Capitulo 8 - Lami ¿Quién es?

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Pasaron los días y llegamos a Zou. Descubrí que Zunesha era un gran elefante de patas enormes que estaba obligado a caminar toda la eternidad sosteniendo a los Mink.
Al llegar nos dijeron lo de Sanji así que un pequeño grupo decidió ir a Whole cake island a buscar al cocinero. Otro grupo viajaría con los piratas corazón hacia la tierra de Wano. Sí, yo estaba en el segundo grupo. Confiaba en que mi hermano saldría bien de su aventura buscando al cocinero así que decidí irme en el Polar tank.

El viaje era emocionante, aunque yo ya había estado dentro siempre me sorprendía ver por las ventanillas los peces que pasaban al estar bajo del agua. Bepo se acercó a mí con una pequeña sonrisa en los labios, yo lo abracé con mucho ímpetu pues adoraba a aquel ser. Aunque Bepo notó la mirada asesina de su capitán.

-Es mía Bepo. Suéltala. Tú eres más abrazable que yo. Suéltala ahora mismo. -Bepo miró al capitán soltándome lentamente pero yo me aferré con fuerzas al oso polar.

-No quiero separarme de Bepo. Es blandito, tierno, me trata bien... Cosas que tú no. -Dije con un tono arrogante hacia el hombre de los tatuajes, Bepo intentaba no reírse pero era imposible, Law se acercó a nosotros y me separó de Bepo cargándome cómo un saco de papas.

-Torao! Bájame ahora mismo! -El negó con la cabeza, mientras que me llevaba rumbo a su ¿Habitación? Sí, me estaba secuestrando hacia su habitación, al llegar cerró la puerta con tranquilidad y me miró, colocándome encima de su cama. Yo estaba completamente roja. No sabía que se tenía entre manos aquel peligroso pirata.

-Me pone...mal, me duele el corazón cuando... Bueno, cuando te veo tan pegada a otros. Incluso si es Bepo... Nunca antes me había pasado. -Dijo el chico tatuado hacia mí, le sonreí un poco completamente sonrojada, llevando mis manos hacía el.

-¿Quieres que me quede? Aquí, a dormir... -le sonreí un poco, mientras el se acomodaba a mí lado asintiendo un poco. ¿Estaba al fin abriendo sus sentimientos? Con cuidado, saqué mis zapatos, mi sombrero y me acosté bien a su lado, pues el ya se había quitado la camiseta, también los pantalones y los zapatos. Tomé su sombrero colocándomelo con una sonrisa en los labios, el me miró de forma divertida, se notaba que sus ojos brillaban cada vez que hablábamos o estábamos juntos.

Me quitó el gorro para poder acostarme encima suyo, cerró los ojos de forma calmada, puse mi oreja en su pecho, podía escuchar los latidos de su corazón. ¿Que pasaría ahora por la mente del muchacho? Solté una pequeña risilla. Se había dormido, así que también me quedé dormida.

Pude notar cómo su cuerpo empezaba a moverse en la madrugada. Eran movimientos algo bruscos, parecía que estaba sufriendo, abrí mis ojos encendiendo un momento una lámpara para ver qué el se estremecía como de dolor. Quería despertarlo pero de repente empezó a hablar.

-Lami...no! Lami... perdóname... -decia el mientras se movía en la cama. ¿Quién era Lami? Empecé a notar una sensación de celos bastante grande, mi cuerpo estaba inmóvil escuchando aquellas palabras, no sabía si levantarme e irme o despertarlo para que dejase de sufrir por aquella tal Lami.

Noté que sus brazos me rodeaban la cintura, aparentando sus manos contra mi, como si buscara consuelo. ¿A caso pensaba que yo era esa tal Lami? Algunas lágrimas cayeron de sus ojos cerrados, mierda, tenía un puto dilema en mi cabeza. Quería machacar a esa tal Lami pero tampoco quería ver sufrir a mi...¿Que malditas éramos? Alcé mi mano tocando el hombro de Law para poder despertar al chico.

-Law... Es solo una pesadilla, despierta... -Dije eso y rápidamente se levantó con lágrimas en sus mejillas y un pequeño grito ahogado. El me buscó abrazándome, como si temiera perderme, yo no correspondí a aquel abrazo, solo me quedé quieta para que el pudiera desahogarse.

-¿Quién es Lami? -Le pregunté mirándolo algo sería, el me miró aún con lágrimas en los ojos, puso un semblante serio y se giró soltándome.

-No quiero hablar de ello... -Me dijo con una voz algo temblorosa, yo me levanté de la cama cruzándome de brazos mirando al muchacho.

-Estoy harta! Cansada de los secretos. ¿Porqué? ¿A caso no quieres que sepa que esa Lami fue tu amada? ¿Te dejó por otro a caso y yo soy ese clavo que saca otro clavo? Law, me gustas, me gustas mucho, pero ... No puedo esperar más, llevo esperándote dos años, si no quieres explicarme nada está bien, pero entonces no soy tuya, ni tú mío, estoy...agotada de pensar en tí y que si es culpa mía que todo salga mal. -Dije eso derrotada, de pie mirando hacia la puerta, noté unos brazos fuertes abrazándome por la espalda, me giró para que pudiera verlo a los ojos y me secó las lágrimas.

-Eres idiota... Chica Mugiwara-ya -Dijo el con una leve sonrisa, iba negando lentamente con la cabeza, caminando de nuevo hacia el borde de su cama. Se sentó tranquilamente colocándome encima de sus piernas.- Lami es... Era mi hermana. Mi hermana menor. Ambos cogimos una enfermedad llamada Plomo ámbar. ¿Conoces la tragedia de Fleavance? Mi hermana murió, mis padres también y... Cora-san fue el que me ayudó a sobrevivir. Bueno, Donflamingo ya te contó esa historia que ahora es de conocimiento público. -Dijo el soltando lágrimas de sus ojos, notaba como le temblaba la voz- Dejé...a Lami escondida en un armario... Pensando que podría ir a buscarla después y...quemaron mi casa, con ella dentro, mi hermana menor murió por mi culpa, Cora-san también murió por mi culpa... Yo no puedo perderte, no puedo, tengo mucho miedo.

-Torao... mírame, por favor, perdóname... Perdoname por favor, soy idiota -Dije eso mirando hacia Law, el alzó su vista y besé sus mejillas llenas de lágrimas. Abracé su cuerpo y el correspondió al abrazo. Quería decirle mil cosas pero nada me salía por la boca, me puse a horcajadas en sus piernas alzando su rostro. - Pero... No fue tu culpa, la culpa solo es de quienes quemaron tu hogar, de quienes os obligaron a sacar aquel mineral y os contagio del plomo ámbar. Tú eres inocente, mi Torao.

El me miró, mordiendo su labio inferior, se notaba que quería decir algo pero tenía miedo de hacerlo.

-Chica Mugiwara-ya... Quiero que seas mi...mi...p...pareja! -dijo el, yo me sonrojé completamente- Sé que aún no es el momento, porque contra Kaido podemos morir, puedo perderte... Pero no pienso permitir que eso pase. Te amo, te amo tanto que duele... ¿Quieres ser mi pareja? -Dijo el insistente, mientras que tocaba mi rostro, aún con el suyo algo húmedo, yo estaba incrédula, aquel chico... Me estaba pidiendo algo que yo deseaba totalmente.

-Claro que quiero Torao, además, ya me has visto pelear...creo que puedo contra Kaido ¿Estás dudando de mí? -Dije eso con una pequeña sonrisa mientras el acercaba sus labios a los mios uniéndolos en un beso romántico, sus labios mordían de vez en cuándo los míos, mientras que sus brazos rodeaban mi cintura.

-Capitan! Tierra a la vista! -Gritó Bepo entrando a la habitación sin previo aviso, ambos lo miramos de una forma bastante asesina, pues ambos estábamos deseando... Bueno, entregarnos al otro -Lo siento, lo siento, soy un torpe -dijo el oso, saliendo lentamente, Law soltó una pequeña sonrisa levantándose conmigo encima, sujetándome en brazos.

-Vamos... Hay que ver cómo llegamos a Wano. -Dijo el sin soltarme, todos nos miraban sorprendidos, pues Law, no me soltaba ni a sol ni a sombra, dándome besos en la mejilla de vez en cuándo como dejando claro a los demás, que yo, solo era suya y el, totalmente mío.

Estabamos a punto de llegar a Wano. Todos estábamos emocionados por aquello, pero ¿Seríamos capaces de enfrentar a Kaido?

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Tengo un aviso avisador! En el próximo capítulo habrá Lemon, es decir, contenido sexual adulto. ✨❤️🤭

Nos vemos muy pronto!

Besis de Fresi!

Aún no es el momento... (Trafalgar Law x Lectora- One Piece)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora