8-DULCES SUEÑOS

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Ir en el tren era aburrido y molesto, pero ahora era un peligro.

La convivencia con Wang Yibo no era algo que yo esperaba y ahora tenía a esa caliente y descarado león metido en mi casa...

¡¿En qué estaba pensando?!

¿Soy idiota?

Gruñí frustrado y me apoye sobre la baranda del asiento del tren. Estábamos en el final del vagón, todos estaban concentrados en lo suyo y quejándose de los focos fundidos, era de noche y a penas podíamos ver.

Wang Yibo había insistido en estar parado junto a mi para evitar que otras personas se pegaron mucho y tuviéramos un incidente, sospecho que odia los trenes, es un hombre de taxis...eso es divertido

Hace mucho calor aquí y siento que mi cuerpo sigue caliente por la fiebre.

—¿Qué sucede? ¿Estás bien?—cuestionó Wang Yibo hablando desde atrás de mí dejando que su aliento cayera sobre mi cuello

—Solo tengo algo de calor...

—Tal vez tu camisa está demasiado alta —dijo y me sostuvo de la cintura con una mano, para después usar la otra para desabrochar los primeros botones de arriba de la camisa

—¿Qué? ¿Qué haces?—temblé nervioso

—Solo te estoy ayudando...—sonrió quitando tres botones más y metió su mano dentro de la camisa

—Yi...—quise decir su nombre pero tapó mi boca con su mano

—Shh...no hagas ruido...no es bueno llamar la atención en un tren

Besó mi cuello y acaricio mi pecho con su mano subiendo lentamente hasta uno de mis pezones y apretándolo

—Ugh....mmm...—cerré los ojos avergonzado

¿Cómo es que esto me ayudará a bajar la fiebre?

Continuó apretando mis pezones ahora con ambas manos mientras yo me mordía los labios para no hacer ruido.

Sentía que mi cuerpo se calentaba en lugar de enfriarse.

—No...no está funcionando...—murmuré agitado

—¿Enserio? Entonces...—me sostuvo con fuerza del pecho y bajo su mano despacio hasta meterla dentro de mi pantalón

—N...no...

—Es por tu bien...solo quiero revisarte...—susurró antes de lamer mi oreja

—¡Espera!

Sentí un fuerte golpe en la cabeza y desperté en el suelo junto a mi cama.

¡Maldición!

¿Qué pasa conmigo?















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—¿Estás seguro de que estás bien? Me preocupa el golpe tan fuerte que te diste en la mañana —dijo Wang Yibo apoyándose en uno de los asientos

—Estoy bien...—murmure sonrojado

Esto es demasiado vergonzoso...

No solo había caído de la cama, si no que al parecer tenía recuerdos de Wang Yibo cuidando de mi durante la noche mientras estaba delirando por la fiebre

Espero no haber dicho nada que ponga en peligro mi integridad...

Por suerte esa mañana habíamos conseguido un asiento, y el insistió en que yo me sentara, apoyándose junto a mi sostenido de la baranda.

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