantalón con rapidez.

—Oh si, esa cosa. —menciono sin interés alguno, luego cargo al alfa y lo llevo hasta la habitación, lo lanzó en la cama y se coloco encima suyo luego saco del cajón un condón para ponerlo sobre su miembro.

Hyeon intento apartarlo un poco más solo recibió un gruñido por parte de jakob.

—Quedate quieto, no estoy jugando necesito meterlo ahora. —sin decir nada más tomo las caderas de hyeon y sin dudarlo entro de una sola estocada.

Hyeon arqueo su espalda al sentir como jakob entraba en su interior, se quejo al sentir el dolor en su entrada.

Respiro con dificultad para intentar calmarse y pensar en otra cosa que no fuera el dolor.

Mientras por parte de jakob este solo gimió de placer para empezar a embestir el interior de hyeon, Dios se sentía genial podía jurar que su interior cada vez que ajusta a la perfección con su miembro.

El Precio De La Maldad [omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora