❥︎ 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝗺𝗶𝗺𝗮𝗱𝗼 | 𝗄𝖾𝖾𝗌𝗈𝗎𝗅 ★ఌ︎༄

razones

—¿Piensas revelarte contra tu abuelo?—Inquirió Beomgyu con una ceja alzada.—Es bueno que por fin tengas el coraje para hacerlo.

—Sí...—Murmuró, recordando la fría
mirada que le había dirigido el señor
Kim en el desayuno.—Esta alterando
la calidez de mi hogar y no me gusta
se siente. raro, papá y mamá evitan
estar en casa y yo también.

—Oh...—Murmuró.—Pero lo bueno
es que estarás con Keeho.

—De hecho, ya me voy, tengo que
estar con él. —Sonrió, despidiéndose
de Beomgyu, el pelirrojo le acarició el cabello a lo que este rió y se subió al carro con una sonrisa embobada.

Sabiendo que ahora iría a ver a Yoon Keeho.

...

—Pensé que no vendrías.—Keeho
besó los labios de su novio y acaricio
la mano de este con delicadeza.—¿El
señor Kim te ha molestado bastante?

—No, de hecho no he estado en casa
después del almuerzo.—Murmuró el
menor, acurrucándose en el pecho de Keeho, estaban en la habitación
del pelinegro viendo una película
juntos.—Te extrañé mucho, ya quería venir a verte.

Keeho sonrió y se subió arriba de
Shota para empezar a besar su cara
y posteriormente bajar a su cuello, el
castaño acariciaba sus cabellos con
dulzura y delicadeza, ambos sabían
que no debían sobrepasarse en casa
de Keeho, pues este tenía una
hermana y en su casa se escuchaban
más los ruidos.

Por lo que, después de dejar un beso
en los labios del menor, volvió a
su lugar para prestar atención a la
película que estaban viendo, Shota
estaba muy enganchado en la película y le prestaba mucha atención, eso era algo que también le gustaba, ver películas era uno de sus pasatiempos favoritos.

Y era más agradable ver películas
cuando estaba con Keeho, todo era
más agradable con él, incluso estaba
seguro que cuando regresara a su casa sería más agradable estar ahí a pesar de que estaba el señor Kim.

—Regresa ya a casa.—Murmuró
Shota contra el oído de Keeho
quien volteo a verlo.—Realmente te
extraño ahí, se siente peor ahora que
esta él.

—Regresaré pronto bebé.—Sonrió,
acariciando el cabello castaño de su novio.—Solo espera un día más,
mañana será el último día que este
aquí y regresaré en la tarde a tu casa, generalmente regreso el lunes en la mañana, pero regresaré antes para estar contigo.

...

—Ven aquí Shota—Llamó el señor Kim.

Shota soltó suspiró pesadamente
y siguió a su abuelo a donde sea que
este le estuviera llevando, el tiempo
que paso con el pelinegro hizo que
su humor mejorara, pero ahora que
regresaba a casa y veia el señor Kim
automáticamente se ponía de mal
humor.

—¿Por qué rayos estás saliendo con
tus amigos en vez de estudiar?—
Inquirió el hombre, volteando a ver a su nieto.—Solo pierdes el tiempo.

—Porque prefiero vivir feliz.—Sonrió de manera arrogante, sin
si quiera pensar en tener un mínimo
respeto hacía el señor.

Tal vez estaba siendo inmaduro al
responderle así, o tal vez estaba
haciendo lo correcto, no lo sabía, pero solo quería mantenerse alejado del hombre y si era posible, no tener que toparse con él durante su estadía.

—De seguro estás por ahí con vagos
buenos para nada.—Le recriminó, el
castaño estaba empezando a sentir el enojo subiendo hasta su cabeza ante los comentarios que Kim soltaba—Gente de bajo nivel, gente que no sirve para nada.

—No le importa con quien me
junto.—Dijo, metió sus manos a
su pantalón para controlarlas y
evitar hacer algo estúpido en ese
momento.—Yo se con quienes me
junto, usted solo quería que viniera
aquí para regañarme, ya lo hizo, así
que yo me voy.

Dicho eso dio media vuelta y fue
hasta su habitación para quedarse
encerrado ahí lo que quedaba de la
noche hasta la cena y después dormir.

Por otra parte, el señor Kim estaba
furioso, de la nada su nieto se revelaba contra él y ya no estaba de acuerdo con sus pensamientos, necesitaba saber que le pasaba, con quien iba, necesitaba controlarlo, de nuevo.

Si, de nuevo, porque ya lo había hecho una vez, pero fue descubierto por su hija y le tuvo que prometer que no lo haría más, no quería que su nieto fuera manchado por una persona de clase baja y que no le convenía.

Se aseguraria de eso.

—¿Por qué mierdas su padre no le
quita esa sonrisa arrogante a golpes?

—Por fin estás aquí.—Shota se
abrazo a Keeho a penas entro a
su habitación, estaba ansioso porque
Ilegara.—¿Estás seguro que no
prefieres quedarte los días que esta el señor Kim aquí, con tu padre?

—Me extrañabas.—Sonrió Heeseung
correspondiendo el abrazo y dejando un beso en el cuello del castaño, quien se estaba empezando a acostumbrar a que Yoon lo besara ahí, pues este siempre lo hacía.—A parte,no me molesta tanto, casi no me lo cruzo.

—Keeho, te amo y no me importa
si el señor Kim nos descubre yo estaré contigo, no dejaré que te trate mal y yo tampoco lo haré, te prometo que no me dejaré llevar por él.

—¿Esa es la razón por la que siempre finges ser arrogante y superior a los demás?

—Sí...—Murmuró, separándose del
abrazo para ver al mayor a los ojos.—Él siempre me obligaba y si no le
hacía caso me castigaba, le tenía tanto miedo a sus castigos que solo le hacía caso, con el tiempo también se volvió parte de mi personalidad y lo llegaba a hacer sin darme cuenta, tuve miedo de convertirme en alguien como él, de ser igual a él.

—Pero tú no eres igual a él.—El
pelinegro le sonrió al castaño para
que supiera que estaba con él, para
transmitirle confanza.—Porque
tú eres Haku Shota y te puedo
asegurar que te pareces más a los Haku que al señor Kim, tú eres un Haku.

—¿Un Haku?

—Sí, eres amable, educado,
inteligente, guapo, dulce y aunque no lo creas, eres una persona muy buena así como el señor Haku y tu abuelo paterno, pero también puedes ser un Kim y eso no es malo, tu madre es buena también, dulce y realmente cariñosa.–Acarició con sus dedos las mejillas de Shota quien asintió ante sus palabras.—Eres una mezcla perfecta entre ambos.

—¿Y el señor Kim?

—Antes de que él se convierta en
lo que es, era un hombre bueno
honorable, con un gran sentido del
deber, amable, inteligente y paciente
tal vez si te pareces a él, pero no en
la parte mala, más bien en como era
antes.—Sonrió.—Aun así, tu eres un
niño mimado.

—No es cierto.—Gruñó.—Niego totalmente eso.

—Como digas.—Rió Keeho.—
Gracias por decirme esto y tenerme
confianza.—El pelinegro llevo a Shota hasta la cama e hizo que
ambos se acostaran en esta, viendo el techo blanco que estaba sobre ellos.— Te amo tal y como eres, Haku Shota.

—Estás mejorando con las palabras, eh.

—¿A qué te refieres?—Inquirió
Keeho, centrando toda su atención al castaño, quien soltó una carcajada.—No entiendo.

—Que aun recuerdo como dijiste que me amabas por primera vez, ahora lo haces mejor.

—Jódete.—Gruñó.

—Jódeme.

—Cállate.—Soltó avergonzado.

—Cállame.—Sonrió.

Y Keeho no volvió a pronunciar
palabra alguna al sentir tan
avergonzado, es cierto que podía
hablar explícitamente con Shota
pero a veces sus cambios eran tan
drásticos que le daba miedo, Shota
solo soltó una risa y abrazo al
pelinegro, quedándose dormido.