Twelve.

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Cuando Max aceptó aquel trato con Pierre, nunca pensó en lo que esto conllevaría, porque bueno, él creyó que había engañado al niño, pero no fue así. Ahora tenía que aguantar casi todas las tardes a Pierre, porque sí, el niño se había tomado muy en serio lo de ver a Yuki todos los días.

-¿Pero qué no tiene casa o algo?- Se quejó Max mientras veía a los dos menores jugar. -Yo a su edad, ya estudiaba y trabajaba.-

-No seas mentiroso, a tus doce años seguías sacandote los mocos.- Sergio le debatió. -Déjalos, son niños, deben de divertirse además de que no están haciendo nada malo.-

-Pero es que siempre esta aquí y cuando no viene le manda ramos gigantes de flores.- Lloriqueo dramáticamente. -Es mi casa, no una florería.-

-Deberías de agradecer que sea un niño romántico.- Ahora Lando fue quien le contestó. -Supongo que son los genes franceses. ¿Todos serán así?-

-Una vez conocí a un francés y era tan romántico.- Charles contó mientras veía de reojo a su marido. -Nunca conocí hombre igual.-

Bueno ahora Max no era el único que tenía mala cara, Carlos y Daniel también se habían unido a las muecas, aunque cada uno por razones distintas.

-El punto aquí es que es demasiado ostigoso.- Carlos apoyó al neerlandés. -Y le ocupa toda su atención, ya ni nos hace caso.-

-Sí, es obsesivo.- Daniel agregó. -El otro día me ignoró cuando llegue por estar jugando con Pierre, ni siquiera me saludó, fue hasta que le hable directamente que me notó.-

Oh sí, al parecer los tres hombres estaban celosos del pequeño francés, se sentían desplazados e ignorados por Yuki, así que si les preguntaban a ninguno le agradaba el niño y siempre encontrarían mil excusas por las que no sería una buena pareja. Caso contrario a sus esposos, los donceles estaban encantados con el pequeño, les parecía romántico y muy educado, un buen chico.

-Todavía el otro niño, Logan, él sí me cae bien.- El rubio agregó. -Y se lleva con Yuki solo dos años, no cuatro, esos cuatro años son demasiado.-

-Te cae bien, pero te apuesto a que si intentara ser pareja de Yuki de igual forma le encontrarías mil excusas.- El mexicano dijo cansado. -Y deja el drama, nosotros nos llevamos cinco.-

-Mientras no sea Esteban, estoy bien.- El español contestó y todos estuvieron de acuerdo.

Dos meses habían pasado desde que eran oficialmente padres, las cosas habían estado muy bien luego de aquella noche en la que Yuki se permitió sentir, el niño había mejorado considerablemente, la terapia para duelo había servido mucho y aunque Max no quisiera admitirlo, Pierre había sido de gran ayuda para que su hijo estuviera mejor, pues el niño siempre estaba buscando hacerlo feliz. A pesar de que el neerlandés no se veía a sí mismo como padre, lo hacía bien, era alguien comprensivo, amable, paciente y cariñoso, aunque la palabra que más lo definía como padre, era protector.

El rubio se había vuelto sumamente protector con su hijo, al grado de que había mandado a dar una lección a un par de vendedoras en una tienda de ropa que se habían burlado cuando el pequeño Yuki mostró interés por una playera estampada, el par de locas lo habían llamado "bobo". Y si bien Sergio se había encargado personalmente de darles una golpiza ambas señoras -lo cual sorprendió a Max pues no creía que su esposo supiera pelear.- el neerlandés también había tomado venganza, una un poco más retorcida y dolorosa, pero había tenido efecto pues ahora todos sus conocidos así como sus enemigos sabían que además de Checo, la única persona que no podían ni tocar era Yuki.

Su rutina había cambiado mucho en ese tiempo, pasó de llegar y encontrar solo a su esposo, a ser recibido por un pequeño niño que entre gritos y risas lo recibía saltando hacía sus brazos, lo cual le encantaba. El pequeño había traído un nuevo enfoque a su hogar, pues ahora habían fotos del niño, cortinas de colores, dibujos pegados al refrigerador o enmarcados, además de una habitación llena de peluches, una pequeña cama, libros de dinosaurios y un closet lleno de ropa para el menor.

Max estaba encantando con ser padre, amaba las noches de pijamada o los fines de semana en los que llevaban al menor a cualquier lado y amaba que tanto él como Sergio aprendieran a regular su vida como pareja y su vida como familia, porque a pesar de esta nueva etapa no habían dejado de lado el ir a citas o tener noches románticas solo para ellos, todo gracias al apoyo de los padres del rubio quienes cuidaban de Yuki en aquellas ocasiones.

-¡Papá Max!- La voz del pelinegro lo llamó emocionado. -¿Qué es una fiesta de cumpleaños?-

-Es un pequeño festejo, como al que fuimos antes, donde conociste a Pierre, son parecidos solo que en un cumpleaños hay pastel y estas con las personas que más quieres.- Le explicó.

-¿Puedo tener una fiesta de cumpleaños?- Yuki le preguntó ilusionado y el neerlandés lo entendía, pues al haber sido solo el niño y su abuelo, el pelinegro no había tenido nunca un festejo grande.

-Sí, mi amor. Pero es hasta que sea tu cumpleaños ¿Está bien?- El mayor aprovechó para abrazar a su hijo mientras le daba una mala mirada a Pierre y le enseñaba la lengua.

-Esta bien.- El aludido contestó. -¿Cuándo me case con Pierre, también tendré una fiesta de cumpleaños?-

El neerlandés pudo sentir su corazón parar en ese momento, dejó salir un gemido lastimero mientras soltaba al niño solo para mirar a Sergio quien se reía de él junto con Charles y Lando.

-Claro que sí, pero eso es una boda, es algo un poco distinto.- Esta vez fue el mexicano el que habló.

-Mmh, esta bien.- El niño hizo el ademán de irse. -Voy con Pierre.-

-Ves, ya me cambió, no tiene ni dos meses aquí y ya me cambió.- Una vez que el pelinegro estuvo fuera se quejó.

-Pero los donceles somos los dramáticos.- Murmuró Charles. -Quién te viera, el gran jefe de la mafia, llorando porque su hijo tiene un enamoramiento, pero eras el todo poderoso al que nunca nadie iba a domar. ¡Oh gran Max! Te ha llegado tu karma.-

-Deberías cambiar ese plato de comida por un tazón de croquetas, puedo comprarte el collar.- Ahora fue Lando quien se burló. -Porque nombre de perro, ya tienes.-

-De jefe de la mafia a dominado por su esposo e hijo.- El monegasco se volvió a reír.

-Ya estuvo suave ¿no?- Contestó de forma golpeada, aunque sintió el arrepentimiento de inmediato. -¿Qué les hice yo para que se burlen así de mi?-

-Oh Charles sigue rodando por allá, con ese suéter pareces una naranja.- Contestó Leclerc imitando su voz. -Esta tan fuerte el calor que hasta te inchaste. ¿Hace cuántos kilos que no nos vemos?-

-A mí no me hiciste nada, pero soy solidario.- El británico completo para después chocar el puño con Charles y lamentablemente para Max, repetir esa acción con Sergio.

-Nunca subestimes a un doncel, amor, puede que en ese momento no te hayan dicho nada.- El rizado le dijo con una pequeña risa. -Pero créeme que en cuanto se pueda tomaran venganza, es como un karma.-

Y Max hubiese agradecido si aquel consejo se lo hubieran dado años antes, cuando Charles recién estaba embarazado y él se mofaba de ello a cada rato.

Dedicado a azejandra lo siento por lo emocional del otro capítulo.

Volvemos a la programación normal que se basa en Checo sacando a pasear a Max.

Bɑხƴ ᥉ɑıᑯDonde viven las historias. Descúbrelo ahora