El acto que devora el corazón (Contenido explícito)

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Advertencia: Es un One-shot obsceno, muuuy obsceno. 🌚🔥

Shikamaru no estaba realmente interesado en las apariencias físicas, aunque ciertamente hacía las cosas un poco más interesantes cada vez que Temari se inclinaba hacia adelante y dejaba ver un poco de piel, o cuando le lanzaba su típica sonrisa traviesa. Eso no quería decir que no mirara, porque entonces estaría mintiendo. Pero se prometió a sí mismo desde joven no caer prisionero de una cara bonita, o de un atisbo de piel que hacía balbucear a la mayoría de los hombres.

Pero cuando Temari miraba el tablero de ajedrez con el ceño fruncido, y su mano frotaba su barbilla pensativamente, a Shikamaru le costaba mantener sus pensamientos en el juego frente a él. Durante la noche, ella vestía significativamente menos ropa en comparación con lo que solía usar durante el día, usualmente en forma de una camiseta de malla suelta y cómodos shorts negros ("de Kankuro", le había dicho Temari cuando él comentó vagamente sobre los largos cordones, resultado de tener que ajustar la cintura a su mucho menor tamaño). Estaban sentados en el medio de la pequeña habitación de la posada de ella, y la bombilla deslucida sobre sus cabezas proyectaba un cálido resplandor en las mejillas sonrojadas de Temari.

De repente, Temari curvó sus labios y finalmente hizo un movimiento. "Ahí," dijo con voz ronca, y Shikamaru miró el tablero. Ella le había puesto en jaque, pero Shikamaru encontró fácilmente tres aperturas. Hizo su movimiento, y Temari frunció el ceño ante esto, y suspiró, frotándose el labio inferior con su dedo índice.

Shikamaru se recostó sobre sus dos manos y la miró a través de sus párpados entornados. Se estaba haciendo tarde, y si no llegaba pronto a casa, su madre montaría una escena que duraría hasta la mañana. En ese momento, sin embargo, no le importaba; no todos los días Temari jugaba shogi con él, debido a las frecuentes reuniones sobre los próximos exámenes Chuunin. Y verla en profunda concentración, observar cómo acariciaba sus piezas con un dedo curioso, valía el regaño que sin duda enfrentaría cuando llegara a casa.

Temari lo miró y le dio una sonrisa avergonzada. "Estoy atascada," le dijo, reclinándose también, sus pechos bastante visibles a través de su camiseta de malla, y Shikamaru contempló la escena sin un ápice de vergüenza. No sería la primera vez que miraba y a Temari no parecía importarle.

"Eso es porque te tengo en jaque mate," le dijo finalmente Shikamaru, ignorando la mirada exasperada que ella le lanzó. "¿Otra partida?"

"¿No deberías irte a casa?" Contrarrestó Temari, pero empezó a reacomodar las piezas de todas formas. "Realmente no deberías hacer eso, ¿sabes? Darle falsas esperanzas a la gente es simplemente cruel."

"Mm." Como si ella pudiera vencerlo alguna vez, pero Shikamaru no se atrevía a decírselo. Mientras fallaba repetidamente en vencerlo en shogi, ella lo dominaba durante el entrenamiento, típicamente en forma de taijutsu y combate a larga distancia.

Y de otras maneras también, añadió con un pensamiento posterior, observándola perezosamente mientras ella decidía en silencio que haría el primer movimiento en su nuevo juego de ajedrez.

De todas formas, le gustaba mirarla así. La manera en que lo desafiaba a otra ronda de ajedrez. La forma en que se concentraba en su siguiente movimiento. La manera en que se frotaba la barbilla y el labio inferior. La manera en que se inclinaba ligeramente, con los codos sobre las rodillas, mostrando una cantidad impresionante de escote. La manera en que se interesaba ávidamente en el shogi, después de verla jugar con Asuma-sensei.

La manera en que el juego inevitablemente terminaba con un beso... y algo más.

Y luego, como si leyera sus pensamientos, Temari levantó la mirada hacia él con una sonrisa inquietante, y Shikamaru sintió que su boca se secaba de anticipación.

COMPILADO SHIKATEMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora