Capítulo 4: Un Nuevo Hogar

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La decisión de mudarse a la casa de Sakura había sido meditada cuidadosamente por Naruto. Desde que ambos se habían confesado sus sentimientos, parecía natural dar el siguiente paso y unir a sus familias bajo un mismo techo. Los niños también estaban emocionados con la idea, especialmente Sarada y Boruto, quienes habían sido los artífices del plan inicial.

Naruto, Boruto y Himawari pasaron la mañana empaquetando sus pertenencias. Mientras tanto, Sakura y Sarada preparaban su casa para la llegada de sus nuevos compañeros. La casa de Sakura era acogedora, pero necesitarían reorganizar algunas cosas para acomodar a todos. A pesar del trabajo que implicaba, la emoción y la esperanza de un nuevo comienzo llenaban el aire.

### Preparativos

Naruto y Boruto trabajaban en equipo, empaquetando cuidadosamente los objetos más preciados. Himawari, con su inocente entusiasmo, ayudaba a su manera, asegurándose de que sus juguetes estuvieran bien guardados.

—Papá, ¿crees que Sarada y la tía Sakura estarán contentas con nosotros allí? —preguntó Himawari, sus ojos grandes llenos de curiosidad.

Naruto sonrió y se agachó para estar a su altura. —Estoy seguro de que sí, Hima. Todos estamos muy emocionados por esta nueva etapa. Será como una gran aventura.

Mientras tanto, en la casa de Sakura, Sarada organizaba su habitación para compartirla con Himawari. Había apartado un espacio para que su nueva hermana tuviera su propio rincón, lleno de colores y juguetes.

—Sarada, ¿crees que a Himawari le gustará su nuevo espacio? —preguntó Sakura, observando a su hija con orgullo.

—Sí, mamá. Estoy segura de que le encantará. Quiero que se sienta como en casa desde el primer momento —respondió Sarada, con una sonrisa.

### La Mudanza

El día de la mudanza llegó rápidamente. Naruto, Boruto y Himawari se despidieron de la casa que había sido su hogar, llevando consigo solo los recuerdos felices. Sakura y Sarada los recibieron con los brazos abiertos, ayudándoles a instalarse.

La entrada de la casa estaba llena de cajas y muebles, pero el caos estaba impregnado de una energía positiva. Naruto y Sakura se movían de un lado a otro, organizando las cosas y asegurándose de que todos estuvieran cómodos.

—Naruto, ¿puedes ayudarme a mover esto? —preguntó Sakura, señalando un pesado estante de libros.

—Claro, Sakura. Vamos a hacerlo juntos —respondió Naruto, tomando un lado del estante mientras ella tomaba el otro.

Los niños también estaban ocupados. Boruto y Sarada ayudaban a Himawari a organizar su nueva habitación. Himawari estaba emocionada, señalando dónde quería que fueran sus juguetes y sus peluches.

—Sarada, gracias por hacerme un lugar en tu habitación —dijo Himawari, abrazando a su nueva hermana.

—De nada, Hima. Estoy feliz de tenerte aquí —respondió Sarada, devolviéndole el abrazo.

### La Primera Noche

Finalmente, después de horas de trabajo, la casa comenzó a parecer un hogar. Las cajas estaban casi vacías, y cada rincón tenía su propio toque personal. La familia se reunió en la sala, exhausta pero feliz.

—Bueno, creo que hemos hecho un buen trabajo hoy —dijo Naruto, dejándose caer en el sofá.

—Definitivamente. La casa se ve increíble —añadió Sakura, sentándose a su lado.

Boruto y Sarada se sentaron en el suelo, mientras que Himawari se acomodó entre ellos con un gran peluche en las manos. Todos compartieron una cena sencilla pero deliciosa, celebrando su primer día como una familia unida.

Después de la cena, se acomodaron en la sala para una noche de películas. La risa y la alegría llenaron la habitación mientras veían una comedia que Boruto había elegido. Naruto y Sakura, sentados juntos en el sofá, compartían miradas cómplices, disfrutando del momento.

### La Rutina

Con el paso de los días, la familia comenzó a establecer una rutina. Naruto y Sakura se turnaban para preparar el desayuno y llevar a los niños a la escuela. Por las tardes, se reunían para ayudar con las tareas y disfrutar de tiempo en familia.

Naruto y Boruto entrenaban juntos en el patio trasero, mientras que Sakura enseñaba a Sarada y Himawari nuevas técnicas médicas y de combate. La casa estaba siempre llena de actividad y risas.

Un fin de semana, decidieron hacer una excursión al bosque cercano para pasar un día al aire libre. Llevaron un picnic y pasaron el día explorando, jugando y disfrutando de la naturaleza. Boruto y Sarada corrieron por los senderos, mientras Himawari recogía flores y Naruto y Sakura los observaban, felices.

—Es increíble verlos tan felices —dijo Sakura, mirando a los niños con una sonrisa.

—Sí, es como si todo estuviera en su lugar —respondió Naruto, tomando su mano suavemente.

### Un Momento Especial

Una noche, después de que los niños se hubieran ido a dormir, Naruto y Sakura se quedaron en la sala, disfrutando de un momento de tranquilidad. Habían pasado muchas cosas en poco tiempo, pero todo parecía encajar perfectamente.

—Sakura, quiero que sepas cuánto aprecio todo lo que has hecho por nosotros —dijo Naruto, mirándola a los ojos—. No solo por abrir tu casa, sino por abrir tu corazón.

—Naruto, tú también has sido increíble. Nunca imaginé que podría sentirme tan completa de nuevo. Gracias por estar a mi lado —respondió Sakura, apretando su mano.

Se miraron en silencio por un momento, sintiendo la profundidad de su conexión. Naruto se inclinó hacia ella y, lentamente, la besó. Fue un beso suave y lleno de promesas, marcando el comienzo de una nueva etapa en sus vidas.

### Complicidad de los Niños

Al día siguiente, Sarada y Boruto notaron la nueva cercanía entre sus padres. Se dieron cuenta de que su plan estaba funcionando mejor de lo que habían esperado. Decidieron seguir ayudando, esta vez organizando una cena especial solo para Naruto y Sakura.

—Boruto, ¿crees que deberíamos hacer algo más para ellos? —preguntó Sarada, mientras planeaban la cena.

—Sí, podríamos hacer que pasen más tiempo juntos. Quizás una cita o algo así —respondió Boruto, entusiasmado.

Prepararon la cena con esmero, decorando la mesa con velas y flores, y cocinando sus platos favoritos. Cuando llegó la noche, sorprendieron a Naruto y Sakura con la cena.

—¿Qué es todo esto? —preguntó Sakura, sorprendida.

—Es una noche especial para ustedes dos —dijo Sarada, sonriendo.

—Nos encargaremos de todo. Solo disfruten —añadió Boruto, guiñando un ojo.

Naruto y Sakura, conmovidos por el gesto, disfrutaron de una velada mágica. La cena fue deliciosa y la conversación fluida, llena de risas y recuerdos compartidos.

Después de la cena, salieron al jardín y se sentaron bajo las estrellas. Naruto abrazó a Sakura, sintiendo una profunda paz.

—Este es solo el comienzo de algo maravilloso —dijo Naruto, mirando al cielo.

—Sí, y no podría pedir nada más —respondió Sakura, apoyando su cabeza en su hombro.

Mientras los niños los observaban desde la ventana, sonrieron con satisfacción. Habían logrado unir a sus padres y crear una nueva familia, llena de amor y esperanza.

La casa de Sakura, ahora también hogar de Naruto, Boruto y Himawari, se convirtió en un símbolo de nuevos comienzos. Juntos, enfrentaron los desafíos y celebraron los momentos felices, construyendo un futuro lleno de promesas y sueños compartidos.

Narusaku una traición con recuperaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora