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—¡¡Aah!! —Un chillido fue audible probablemente para todo Magnolia, seguido de aquel relámpago que había zurcado el cielo, unos cuantos segundos antes de que el ensordecedor trueno la hiciera gritar, y esconderse un poco más entre las sábanas.
Estar sola en casa, sin electricidad, cuando una tormenta eléctrica de lo más potente se desarrollaba en el exterior, no era algo que le implantara mucha seguridad.
Lucy tenía miedo de las tormentas. Los truenos la hacían sobresaltar, y los relámpagos buscar refugio entre las sábanas, intentando bajo ninguna circunstancia moverse, quizás por miedo a que alguno de esos rayos se desviara hacia ella. Así había sido durante cierto tiempo. Aunque su miedo se había disipado con el tiempo, y ya no era tanto como cuando era una niña, seguía sintiéndose al completo indefensa estando sola durante una tormenta.
Esa noche, deseaba más que cualquier otra que Natsu y Happy se colaran por su ventana, a hurgar entre sus cosas, meterse en su nevera, comerse su comida y desquisiarla con sus tonterías. En serio desearía que pasara.
Pero estaba segura de que no sería así.
No porque Natsu no estuviera en la ciudad. Ni porque estuviesen enojado ni nada parecido.
Simplemente Lucy dudaba que existiera una persona capaz de cruzar la ciudad a esa hora de la noche con tal tormenta presente. Nisiquiera a Natsu, la persona con menos sentido común que conocía, lo imaginaba en esas circunstancias.
Su cuarto se iluminó, y ella se hizo un ovillo en su cama, cubriendo sus oídos, lista para recibir el sonido del trueno que vendría a continuación. Su casa retumbó, y Lucy sintió deseos de llorar.
Por alguna razón, las tormentas la hacían rememorar los momentos más angustiosos de su vida. De su niñez. Esas noches que pasó llorando en su habitación, con miedo por estas mismas, sin su madre que pudiera consolarla. Toda su niñez siendo ignorada, y tratada mal por su padre. Las tormentas tenían el efecto de recordarle ese tipo de cosas desagradables, y por tanto su lado sensible se activaba.
Ahora, se sentía como una niña indefensa que necesitaba ser protegida. Ahora más que nunca, necesitaba sentirse cuidada.
Chilló una vez más cuando otro relámpago la iluminó, y seguido de eso comenzó a llorar. Más aunque lloraba, había tomado su almohada y comenzado a abrazarla, mientras se intentaba dar ánimos a sí misma.
—Vamos, Lucy... solo es una tormenta —Murmuraba entre sollozos —. Mañana pasará. Te haz enfrentado a cosas peores.
Su cuerpo estaba de espaldas a la ventana, con tal de no mirar al exterior y de esa manera, no seguir alimentando su miedo. En cierto momento sintió algo frío en su espalda. Gotas, pareciera de lluvia. Se espantó al pensar que la ventana se hubiera abierto, pues temía voltearse y tener que enfrentar de frente a aquella tormenta, todo por cerrar la maldita ventana.
Pero, tan pronto como su cuerpo se entumeció al contacto con la última gota de lluvia que la tocó, sintió otro tacto diferente. Este cálido, por completo. Eso la confundió.
Volteó un poco su cabeza al sentir que algo la tocaba en su hombro, encontrándose con aquello que más deseaba encontrar esa noche. O mejor dicho "aquellos".
—N-natsu... Happy... —Murmuró llorosa, girando completamente su cuerpo hacia ellos.
—¡Hola, Luce!
—¡Aye!
Sus ojos se cristalizaron aun más esta vez. Gotas saladas escaparon sin poderlo evitar, tan solo con contemplar aquella maravillosa escena.
Natsu Dragneel, y ese pequeño pero inteligente Exceeds que siempre lo acompañaba, estaba allí, empapados por aquella furtiva tormenta a la que se habían enfrentado, con ella, junto a ella, en su cuarto.
—Chicos... ustedes... —La voz le tembló. Se sentó en la cama con el objetivo de estar a la altura de Natsu, quien se había sentado justo allí importándole tres pepinos estar todo mojado... sobre su cama. Pero bueno, Lucy actualmente lo que menos le importaba era su cama —. ¿C-como... que hacen aquí? —Cambió su pregunta, impresionada por la presencia de ambos.
Happy se sacudió, mojando un poco a Lucy en el proceso, y luego sonrió con alegría.
—Hay una fuerte tormenta. Natsu dijo que no podíamos dejarte esta noche. Porque tú vives sola —Contestó él gato, exprimiendo su cola.
Natsu también sonrió cuando Lucy llevó su sorprendida mirada hacia él. Luego se rascó la cabeza con gesto nervioso.
—Tienes miedo de las tormentas ¿cierto? —Le dijo, sorprendiéndola aún más —. No íbamos a dejarte sola si sabíamos que tenías miedo.
—¿Como sabes eso? —Quiso saber, curiosa por tal asunto.
—Eh... —Natsu sudó frío, y Happy, captando la señal de alerta, voló lo más rápido que pudo fuera de aquella habitación, hacia la sala quizás, o la cocina. Sólo no deseaba estar en presencia de ese momento tan peligroso —. Jeje... es-estuvimos leyendo... tal vez un poco —Lucy lo escudriñó con la mirada, a espera de que concluyera su oración —... tu diario.
—¡¿QUÉ?! —Lucy exclamó, con sus ojos saliendo de su órbita.
Happy, desde donde fuera que estuviera, gritó:
—¡Estábamos aburridos y lo confundimos con una de tus novelas! ¡Por favor Lushy, perdónanos la vida!
A Lucy le nació un tic en el ojo, y por un segundo olvidó el lindo gesto de ambos de sus amigos de cruzar aquella tormenta para hacerle compañía, pasando a sentir entre furia y vergüenza.
En ese diario tenía muchas cosas... ¡Cosas muy vergonzosas que Natsu, y el chismoso de Happy no podían leer! ¡Pero sobre todo Natsu! ¿Hasta donde había leído? ¡Los iba a hacer puré de papilla a los dos!
Natsu retrocedió asustado tras ver el aura terrorífica que había aparecido alrededor de Lucy. En aquel momento, esa rubia mujer daba incluso más miedo que la mismísima Titania.
—Lu-Lucy... —Habló, pegándose a la ventana, que ya estaba cerrada, por inercia.
—yo... —Lucy prácticamente gruñó —. ¡Yo lo voy a... !
La habitación se iluminó como nunca antes lo había hecho, haciendo parecer que era completamente de día. A esa luz, la siguió un sonido incluso más fuerte que él último, capaz de derribar parecer, romper tímpanos, hacer saltar corazones cobardes, y hacer que un Exceeds volará a todo lo que sus alas le permitían hacia la habitación nuevamente, mientras gritaba. Junto con el grito de Happy, se escucharon otros dos, y cuando el terrorífico instante terminó, se reveló la escena que ahora se había creado en el cuarto de Lucy.
Sobre la cama, el Dragón Slayer se hayaba tumbado de espaldas contra el colchón, con cierta Maga Celestial sobre él, abrazada a su torso con los ojos cerrados a más no poder. Natsu también la abrazaba, igual de exaltado, no porque él tuviese miedo a los truenos ni nada parecido... pero la impresión de una Lucy enojada, más aquel repentino relámpago lo habían asustado como nadie antes lo había logrado. Happy estaba bajo la cama, abrazando una almohada que de alguna manera había llegado allá abajo. Los brazos de Natsu envolviendo a Lucy con mucha fuerza, tensos por el repentino susto vivido.
Lucy alzó la mirada un poco, sonrojándose al ver la situación. Sin embargo, no se apartó. Un puchero se formó en sus labios mientras Natsu ahora daba palmadas sobre su espalda, como si se tratara de un bebé,intentando calmarla.
Happy se subió a la cama, y al instante Lucy también lo abrazó. Suspiró acurrucada a el cálido cuerpo de Natsu, cerrando sus ojos al ya haberse pasado un poco el miedo. Natsu también cerró los ojos, abrazando tanto a Happy como a Lucy, creyendo que ya todo estaba resuelto.
—Hoy quédense y apuchunguenme... —Soltó Lucy, haciendo que Natsu abriera un ojo —. Pero mañana nadie los salva de la paliza que les daré por intrusos.
Natsu sonrió, apapachándola aún más contra él. Mañana le iban a doler muchas partes del cuerpo. Como que se lo presentía.
E.N.D.
😁😁😁😁
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One-Shots ¡NaLu!
RastgeleUn montón de One-shots que se me ocurren cuando estoy aburrida XD Garantizo el Nalu aunque puede que añada otros ships que me gusten, como Gruvia, Gale y Jerza :3 Habrá romance, pero comedia en mayor cantidad ^^ disfrutenlos :3 ⚠️ Nada de conteni...