Mientras Jaime, Miyeon y Rudy descansaban después del intenso entrenamiento en el laboratorio subterráneo, Svetlana emitió un aviso.
—Hay un helicóptero pasando sobre nosotros. No parece una amenaza inmediata, pero su trayectoria es preocupante.
Jaime se acercó a la pantalla holográfica que mostraba la vista del helicóptero desde las cámaras de seguridad. Observó cómo el aparato volaba en dirección a su casa.
—Ese helicóptero va hacia mi casa —dijo Jaime con urgencia.
Decidieron salir a la terraza para tener una mejor vista. El cielo estaba despejado, y el sonido del helicóptero se hacía cada vez más fuerte. Jaime observó con preocupación mientras el helicóptero se acercaba peligrosamente a su hogar.
—Tengo que ir con mi familia. Sin pensarlo dos veces, se lanzó al vacío desde la terraza. En el último momento, Khajida se activó en modo de protección, desplegando los propulsores que le permitieron volar.
Miyeon y Rudy observaron cómo Jaime desaparecía en la distancia, dirigiéndose rápidamente hacia su casa. Miyeon y Rudy intercambiaron una mirada. Aunque Rudy no era el tipo de persona que se dejaba intimidar fácilmente, había algo en la seriedad de la situación que le hizo sentirse un poco inquieto.
—Vas a tener que quedarte solo —dijo Miyeon mientras su traje comenzaba a cubrir su cuerpo. La masa blanca se extendió rápidamente, cubriéndola hasta los ojos, antes de que la armadura rosa se formara sobre ella. Sus alas cristalinas se desplegaron con un resplandor.
—Estaré bien —respondió Rudy, aunque su tono no era del todo convincente.
Miyeon asintió, y en un instante, estaba en el aire, volando tras Jaime. Mientras ascendía, sintió la adrenalina recorrer su cuerpo. Sabía que cada segundo contaba, y que cualquier retraso podía significar un gran peligro para la familia de Jaime.
Volaron en formación, con Jaime a la cabeza y Miyeon siguiéndolo de cerca.
El paisaje de Palmera City se extendía debajo de ellos, con las luces de la ciudad parpadeando como estrellas en la noche.
Cada vez se acercaban más a la casa de Jaime, y la tensión en el aire era palpable.
Jaime miró hacia atrás brevemente, asegurándose de que Miyeon lo seguía.
A pesar de la situación, se sintió reconfortado al saber que no estaba solo en esto.
Finalmente, divisaron el helicóptero que estaba descendiendo cerca de la casa de Jaime.
—Prepárate para lo que venga —dijo Miyeon a través del comunicador— esto puede ponerse feo.
Jaime asintió, aunque sabía que Miyeon no podía verlo.
Su mente estaba enfocada en una sola cosa: proteger a su familia.
Mientras se acercaban a su destino, se prepararon para enfrentar lo que fuera necesario, con la esperanza de que juntos pudieran superar cualquier obstáculo.
Jaime y Miyeon descendieron rápidamente, listos para enfrentarse al grupo de hombres de traje negro y cascos especiales enviados por Victoria.
La batalla comenzó de inmediato, con ambos luchando con todas sus fuerzas contra los atacantes bien entrenados.
La escena era un caos de movimientos rápidos y ataques precisos.
Miyeon se movía con agilidad y precisión, utilizando sus alas cristalinas y su armadura rosada para desarmar a los enemigos.
Sus golpes eran precisos, y cada movimiento mostraba su destreza en combate.
Jaime, con la ayuda de Khajida, lanzaba ataques poderosos, neutralizando a varios adversarios a la vez.
El poder del escarabajo se manifestaba en rayos de energía y defensas impenetrables.
A pesar de su valentía y habilidades, el número de enemigos y su coordinación superior empezaron a pasar factura.
Jaime, mientras peleaba, se distraía momentáneamente al ver a Miyeon auxiliando a Milagros y Alberto, su padre, que estaban atrapados en medio del caos.
La preocupación por su familia le hizo perder la concentración, y ese instante de distracción fue suficiente para que un enorme artefacto llamado La Garra, un inmovilizador de gran tamaño, se activara y atrapara a Jaime con fuerza.
—¡Miyeon! —gritó Jaime, luchando por liberarse del inmovilizador, pero sus esfuerzos eran en vano.
Miyeon, también conocida como Alexa, al ver a Jaime atrapado, dejó inmediatamente a Milagros y Alberto y corrió hacia él.
Sin embargo, Carapax intervino. Con un golpe brutal, Carapax lanzó a Miyeon contra la casa de Jaime.
El impacto fue tan fuerte que, segundos después, la casa explotó, quedando casi sepultada bajo los escombros.
La explosión iluminó la noche con un destello cegador, y el sonido ensordecedor resonó en toda la vecindad.
A pesar del devastador golpe, Miyeon sobrevivió gracias a la resistencia de su traje, pero quedó inconsciente, su cuerpo apenas visible entre los restos humeantes.
Jaime observó impotente mientras Carapax se acercaba y lo arrastraba hacia el helicóptero.
—¡Miyeon, ayúdame! —gritaba Jaime desesperado, su voz llena de angustia.
Pero Miyeon no respondía; yacía inconsciente entre los escombros de lo que una vez fue la casa de Jaime.
Carapax, sin piedad, metió a Jaime en el helicóptero, que despegó rápidamente, llevándose consigo al joven héroe atrapado y dejando a Miyeon atrás, sumida en la oscuridad de la inconsciencia.
Mientras el helicóptero se elevaba, Jaime miraba hacia abajo, observando la devastación.
El ruido de los motores del helicóptero se mezclaba con los latidos acelerados de su corazón.
Sabía que su destino ahora estaba en manos de Carapax y de Victoria.
La incertidumbre y el miedo se mezclaban en su mente, pero también sentía una determinación feroz.
No se rendiría sin luchar.
—Finalmente, El Escarabajo es nuestro —dijo Victoria sonriente.
Jaime no respondió.
Su mente estaba llena de pensamientos sobre cómo escapar, cómo proteger a su familia, y cómo salvar a Miyeon.
Mientras el helicóptero se alejaba, los últimos restos de la explosión se apagaban, y la figura de Miyeon se hacía cada vez más pequeña a la distancia.
Pero en su interior, Jaime sabía que esta batalla aún no había terminado.

ESTÁS LEYENDO
𝗡𝗜𝗡𝗘𝗧𝗘𝗘𝗡 ||Blue Beetle||
FanfictionDonde Jaime Reyes se convierte en un héroe inesperado después de ser elegido por el misterioso Escarabajo, dotándolo de poderes alienígenas. O... Donde Jaime, ahora con habilidades sobrenaturales, enfrenta nuevos desafíos y descubre un amor inespera...