COMPILADO SHIKATEMA

Perdido en la lluvia

Autor: ishxallxgood
Plataforma: fanfiction.net

La corriente fluía constantemente hacia el sur, las rápidas corrientes corrían hacia su desembocadura, arrastrando todo. Se agachó, dejando que el agua corriera entre sus dedos, lavando los restos de sangre que aún permanecían en sus manos. Se quedó mirando los finos rastros de rojo que apenas manchaban el agua que fluía antes de que fuera arrastrada por la corriente y mezclada con la clara frescura del arroyo. Recogió un poco del agua clara que fluía y se la llevó a los labios. El agua helada se deslizó por su garganta y sintió que le calmaba el interior. Mientras se salpicaba más la cara, lavando los restos restantes de su matanza anterior, se sintió sorprendentemente renovada.

Después de beber hasta saciarse del agua fresca, se recostó contra un árbol y miró más allá del dosel de hojas verdes. Los rayos del sol se reflejaban en la corriente de tres metros de ancho, mostrando su brillo mientras escapaba del confinamiento del espeso bosque. Ella sonrió mientras veía las nubes flotar en el claro tallado por el arroyo, no tenía ninguna duda de que él estaba mirando las mismas nubes en ese momento.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvo de regreso en este lugar, rodeada de espesa vegetación y espesa humedad. Tres años, dos meses y veintisiete días para ser exactos, no es que estuviera contando. Cada vez que pensaba en ello, todavía podía sentir esas emociones nadando dentro de ella, todavía podía ver las lágrimas que manchaban su rostro, todavía podía sentir el frío de esa noche de verano, y todavía podía saborear las lágrimas saladas que goteaban. su propio rostro. Odiaba ese sentimiento de absoluta desesperación; era débil y tonto, él no era más que una aventura infantil, algo que no debería haber ocupado su corazón. Tenía cosas más importantes de las que ocuparse, asuntos más urgentes; como su deber para con su país, su deber para con sus hermanos, pero aún así dolía, todavía era insoportable. Suspiró, al pensar que tres años, dos meses y veintisiete días hubieran sido suficientes para reparar un corazón roto, al parecer estaba equivocada.

Se levantó y miró hacia el este, hacia el pueblo escondido dentro de la gran extensión del bosque, hacia el lugar que sabía que él estaría. A pesar de todas las razones para retroceder, sintió que su cuerpo seguía adelante, hacia un dolor de corazón inminente, hacia un pasado que tan tontamente dejó de lado hace años. Sabía que debía dar media vuelta, dirigirse hacia el oeste y regresar a casa; su misión estaba completa, su objetivo obtenido, pero ya estaba demasiado profunda en el País del Fuego para regresar ahora, estaba demasiado lejos para ignorar la sensación de ardor en su pecho.

*****

Se quedó allí tumbado, mirando las masas apretadas de altocúmulos que pasaban por encima de él, perdido en sus pensamientos. La mañana de finales de agosto era cálida y húmeda, lo que hacía que la camiseta se le pegara incómodamente a la piel húmeda. Suspiró, dando la bienvenida a la inminente tormenta que seguramente seguiría más tarde ese día; al menos lo aliviaría de esa incómoda pegajosidad.

Sus pensamientos danzaban en su cabeza, algunos eran de la misión que acababa de completar, de cómo logró volver con vida, de lo que habría pasado si su brillante plan hubiera fallado, pero en su mayoría eran de ella, de su cabello dorado como se deslizó entre sus dedos, de su suave piel bronceada contra la de él, de ese dulce y suculento olor a lavanda y menta. Cada vez que se acostaba en ese lugar pensaba en ella, en los muchos días y noches que habían pasado juntos, mirando al cielo, perdidos en la compañía del otro. De todos los amigos que ha conocido, de todas las personas que alguna vez estuvieron cercanas a él, ella fue la única que lo encontró aquí, fue la única que sabía dónde estaba su lugar secreto. Muchas veces se preguntaba cómo se enteró, cómo ella, de todas las personas, fue ella la que pudo elegir su único claro aislado en todo Konoha.