❥︎ 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝗺𝗶𝗺𝗮𝗱𝗼 | 𝗄𝖾𝖾𝗌𝗈𝗎𝗅 ★ఌ︎༄

cena

—Déjame ayudarte con el equipaje, padre.—Dijo la señora Haku, tomando las maletas del señor Kim para llevarlas a la habitación que le correspondía, la cual estaría lejos que la de ShoTa.

—¿Dónde está Haku ShoTa?—Inquirió, viendo a sus alrededores en busca de su nieto.—¿No va a venir a saludar a su abuelo?

—Hola señor Kim.—Dijo ShoTa, recalcando el "señor" haciendo una reverencia al hombre, quien sonrió.—Acabo de llegar de mi escuela, si me lo permite, me retiro a mi habitación.

Y sin decir más, pasó al lado del señor Kim con la frente en alto, con el solo objetivo de ir a su habitación, sin importarle la visita de su abuelo, no tenía ánimos de soportar sus discursos clasistas y de superioridad .

Sólo tenía un pensamiento en mente: Yoon KeeHo.

Esta noche era la cena, era viernes y ShoTa estaba ansioso porque llegara la noche, quería dar una buena impresión a la familia de KeeHo, así que escogería una buena ropa, le preguntó a KeeHo si debería llevar un regalo, pero este le dijo que no.

Cuando la noche llegó, el castaño se aseguró de estar presentable y con buen porte, el chofer se encargó de llevarlo a la casa del pelinegro, las cosas con sus padres se arreglaron teniendo el acuerdo que regresaría a dormir.

...

—Que bueno que hayas podido venir.—Sonrió el señor Yoon a ShoTa.—Estoy realmente feliz que tú y KeeHo sean buenos amigos ahora.

—Bueno, tal vez era necesario un par de golpes para que se acercaran.—Comentó JiSoo.—Eso dijo mi padre, los niños necesitan golpearse para acercarse, aunque creo que los golpes no serían una buena solución.

Aunque era cierto, KeeHo y él se habian acercado después del golpe que el chico (el cual ya no se acordaba el nombre) le dió a KeeHo, pero entre ellos no hubo golpes, no que él recuerde, siempre fueron meros insultos.

Aún así no estaba orgulloso de esos insultos.

—Bueno, no fue tan necesario los golpes.—Murmuró KeeHo con una sonrisa, acariciando la mano de ShoTa bajo la mesa.

—Bien entonces, por favor ShoTa, disfruta la cena.

—Lo haré, señor Yoon.

...

—¿Dónde rayos está Haku ShoTa?—Preguntó molesto el señor Kim, viendo de forma intimidande al esposo de su hija.—¿Acaso no vendrá a cenar a casa?

—Está en casa de un amigo, tuvo un compromiso y no lo pudo cancelar.—Explicó el señor Haku, comiendo tranquilamente, intentando disimular los nervios que sentía ante el señor Kim.—¿Por qué?

—¿Cómo que por qué? ¿Acaso no pones reglas? ¿Por qué se fue con su amigo cuando su abuelo está aquí?—Gruñó.

—Yo pongo reglas en mi casa.—Habló el señor Haku, harto de como el señor Kim lo trataba.—Y él las respeta, yo le dí permiso de ir, no hable cerca de mis métodos de crianza ni tampoco ponga en duda mi autoridad, yo siempre velaré por la felicidad de mi hijo y de mi esposa, ahora, ¿Podemos continuar la cena con tranquilidad?

...

—¿Hasta cuando tienes permitido quedarte?—Preguntó el pelinegro, subiendo las escaleras para ir a su cuarto y jugar con ShoTa, que era lo que siempre hacía cuando este iba a su casa.

—No tan tarde, antes de las 10.

—Son las 9:30, nos queda media hora, ¿Qué quieres hacer?—Preguntó con una sonrisa, acariciando los cabellos castaños de su novio.

—Lo que sea mientras sea contigo.

KeeHo soltó una risa nerviosa e ingresaron al cuarto para prender la televisión y jugar un rato, el tiempo cuando ellos estaban solos pasaba muy rápido, disfrutaban la compañía del otro, cuando estaban juntos nada importaba.

Gracias a eso muchas veces fueron descubiertos, pero no les importaba, pero ahora que el señor Kim estaría en casa sería más complicado, no había problema el fin de semana, pues KeeHo estaba en casa de su padre.

Pero los otros dos días serian un problema.

—Nos vemos mañana.—Dijo KeeHo, depositando un beso en los labios del menor.—¿Vendrás a mi casa, no es así?

—Claro, yo vendré.—Sonrió.—Nos vemos mañana.

—Hasta mañana.

ShoTa subió al carro con una sonrisa en su rostro, reposando su cabeza en la ventana del vehiculo y cerrando sus ojos, quedando dormido por lo cansado que había sido la cena, había jugado con la hermana de KeeHo y también con el pelinegro.

Hyein y él se llevaban muy bien, se habían vuelto muy amigos y cuando iba a la casa de KeeHo él pasaba a saludar a la hermana del mayor.

—Llegamos, ShoTa.—Dijo el chofér, haciendo que este se levantara y saliera del carro.

Estaba casi arrastrando sus pies debido al cansancio, no era tan noche pero esa cena lo cansó mucho, entró a la casa junto al chofer, quien de igual forma también estaba cansado.

—Gracias por traerme.—Agradeció ShoTa, haciendo una leve reverencia al hombre.

—¿Por qué le agradeces de algo que es su trabajo?—Escuchó la voz de su abuelo, al voltear lo vió en el sofá de la sala, viendolo directamente.—¿Por qué te fuiste a otra parte en vez de estar conmigo?

—Le agradezco por que él ya debe tener sueño, estar conduciendo de un lado a otro todo el día igual cansa.—Gruñó, el chofer ya se había ido, sin querer presenciar lo que pasaba.—Y me fuí por que ese compromiso lo tenía antes y no podía cancelarlo y tampoco queria cancelarlo, si me disculpa tengo sueño, con su permiso, descanse señor Kim.