Si algo caracteriza el sueño de Cami es ser el peor de todos, nunca supo como dormir de una manera sana ni respetar las supuestas ocho horas recomendadas, o dormía como mucho tres horas y pasaba al extremo de dormir doce horas, o en situaciones repetidas no dormía. Y qué habrá pasado para que ese día en particular su ciclo de sueño se haya completado sin inmutarse ni un segundo, es más ni siquiera hubo espacio de soñar algo o tener una pesadilla, su cuerpo se negaba pero ya momento de despertarse.
Frotó sus ojos unos breves segundos, no necesitaba de más para darse cuenta que no estaba en su casa y para el colmo tampoco estaba durmiendo sola, una figura masculina estaba a su lado o más bien explicado, estaba encima de su hombro el cual ya se encontraba adormecido para ese momento, su mano aún viva fue inmediatamente a sus bolsillos para agarrar su celular así podía revisar la hora, ya eran las doce del mediodía. Tomó la decisión de levantarse para mínimo lavarse la cara y poder recapitular cómo es que había llegado a esa situación, si se suponía que cuando se despierte tendría que estar en su cama riéndose de Marian, no en el estado que estaba, dónde hasta ella misma se reiria de su persona.
Ahí comenzó el reto de intentar pararse sin despertar a Gian, siendo cautelosa (que le costaba demasiado por cierto) se deslizó hacía abajo y con una de sus manos estaba tomando la cabeza ajena haciendo que se repose en la almohada cuidadosamente, su primer objetivo fue logrado ahora tenía que ir en busca de su bolso donde tenía sus cosas personales, venía equipada en su neceser ya que imaginaba no terminar durmiendo en su casa porque planeaba ir con las chicas a un tipo de pijamada después de la noche, irónico que esté con dos hombres y ambos eran parte de su vida laboral. Sin pensarlo mucho tomó sus cosas y fue tentando con la mirada dónde quedaba el baño, la suerte estaba de su lado ya que lo encontró en un segundo no muy lejos de la entrada y recalcó lo de su suerte porque si quedaba en la habitación de su productor sería otro tema que no se atrevería a pasar o quizás si, si la urgencia era mucha había posibilidades de que eso pueda agregarse a su lista de ser más silenciosa de lo que fue en su vida, pero no resultó de esa manera así que corrió al baño para poder hacer sus necesidades.
Verse al espejo fue como espectar una película de terror, su labial solo se encontraba en los alrededores de sus labios y la máscara que tenía en los ojos se volvió una sombra negra por encima de las ojeras, un horror total para cualquier chica, dormirse con maquillaje puesto. Apuró el trámite lavandose la cara con un jabón facial que guardaba entre sus cosas, agradecía comenzar a cuidar más de su comodidad con gestos como esos que se hacia a ella misma, porque estaba más que segura que en el pasado solo se hubiese quitado el exceso de máscara con el dedo y se terminaría de sacar el labial con las mangas de su campera, cualquier cosa que implique rapidez iba a servir, pero ya estaba en tiempos distintos donde propuso en su lista de deseos comenzar el año preocupándose más por las cosas que le hacian bien. En cuestión de diez minutos ya estaba a cara lavada y con los cabellos más acomodados, listo, lo peor ya había pasado que era enfrentar a personas con una apariencia cuestionable.
Cuando salió del baño ya estaba Marian despierto mucho más despeinado de lo normal, pero tenía ropa cómoda lo cuál significaba que pudo darse el lujo de dormir bien o al menos haber comenzado el día más cómodo, miró de reojo el sillón y allí seguía Gian dormido de lo más profundo abrazandose a él mismo.—Buen día buenos días. — se acercó hasta Marian para analizar ambos juntos el cuerpo dormido, se dieron una sonrisa mutua y se corrieron de la escena para no despertarlo repentinamente.
— ¿Dormiste bien?
Bien parecía una palabra muy sencilla para explicar el cómo había dormido.
—Si un poco confuso todo la verdad — rascó su cabeza intentando buscar explicaciones de cómo es que terminó todo así.
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romance entre amigos
Romancelos amores adolescentes son emocionantes, pero la historia de amor de dos chicos en sus veintes y que solo son "amigos" es todavía más provocadora de éxtasis.