La semana luego de esa llamada pasó más rápido de lo normal, no se había vuelto a repetir por más que le haya resultado cómodo.
Faltaba solo un día para que sea sábado, Gian estaba mirando al techo planeando el qué hacer para esa ocasión, recordando que quedaron en merendar cada vez que pudieran y en esta oportunidad quería él elegir un lugar al que frecuentaba cuando no se trataba de una salida nocturna, su peor miedo era que no hayan cosas aptas para el consumo de Cami, su yo anterior jamás se hubiese puesto a pensar en el menú de una cafetería muchas horas antes de ir, de igual manera aprovecho que faltaba mucho para el encuentro y se dirigió al lugar solamente para echar una ojeada a la carta, para su suerte había una sección veggie y apto sibo, en ese momento agradeció que se tome en cuenta las alimentaciones distintas de las personas.— ¿Entonces me estas diciendo que te ves con ella fuera del programa?
Contarle las cosas a Nicolás no eran opción pero su boca lo traicionó, era una finalización de semana donde el atardecer se estaba dando a notar, eso no significaba que tenían tanto tiempo de admirar aquello, estaban yendo al trabajo juntos como cada viernes, a veces Guada solía estar en el asiento trasero haciéndoles compañía pero hoy había sido una excepción.
La extrañaba.
Con ella ahí seguramente hubiese cerrado su boca con más pasión.—Es algo de amigos.
—Bueno a mi nunca me llevaste a merendar a excepción de hace cinco años atrás por mi cumpleaños, siempre te llevo yo.
—Deja de ser tan celoso.
—No son celos — el semáforo marcó en rojo, bastó para mirarlo fijamente — Es preocupación, somos compañeros de trabajo.
—Y desde cuando eso es un impedimento para ser amigos — hizo un gesto con la boca demostrando confusión a tal reclamo.
—Y es raro Gian, vos fuiste el primero en decirme desde siempre que la amistad entre el hombre y la mujer a veces es cuestionable — dió una pausa para volver a tomar el control del manejo — Y que si son amigos es inevitable que en algún momento uno vaya a sentir cosas por el otro
—¿Es ilegal cambiar de opinión ahora? Me cae bien y me rio con ella no le veo las ganas de exagerar Nicky.
Necesitaba decirle el apodo para apaciguar la discusión incoherente que se armó de la nada misma.—Nose amigo, tené cuidado, lo peor que puede pasar es que el programa se vuelva raro por cosas internas, no queres ser como ya sabes quienes
—Ni lo digas, eso no va a pasar
Pero qué tan seguro iba a ser que no pase nada, en ese momento podía asegurar que nunca podría sentir algo por alguien y menos en su ambiente laboral, ese típico enamoramiento amistoso solo lo experimentó en secundaría, allí si era divertido porque una vez terminas esa época no te volves a cruzar románticamente con la persona.
Exceptuando amistosamente, más de la mitad de sus amistades eran producto de secundaria y no se arrepentiría de eso jamás, son las personas que él amaba a fin y al cabo.
El viaje fue un ida y venida de temas, no volvieron a tocar ese escenario ficticio de un Gian y Camila juntos en una relación, todo se tornó en si iban a coincidir en un plan de fin de semana o en futuros proyectos que venían ofreciendo producción para elegir, si este año tuviese que definirlo actualmente con una palabra sería "oro", ya que estaban en su momento prime, donde las marcas no paraban de contactarlos ya sea para el programa como individualmente, inclusive era tal el pico de éxito en esa temporada que el animarse a los casting de publicidades y series fueron presentadas también, algo que quería hacer hace mucho.Llegaron al programa a un buen horario, no era tan temprano pero tampoco estaban justos, ya sabían calcular el horario exacto para no tener problemas.
Saludó a cada uno de los presentes, a algunos con un abrazo más tardío que a otros, entre esas personas que abrazaba con intensidad estaba Guadalupe, que siempre intentaba cortar de su abrazo porque la apretaba con mucha fuerza, una demuestra de amor un poco violenta.
El abrazo además de tener tanto amor era una forma de decir que nunca lo vuelva a dejar solo con Nico tanto tiempo, indagaba tanto a lo que le pasaba que terminaba revelando hasta lo que él mismo prometió no decirle a nadie.—¿Sabes algo de Cami?
Por un momento su corazón paró, lo primero que le vino a la cabeza fue que Nico rompió el pacto de silencio lo cuál era imposible porque habían llegado hace solo unos minutos y no se habían apartado del otro.
—¿Pasó algo?
—No nada, es que todavía no llega y no contesta mis mensajes pensé que capaz les habló a ustedes — siguió caminando de un lado a otro acomodando las rutinas de cada uno.
Volvió a respirar con normalidad, no sabía porqué le causaba tanto pánico que otra persona se enterara de la confianza que había desarrollado con Cami, si no era nada grave, suponía él.
Martina llegó unos minutos antes de que comenzara el programa al igual que Cami, otro viernes con el equipo completo y bien finalizado.Bueno no tan bien finalizado, estaba estresado, enojado, incómodo.
Se había enterado hace media hora atrás que Manu seguía en el edificio pero no para mirar el programa como cualquiera imaginaria, estaba allí esperando a que Camila saliera así podían ir a comer juntos.
Le molestaba.
Más le molestaba el no saber porqué le enojaba tanto eso, como si fuese una especie de traición, un abuso de confianza, no lo sabía, y el no saber algo completaba para que su humor no sea nada bueno.—¿Te pasa algo? — Martina se acercó ya que veía a su amigo con un rostro perdido hace rato, algo extraño de su parte.
—No nada, quiero salir nada más
Martina achicó los ojos sospechando de aquello, ya que si ese era el motivo de estar así estaba segura que la expresión contraría sería de varías formas menos con el ceño fruncido.
No sabía que era lo que le carcomía tanto la cabeza, los visualizaba desde la distancia como se reían mientras Cami desarmaba sus rodetes para tenerlo bien peinado, no le gustaba ese punto de vista, lo odiaba. Para el colmo, él estuvo pensando durante el día como iba a ser la salida de los dos y verla ahí, con otros planes donde él no estaba incluido le destruía por dentro, no se sentía triste de todas maneras, era un sentimiento extraño y dificil de reconocer, algo que no normalizaba sentir.Esa situación fue completamente espontánea, un día se durmió en llamada y al otro había organizado una cena con alguien no tan cercano, y es que sus objetivos de descubrir quién era el protagonista de sus leídas de tarot tenía que aparecer antes de hacerlo pasar de largo.
La intimidaba la mirada de Gian, por más que trató disimular que no lo notó ¿Cómo no hacerlo? si a medida que se despedían los del equipo se reducían las miradas y solo la de él permanecía fija, quizás estaba intrigado y es que se le pasó contarle.
Bueno tampoco necesitaba contarle, eran amigos, si, pero no eran intimos confidentes del otro, al menos no aún.—Seguro van a esparcirse rumores pero nosotros sabemos que todo es para degustar del lugar que me dijiste.
Manu le hablaba con esos ojos sonrientes, no se había percatado que emanaba una energía linda, siempre lo había observado serio o aislado en conversaciones externas.
—Eso es lo más seguro pero no importa, al final seguro va a ser una anécdota divertida — habló a la par que finalizaba el retoque de su labial, se había tardado tan solo unos minutos en cambiar la apariencia laboral a una de salida. — ¿Vamos?
Acordaron la salida no sin antes despedir a los restantes, Cami le dió un último abrazo a Martina y solo le faltaba Gian, quién se encontraba con una expresión de pocos amigos. Se puso en frente suyo con una mini sonrisa dudando en si hablarle o solamente darle un beso de despedida.
—No me contaste — habló Gian alzando su mirada a los ojos ajenos.
¿Por qué se sintió repentinamente culpable?
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romance entre amigos
Romancelos amores adolescentes son emocionantes, pero la historia de amor de dos chicos en sus veintes y que solo son "amigos" es todavía más provocadora de éxtasis.