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5 años atras

No pudo reconocerse cuando vio su reflejo frente al espejo. No era que nunca se arreglaba ni nada por el estilo, sino que simplemente nunca se empeño en ello, se vestia con lo que se sintiera comoda o si habia una situación que ameritaba ir presentable. 

Y hoy tenia que estar presentable.

Su cabello generalmente suelto  y libre estaba medio recogido para que mechones de cabello no se interpusieran en su visión en este dia tan importante. Tenia una pequeña corona de flores, específicamente margaritas blancas, sobre su cabeza. Sus labios tenian un ligero toque rosado que los hacia resaltar.

Verse asi de presentable y más con el precioso vestido de color blanco largo la hizo sentirse bonita.

A pesar de todo eso, una presión en su pecho no le permitía estar completamente plena en su dia. Se suponia que era su boda, boda que espero hace mucho, pero aun así ,sentia aquella presión en la altura de su corazón que ella sabia perfectamente la causa.

- No me digas que te arrepentiste

Ella vio el reflejo de Hitomi a través del espejo, noto la expresión divertida en su rostro pero rapidamente fue remplazada por una de preocupación. 

- ____ - La llamo suavemente acercándose a ella.

- Estoy bien - Mintio sonriendo levemente mientras se volteaba para verla - En serio -

- Diselo a tu cara - Comento la contraría en un tono divertido para tratar de aliviar lo que sea que ella estaba pensando.

La peli violeta solto una pequeña risa mientras negaba levemente. Al sentir que lagrimas amenazaban con salir de sus ojos, decidio cambiar de tema.

- ¿Y Akari? - Decidió preguntar por la bebe que habia dado a luz hace tres.

- Con Nanashi - Respondio tranquila mientras se acercaba a ella y le acomodaba unos mechones de cabellos que habian quedado sueltos - Tenia que ver a mi mejor amiga y asegurarme que no se arrepienta

- No lo hare, tranquila - Le aseguro.

La peli negra la miro a los ojos, sabia perfectamente que algo estaba en su cabeza en ese instante. Le agarro las manos suavemente y le acaricio los nudillos lentamente. Entre ellas no hacia falta las palabras con una mirada podian intuir cuando algo estaba mal. 

- Por favor no digas nada o no saldré de este cuarto en todo el día - Suplico en un tono de voz bajo la peli violeta mirandola.

Sabia que ella no tenia mala intención de darle unas palabras de animos, pero si una sola palabra referido  a su padre salia de los labios de la contraria, iba a terminar llorando en un rincón hasta quedarse dormida como otras veces.

Unos suaves golpes en la puerta interrumpio su conversación y ella se sintio plenamente agradecida por quien sea que alla decidido aparecer en ese preciso momento.

- Adelante - Hablo luego de haberse aclarado la garganta.

Una cabellera oscura se asomo cuando abrio la puerta y ella la reconocio. Pellegarde.

- Majestad - Saludo cortesmente con una sonrisa - Ya es momento -

- Gracias - Le sonrio levemente y miro a Hitomi - Andando -

La contraria suspiro y la envolvio en sus brazos de forma amorosa, casi maternal, algo que habia adquirido luego de tener a Akihiro.

Ambas salieron de la habitación, aunque la peli negra se adelanto ya que habia dejado a su esposo con los dos niños. Ambos quedaron solos y cortésmente el mayor ofreció su brazo para acompañarla.

La Reina del caos (Arthur y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora