Ahora si... que comience el juego.

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Yeri no podía dejar de pensar en la actitud de Cry. Algo en su interior se removía cada vez que recordaba su mirada intensa y su tono de voz con un gruñido. Aunque él definitivamente quiso sonar desafiante, para ella resultó jodidamente seductor. No iba a admitirlo públicamente, obvio, pero le encantaba cuando los hombres sentían celos por ella. ¡Le excitaba sobremanera! Y sí, efectivamente, ese hombre esta vez llevaba el nombre de Eduard Martinconni. Ver cómo alguien tan engreído y con aires de superioridad se ponía celoso por ella era sumamente exquisito. Definitivamente iba a hacer que él se arrastre por ella.

"Ay, Diosito!! Se me hace que me configuraste mal, debías hacer que me aleje del peligro, no que me lance a él..!! Yo no soy hoy del caos, ¡NO! Yo veo el letrero de PELIGRO y corro directito hacia allí y sin protección... así que, si me pasa cualquier cosa, es tu culpa eh. - Recriminaba ella al todopoderoso mientras tomaba el mismo camino que Cry.

Debido a que al día siguiente aún tenían una reunión pendiente con Big One, fueron todos a almorzar a un Restaurante de la zona, y de paso conocer un poco la ciudad... Durante el trayecto, Yeri hacía poses provocativas en el automóvil, cruzaba las piernas, se ponía el pelo de lado y revelaba su cuello, todos los trucos que tenía grabados en su manual mental de ''CÓMO OBSESIONAR A UN HOMBRE'', y siempre le funcionaba. Pero Cry no se inmutaba, es más, apenas halló una posición cómoda en su asiento, se quedó dormido. Yeri, al darse cuenta, abrió la boca desmesuradamente y lo miraba indignada. ¡Ah! No, no se rendiría fácilmente, claro que no.

Por otro lado, Cry de reojo, notó cada movimiento que Yeri hacía... Intentó mantenerse sereno, pero cada gesto que ella hacía le hacía la tarea un poco difícil. Debía admitir que, de verdad, ella era jodidamente sexy y más cuando se lo proponía, pero para no ser delatado, se obligó a dormir o podría tener un ''accidente'' bastante vergonzoso en pleno vehículo.

Una vez en el restaurante, la tarea de evitarla fue más complicada aún. Ella había pedido salchichas (cosa que nunca hacía) acompañadas de un jugo natural. Provocativamente llevaba la salchicha a la boca y la succionaba lentamente para acabar mordiéndola. Todo lo hacía mirando su teléfono para disimular. Con la lengua jugaba con el popote del refresco, con movimientos circulares y lentos. A Cry literalmente se le caían los cubiertos, hasta la comida. No entendía qué bicho le había picado a ella ese día, pero andaba ''rara'', según él.

Después de recorrer un poco más la ciudad y comprar algo para la cena, fueron a su hotel a descansar. Yeri estaba un poco estresada, pues según ella ninguno de sus trucos estaba funcionando con él. ¿Debía ser aún más provocativa?

Debo pensar en algo, ¡vamos Yeri, piensa! Tú puedes, recuerda que eres una femme fatale. – Yeri andaba que ya no se le venían ideas a la mente, pero de que atrapaba a Cry, lo atrapaba.

Mientras tanto, Cry estaba en su habitación. No podía entender por qué ese día Yeri le parecía tan llamativa. Aunque ya le parecía linda desde la primera vez que la vio, ahora la veía mucho más provocativa.

A la mañana siguiente, ambos fueron convocados para una reunión en la oficina de Big One. Cry había pasado la noche dando vueltas en la cama, incapaz de sacar a la chica de su mente. Ella, en cambio, no podía entender por qué Cry no daba señales de caer en sus encantos. Cuando llegaron a la oficina, la tensión entre ellos era palpable.

• Buenos días - dijo Big One, dándoles la bienvenida con una sonrisa-. Hoy tenemos que revisar algunos detalles del proyecto y necesito que trabajen juntos en esto. ¿Podrán hacerlo?

• Por supuesto - respondió Yeri, mirando a Cry con una sonrisa provocativa-. No hay ningún problema, ¿verdad?

Cry la miró curioso. Le parecía raro que ya no coqueteara con el productor.

Líneas del Caos - CRYMUA/YERAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora