Diversas historias de Daryl Dixon x Reader, situadas en diferentes temporadas de TWD. Pueden mandarme mensaje privado si tienen alguna idea sobre uno en específico y con gusto lo escribiré.
Espero sean de su total agrado, si tienen alguna sugerenci...
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La luna llena resplandecía en el oscuro cielo. Daryl se detuvo por un momento a mirar las estrellas y respiró profundamente. El día de hoy había sido un día difícil, se sentía cansado... demasiado. Encendió un cigarro y pronto ya soltaba el humo. Recargó su mano en una de sus rodillas y fumó de nuevo. Sintió unos suaves pasos detrás de él y ya sabía quien era aún sin ver.
— ¿Qué haces afuera, Daryl? Está muy frío te enfermarás. -le advirtió la mujer mientras se sentaba junto a él y pronto lo arropaba con una cobija. Daryl miró como la chica lo trataba de cubrir bien del brazo y espalda. Daryl movió su cigarro de lugar y con aquella mano enseguida de la chica la arropó con la misma cobija. -Era para ti.
Daryl sonrió al ver que la chica sonreía ante aquel gesto.
—También tienes frío.
— ¿Qué pasa, Daryl?, ¿estás bien? -preguntó con notable preocupación. Daryl fumó de nuevo y la chica pronto le quitó el cigarro. Fumó mientras esperaba que el hombre hablara.
—Nada, es sólo que me siento cansado. -susurró con aquella voz que hacía temblar a la chica desde que lo conoció. Lo miró y se mordió el labio.
— ¿Fue por la búsqueda de hoy? Glenn a veces fastidia con aquellas anécdotas sobre su antiguo trabajo. -Daryl sonrió y negó mientras miraba a la chica.
—No... sí, pero no me refería a eso, tontita. -le dijo con cariño. Daryl a veces la llamaba de muchas formas, pero siempre le decía en un cierto tono especial que jamás usaba con alguien más. Daryl le quitó el cigarro de la mano y fumó una vez más. La mujer esperó hasta que él decidiera hablar. -Me gustaría... escapar...contigo, tu sabes... No quisiera dejarlos, sólo sería por un tiempo nada más...
El corazón de la chica se aceleró provocándole unos nervios que no podía controlar. No emitió ninguna palaba, pero por su mente corrían miles de pensamientos. No podía creer que Daryl quería escaparse junto con ella. Ya tenían un tiempo siendo más que amigos, pero el sólo hecho de pensar que quería estar sólo con ella logró que se sintiera tan feliz que no podía hablar.
—Pero si tu no quieres... no hay problema. -Daryl la miró con inseguridad y trató de suavizar la situación. —Jamás te obligaré a hacer algo que no quieras y...
—Daryl. -lo interrumpió abruptamente. —No hay nada que me gustaría más que estar sólo contigo. Yo te seguiré siempre a donde sea cuando sea.
Daryl la miró directamente a los ojos y pudo ver la sinceridad en su mirada. Sabía que siempre estaba dispuesta a todo por él, así como él por ella. Desde que se encontraron se habían vuelto inseparables. Un sentimiento cálido se apoderó de él y no pudo evitar sentirse tan afortunado de tenerla a su lado.
Pronto, ella se acercó hacia él y mientras acariciaba su rostro, lo besó con ternura. Daryl la acercó más hacia él y pronto la cobija se había caído. Después de finalizar aquel beso, en un movimiento rápido, Daryl la cargó en sus brazos y la chica rio.
Mañana empezarían aquel viaje que tanto anhelaba Daryl y ahora ella.
