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Parte 2

Las palabras de Carol seguían y seguían retumbando en su mente, ¿qué tal si tenía razón? Cuanto tiempo había pasado y se sentía como una idiota por no haberse confesado, pero

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Las palabras de Carol seguían y seguían retumbando en su mente, ¿qué tal si tenía razón? Cuanto tiempo había pasado y se sentía como una idiota por no haberse confesado, pero... su amistad con Daryl era especial, lo amaba tanto y no quería que él se alejara de ella por ningún motivo, pero... también quería decírselo. No quería estar con el sentimiento asfixiándola por dentro. Quería decirle que siempre que estaba cerca de ella su corazón palpitaba al mil, que cuando la salvaba se sentía tan protegida y especial, que cuando conversaban se sentía escuchada y apreciada... mierda.

—Hey -saludó Daryl causándole un pequeño susto. No se esperaba que apareciera en aquella banca junto a ella. —, ¿qué haces aquí?

—Hum... nada. Creo que me fastidié un poco. -sonrió y pronto suspiró. — ¿Tú que tal? ¿No estabas con Connie?

Daryl sintió el tono y las palabras de la chica algo extraño, como si estuviera molesta por ello. Daryl decidió molestarla un poco más para intentar saber el motivo de ese tipo de tono.

— ¿Te molesta? -preguntó mientras la veía con aquellos ojos misteriosos. Sabía que Daryl lo decía jugando, siempre jugaba con ella de esa forma.

—Quisieras. -le sacó la lengua y volteó hacia el frente ignorándolo. Aquello mantuvo pensativo a Daryl. Decidió aclarar su duda, por lo que habló de nuevo buscando su mirada.

— ¿Estás segura? -preguntó el hombre, jamás quitándole la mirada de encima. Pudo notar aquellas micro expresiones que hacía la chica, sabía que no le estaba diciendo la verdad.

— ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué sí? -preguntó sarcásticamente. Se escuchó una ligera risa de Daryl, amaba ver a la chica de esa forma. Nerviosa, molesta... celosa.

—No es lo que piensas... al menos no con ella.

Soltó Daryl de pronto y miró hacia el lado opuesto para evitar verla a los ojos y que viera aquel sentimiento que él sentía por ella. Aquello logró que la chica suspirara y se preguntó de nuevo si era momento de decírselo, de confesarle lo mucho que le gustaba. Aunque, con aquello, sentía que Daryl le estaba dando respuesta una a sus preguntas. Tal vez con unos tragos extra hoy se animaría a decirle algo o tal vez más.

Por su parte, Daryl tenía muy claras las intenciones que tenía hacia ella, ya tenía un tiempo atormentándose por no estar cerca de ella, lo cerca que le gustaría estar cada día. Con unos tragos se armaría de valor. Sólo los necesitaba de más para poder decirle algo más específico, estas situaciones no eran lo suyo, jamás lo serían, pero trataría de demostrarle que sentía algo más. Algo más que ambos compartían y que por miedo, lo habían mantenido en secreto.

Ya no más. 

Daryl Dixon - One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora