El día se encontraba al favor de ellos, venían siendo semanas dónde no dejaban de haber pronóstico de lluvias o vientos fuertes, pero esa tarde daba a lucir un sol tranquilo con un frío soportable, las calles por momentos estaban bastante transitadas ya que al ser sábado las familias, los grupos de amigos y las parejas salían a compartir tiempo juntos tal cual lo estaban haciendo Camila y Gianfranco, solo que esta era la primera vez donde los planes no eran con fines laborales ni tampoco agregaron a más personas a la lista.
—Mira ese lugar parece que puede tener cosas para los dos
Por fuera del local se mostraban los menú del día escritos en un pizarrón con tizas de colores e incluía cosas con carnes al igual que cosas para veganos y personas sin tolerancia al gluten, era perfecto ya que los anteriores treinta minutos en cada lugar que entraban solo se especializaba en una u otra, bastante tedioso cuando queres compartir algo que pueda adaptarse al paladar de los dos. Cuando entraron solo había una pareja con su hija, estaba bastante vacío como para no apreciar lo hermoso que era por dentro, no le hacía justicia el lugar y la apariencia de afuera en el que estaba ocultado o quizás era con ese propósito crear un estilo de iceberg donde solo entrarían personas aventureras. Las luces eran cálidas y parecía ambientado a otra época, en vez de cuadros estaban colgados unos platos de porcelana decorados con flores preciosas y de aroma predominaba el olor a comida casera que funcionó para despertar el hambre de los dos.
—Hola ¡Buenas tardes! les dejo la carta hoy tenemos promoción de parejas en postres veganos así que si tienen cualquier consulta me llaman.
Con una sonrisa más que amorosa se alejó la mujer que se veía de aproximadamente en sus treinta, nada mejor que encontrar un lugar donde puedan comer los dos y encima que el servicio sea amable y con ganas, las experiencias de malos tratos era mejor ahorrarsela en anécdotas.
—Che esta muy copado el lugar
Él comenzó a ojear la carta a la par de haber dicho eso, quedó asombrado de los precios porque acostumbraba a pagar mucho más por lo que ofrecía el lugar.
—Si eso estaba pensando nunca vi nada de aca pero ya de entrada me está gustando
—Lo de los postres también está bueno mira que a mi no me gustan las plantas pero algo dulce te pruebo
—No tiene nada de otro mundo seguro te va a gustar vos confía
—¿Ya sabes que pedir?
—Mm — colocó en su barbilla uno de sus dedos intentando elegir qué de todas las opciones elegir — Creo que voy a ir por unos ñoquis sin tacc con salsa blanca y pedazos de tofu
—Mira que coincidencia fuiste directo a las pastas yo también quería algo de eso, voy a elegir los tallarines con salsa bolognesa
Habiendo elegido sus pedidos volvieron a llamar a la chica, de tomar optaron por jugos naturales sin azucar, les llamó la atención los nombres que tenían estos como si fuesen un trago de alcohol elaborado, el que pidió Camila se llamaba "encontra el amor" y el de Gian "sentir también es divertido", bastante originales para una limonada rosa y un exprimido de naranja.
—¿Vos soles ir a comer los sábados?
Preguntó Gian curioso mientras sacaba su campera y lo ponia en el respaldo de la silla.
—Los sábados puede ser, pero a la hora de la merienda, siempre que pueden mis amigas aprovechamos para ir a puntuar cafeterías
—Mira vos nunca pensé en ir a merendar a lugares distintos siempre voy al mismo o en casa
—No olvidate después de cinco años puntuamos dos lugares nomás
Ambos rieron.
—Si queres lo volvemos a retomar yo soy más de comer a la noche pero los sábados a la tarde siempre me dan ganas de ir a merendar
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romance entre amigos
Roman d'amourlos amores adolescentes son emocionantes, pero la historia de amor de dos chicos en sus veintes y que solo son "amigos" es todavía más provocadora de éxtasis.