reclamos sin sentido

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El sábado se hizo presente con un clima nublado y con lluvias entrecortadas, lo que le costó a Cami levantarse en especial ese día fue muy difícil, la luz no terminaba por pasar en su habitación parecía que aún no terminaba de amanecer sin embargo al revisar la hora en su celular ya estaba más cerca del mediodía que de la mañana.
Después de disociar unos veinte minutos la luz prendida le terminó por ganar a la pereza con la que estaba intentando combatir, su mamá apareció para abrirle la puerta, encender la luz y correr las cortinas aquellas que mostraban algunas gotas aún asomándose.

—Hija a desayunar porque después vas a almorzar muy tarde y comenzas a cambiar horarios— puso ambas manos en su cintura esperando a que emitiera algun sonido, bastó un minuto de espera para acercarse y despojarla de las sábanas.

—Buen día para vos también ma— frotó sus ojos con fuerza para ver si eso la convencía de abandonar la cama.

—Te esperamos con papá para tomar mates dale arriba ya— le dejó un beso en la frente y se fue cerrando la puerta.

Agarró su celular para dirigirse al baño, al darle una ojeada a este mismo vió que todavía Gian no le había dado señales de vida, lo más posible era que en esos momentos esté en el quinto sueño por una posible gira, era de lo más esperado. Ante ese mismo pensamiento y deducción creyó posible que la salida a merendar se cancele, la realidad es que tampoco se había creído con firmeza que se pudiera cumplir, al final pudo haber sido una propuesta hecha por la hiperactividad del momento.
Lo que realmente le intrigaba era los mensajes anteriores, sin contexto alguno y además ¿a qué se refería con recompensa?, si bien se acordaba de esa tensión incómoda en el momento que cruzaron miradas antes de salir a cenar no lo veía como algo gravísimo, además no existió tal conexión romántica con Manu y tampoco esperaba obligar a que surgan sentimientos, si algo tenía en claro es que la naturalidad y que los sentimientos no sean forzados esa era su principal fuente para hacerle creer que sí iba a funcionar, algo que no había imaginado a su vez es la posibilidad de que en realidad a Gian no le guste que sus amigos se conviertan en pareja y dejarlo a él como un tercero en la relación, no se le cruzó por la mente hasta que finalizó de lavarse la cara para caminar hasta el living dónde allí estaban sus padres con el desayuno en la mesa.
Ya le estaba molestando el hecho de no poder adaptarse a su realidad por imaginarse el porqué de tantas cosas, incluso entre los mensajes de antes incluía un "o me vas a cancelar", tendría sentido si en algún momento de su amistad le hubiese cancelado realmente, por más que escarbaba en su memoria era imposible rescatar algo similar, quizás él agarró su chat en un momento bajo el consumo de alcohol y allí si podía justificar un tipo de confusión.

—¿En qué andas pensando tanto?— una vez más su madre sacandola de su propia nube en distintos escenarios.

—Creo que mis neuronas siguen dormidas— agarró un pedazo de budín que le había hecho su mamá como prueba de que se podía adaptar a recetas consumibles para ella, amaba tanto verla con intenciones de incluir su bienestar. —Esto esta demasiado rico para no tener azúcar.

—Hablando de azúcar— extendió su mano para pasarle el mate — No voy a estar hasta mañana, me voy a pasar el cumpleaños de tu tía en su casa y seguro terminemos tan mal que volver va a ser un tema complicado.

Buenísimo ahora su mamá tenía más actividades divertidas que ella en sus veintes.

—Bueno ma no te preocupes, yo si salgo hoy lo obvio es que de noche no va a ser

Y automáticamente al decir eso su celular vibró indicándole que le llegó un mensaje.
Al ver por la barra de notificaciones era Gian, finalmente.

Gian
a las 16 paso por vos
te voy a mostrar un lugar

romance entre amigos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora