𝐍𝐎 𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 || 𝘾𝙖𝙧𝙡 𝙂𝙧𝙞𝙢𝙚𝙨

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𝗛𝗮𝗰𝗲 𝗨𝗻𝗼𝘀 𝗠𝗲𝘀𝗲𝘀...

Me encontraba afuera de la escuela esperando a mi hermana Hanna para que me recogiera de esta, me dijo que hoy saldría temprano, ya que no tenía cirugías planeadas, cuando de repente observo a gente corriendo a dirección contraria de la que estaba, no estaba muy segura de que era lo que estaba pasando, solo sabía que tenía que moverme o si no alguien me empujaría, cuando voltee vi como una persona ¿mordía a otra? ¿qué mierda?, no tuve otra alternativa que empezar a correr hacia la carretera, todo era un caos en cualquier lugar, gente muerta, desangrándose, pidiendo ayuda, no sabía que hacer, donde ir, ¿y si hermana volvía y yo ya no me encontraba ahí?, pero tampoco podía quedarme o podría morir...

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Perdí la cuenta de cuanto corrí, tuve que dejar mi mochila a mitad de camino ya que estaba bastante pesada no sin antes haber sacado mi navaja que guardaba siempre por emergencias, no podía perder más fuerza, planeaba ir a nuestra vecindad, tal vez Hanna me podría ir a buscar de ese lado, todavía no me sabía el camino a la perfección ya que nos habíamos mudado hace un par de meses.

Estaba cansada y se estaba haciendo de noche, tuve que buscar un lugar en el cual poder quedarme solo por esa noche, seguí caminando y encontré una choza, linda pero vieja, empecé a caminar hacia la puerta por el pasillo de flores de esta, toque la puerta y nadie respondió, toque un poco más fuerte y pude notar a una persona en el mismo pasillo por el que yo antes había cruzado, una persona estaba acercándose a mi, yo no era de confiar mucho en gente extraña era algo que me había enseñado mi hermana, pero al notar su aspecto me asusté, se veía demacrado, y pude notar una mordida en su brazo mientras se acercaba cada vez más, mierda estaba acorralada, empece a forzar a chapa de la choza mientras esa cosa se acercaba a mi, de un momento a otro logré abrir la puerta cayendo al piso cuando abrió, rápidamente me levanté y empece a forcejear la puerta por que la cosa u hombre ese intentaba llegar a mi, metió su brazo por el espacio de la puerta todavía empujándola del otro lado y con todas las fuerzas que me sobraban le corté el brazo y cerré la puerta.

Observe mi playera y mis jeans vi que el maldito me había salpicado con sangre así que investigue la casa para ver si podía conseguir ropa nueva o si no había otra persona o personas como la de hace unos minutos, estaba completamente vacía en ambos pisos , ninguna señal de vida.

Me dirigí arriba para poder acomodarme, se que estaba mal tomar cosas de gente que probablemente ya estaba muerta, pero prefería mi bienestar, me acosté en la que era la cama de la habitación principal, era cómoda y muy suave, a decir verdad no me molestaría quedarme aquí, pero solo estaría una noche tenía que seguir buscando a mi hermana, encontré una libro y una barra de proteína en el tocador que estaba a la par de la cama, rápidamente me la comí, me importaba poco que ya estuviera caducada o algo por el estilo, estaba muy hambrienta y sedienta, pero estaba ya muy cansada para ir a buscar comida o agua, me terminé la barra y leí unas pocas páginas del libro, a los pocos minutos me quede dormida.

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Era un nuevo día y tenía que investigar bien la casa y buscar alimento y agua, busqué una mochila o maleta en el armario y para mi suerte encontré una, me dirigí a la habitación de alado para ver si podía encontrar una poco de ropa, repetir outfit no era lo mío, busqué y encontré una linda playera amarilla, me la coloqué para cambiar la que estaba manchada de sangre, a los jeans los dejé igual y seguí buscando, al terminar me dirigí hacia abajo, a la cocina para ser más exactos, busqué en las alacenas, y solo encontré una lata de frijoles y dos jugos de mango, no era mucho pero era suficiente por ahora, la verdad que eso era mucho en estos días, entonces salí de la casa con navaja en mano y emprendí mi camino a casa.

Camino para allá vi a personas caminando, rápidamente me acerqué para ver si podían ayudarme o decirme en dónde era que me encontraba, pero conforme más me acercaba escuchaba gruñidos, me acerqué un poco más y escuché un golpe tras de mí, volteé rápidamente para ver que había sido, era un niño de tez negra, y le estaba pegando repetidas veces al hombre tras de mi que tenía un parecido con el hombre del día anterior, no supe qué hacer y comencé a correr dirección contraria a él, mala idea, ya que había como doce cosas parecidas como al de la choza, todos con diferentes locaciones de sus mordidas, yo retrocedí y conforme retrocedí un hombre el que supuse que era padre de aquel niño empezó a pegarles y el niño lo ayudó y yo al no saber que hacer me quedé atrás, de un momento a otro volteé y vi que se acercaban más de esa gente o lo que fueran.

-¡Oigan!- ambos voltearon y al ver lo que estaba viendo el señor me agarró de la muñeca y empezó a correr hacia una vecindad, mi vecindad, corrimos y yo veía las calles, las casa destruidas y en mal estado, finalmente llegamos a una casa y yo al no poder hacer otra cosa entre, ya adentro el hombre empezó a poner tablas de madera a la puerta yo solo lo observé y cuando terminó comenzó a hablar.

-¿Quién eres, ¿cómo llegaste hasta acá?, ¿qué es esa sangre en tu ropa niña?, ¿te mordieron?- no me dieron tiempo de reaccionar y al ver que estaban asfixiándome con sus preguntas, tomaron asiento y me preguntaron las mismas preguntas con más tranquilidad.

-Bueno soy Alison, Alison Clarke, llegué caminando con las pocas fuerzas que me quedan y la sangre... fue por defensa propia, y estoy buscando a mi hermana Hanna Clarke, ¿la han visto? vivimos en esta misma vecindad- preguntó ahora yo.

-Hola Alison soy Morgan y el- procede a señalar al niño de tras de el -es mi hijo Duane- quien me saluda con la mano yo la correspondo.

-Mucho gusto Duane-