—Hola...—Saludó nervioso KeeHo, ShoTa sonrió levemente y se acercó hasta él.—Vamos a mi cuarto, podemos ver películas ahí.
—La casa de tu padre es muy grande.—Dijo el castaño, admirando los detalles de la casa donde KeeHo vivía, era bonita y acogedora, se sentía como una verdadera casa, donde una familia unida residía.—Y bonita.
—Gracias.
El pelinegro llevó a ShoTa hasta el pasillo, donde todas las habitaciones estaban, abrió una puerta blanca dejando ver la habitación de KeeHo, el menor quedó asombrado al ver que era mucho más grande que la que tenía en la cocina en donde dormían los empleados.
Había una gran cama, que se veía cómoda, algunos cuadros en las paredes de color blanco, libros en los estantes, un escritorio y una gran televisión, era una habitación de un tamaño considerable para una solo persona a la vista de ShoTa.
—Tu cuarto es bonito.—Murmuró, yendo directamente hasta la mesa de noche, donde estaba una foto.
—Tu cuarto es más grande y bonito.—Dijo el mayor, se acercó lentamente por detras hasta el castaño, para abrazar su cintura y depositar un dulce beso en el cuello de este. ShoTa ladeó su cabeza para que el mayor pudiera seguir besando esa zona.—Es mi hermana menor, la del cuadro.
ShoTa vió más a detalle aquella fotografía, KeeHo tenía unos catorce años mientras que la bebé que cargaba entre sus brazos con una sonrisa, tenía unos dos años, el castaño vió enternecido aquella imagen.
—Se llama HyeIn, es hija de mi padre y mi madrastra.—Explicó.—Ella debe estar en su habitación, no te preocupes.
ShoTa se volteó y llevó sus manos hasta el cuello de KeeHo, mientras que este lo atrajo más a él, el mayor llevó su boca hasta la de ShoTa, empezando a besarse lentamente, sin ningunas segundas intenciones, solo era el sentimiento.
Un sentimiento distinto a diferentes besos, uno donde solo reinaba una dulzura y paz indescriptible, una donde, extrañamente, igual podías encontrar amor y no solo un doloroso beso que estaba lleno de lujuría y a su vez, de tristeza.
—KeeHo, veamos la película. —Murmuró el castaño cuando se separaron.—Quiero pasar tiempo contigo más allá de algo carnal.
KeeHo estuvo de acuerdo, tomando el control de la televisión para prenderla, buscó alguna buena película en aquel programa que su padre había contratado, ShoTa rápidamente señalaba con emoción algunas.
—¡El rey león!—Dijo el castaño.—O mejor la bella y la bestia o tal vez ¡La sirenita!
—Bebé.—Llamó KeeHo, tomando la mano del castaño, quien sintió su corazón acelerarse rápidamente ante el apodo que le puso y su mano siendo tomada y acariciada.—Solo podemos ver una por ahora, tienes que elegir solo una.
—El rey León.—Decidió por fin.
...
—No puedo creer que estés llorando.—KeeHo acariciaba la espalda de ShoTa, quien lloraba sobre su hombro mientras los créditos de la película pasaban en la pantalla, el cuarto estaba completamente oscuro y las galletas se habían acabado gracias a ShoTa.—Tranquilo.
—E-Es que Mufasa...—Sollozó.—Y luego, ¿Por qué son tan tristes?
—¡Chicos!—El grito de su padre hizo que KeeHo dejara a ShoTa en la cama y fuera a abrir la puerta.—Ya son las nueve de la noche, vamos a cenar.
—Oh, claro, ¿ShoTa puede quedarse?
—Si tiene hambre, sí.—Aceptó el padre del pelinegro con una sonrisa.—Los espero abajo.
—Yo me tengo que ir.—Intervino ShoTa.—Quedé con BeomGyu, JongSeob y JiUng a las nueve y media.
—Entonces te acompaño a la salida.—Dijo con una sonrisa el pelinegro.
ShoTa aceptó y caminaron por el pasillo para después bajar las escaleras y caminar hacia ma entreda principal, donde ambos salieron de la casa, el mayor abrió la puerta del auto donde ShoTa venia y este entró para después cerrarla.
—No tenias que abrirla.—Sonrió ShoTa con el cristal abajo para poder seguir hablando con el pelinegro.
—Te recuerdo que el chofer siempre te la abre, es por eso, no quería que tus delicadas manos se dañaran por abrir una puerta.—Bufó.
—Eres un imbécil.—ShoTa sonrió aún más y se puso el cinturón, despidiendose del mayor.—Adiós KeeHo.
—Adiós.
...
—Hola pecador.—Saludó BeomGyu.
—¿Y ahora?—Rió, sentandose en la silla, JiUng y JongSeob lo saludaron con una sonrisa.—¿Por qué soy un pecador?
—Por que tienes sexo no puro.—Explicó JiUng, viendo el menú del restaurante.—Por eso.
—Exacto.—Concordó JongSeob.—Muy mal, Hyung.
—¿Y que hay de Jongseob? Siempre está con una chica mueva todos los días, se mete en peleas y para ponerle la cereza al pastel, no quiere tener hijos.
—Por algo me cuido, soy muy joven para cuidar chamacos.—Negó el más pequeño.—A parte, ustedes tienen sexo fuera del matrimonio.
—Bueno ya está, JongSeob es más pecador que yo.—Gruñó el castaño haciendo que BeomGyu soltara una risa.—¿Cómo conseguiste la reservacion, Jongseob? Este lugar es muy exclusivo, llevo esperando meses que me den una mesa.
—Conozco a la dueña del restaurante, hice un par de cosas con ella y a cambio me dió una cita aquí.—Explicó con una sonrisa.—Es por eso.
—¿Alguna vez alguien podrá cambiar lo mujeriego que eres?—Preguntó BeomGyu, acomodando sus lentes.—Bueno...
—Choi Taeyang.—JongSeob mordió su labio inferior y levantó su mirada para ver al rubio.—Solo él podia haberlo cambiado.
...
—Ah... KeeHo.—Gimió ShoTa.—¡Ah Dios!—Gritó, aferrandose sl musculoso cuerpo del mayor sobre él, dejando algunos rasguños en su espalda con la excusa de buscar a quien aferrarse cuando él mismo sabia que era para dejar marcas en el pelinegro.—Uhm...
—Te sientes tan bien.—Gruñó el pelinegro, haciendo sus estocadas más rápidas mientras masturbaba con su mano derecha el pene del castaño, quien se retorcía del placer bajo su tacto.—Ojalá pudieras ver esta imagen tan excitante de ti.—Murmuró sobre su oído, para después lamer su lóbulo.
ShoTa tenia sus piernas enredadas por la cintura del mayor para una posición más placentera, este daba estocadas rudas y rápidas en su próstata, sus pieles chocando junto con los jadeos y gemidos de incorrecto, ¿Pero por qué se debe hacer siempre lo correcto?
—¡KeeHo!—Gritó cuando alcanzó su pronta liberación, tiras de semen manchaban las mantas blancas de su habitación, KeeHo gruñó ante eso y siguió con sus estocadas, dos más fueron suficientes para también llegar en el condón.—Quédate dentro un poco más.—Murmuró.—Me gusta tenerte dentro.
—Y a mi me gusta estar dentro de ti.—Respondió, dejando un beso en los labios del menor.—Me gusta ver tu cuerpo desnudo cuando me despierto, tambien tu cabellera castaña, tus labios que se entre abren cuando gimes, me gusta besarte, me gusta todo de ti ShoTa, me gustas tú.
—KeeHo...
—Te amo, ShoTa.
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❥︎ 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝗺𝗶𝗺𝗮𝗱𝗼 | 𝗄𝖾𝖾𝗌𝗈𝗎𝗅 ★ఌ︎༄
Fanfiction❥︎ Haku Shota es un niño mimado, consentido, guapo y adinerado, pero Yoon Keeho le agregaría algo más y eso sería que Shota era jodidamente hermoso y excitante, aún así era un engreído. ★ఌ︎༄ -Keesoul. -Contenido adulto. -Mención de otros ships. Adap...