×17×

1.8K 213 248
                                    

- ¿Te sientes mejor? - Murmuró la peli violeta mientras cambiaba el paño de la frente por otro más frio.

- ¿Que clase de pregunta es esa? - Respondio indignada la menor tratando de lucir confiada pero se retorcío en la cama al sentir otro dolor en el estomago.

- Lo siento Gawain - Comento apenada la mayor viendo como la nombrada se abrazaba el estomago.

Sabía que su padre era el causante de la fiebre, dolores y alucinaciones que tenia la menor luego de haber comido con entusiasmo el pudín que el rubio le preparo ayer. Y sabia que era su culpa que su padre preparara tal comida ya que la otra noche habia comido, junto con Tristán, el pudín que las cocineras del castillo habían preparado.

Indirectamente causo su casi muerte.

- ¿Mamá? - Murmuró la menor volviendo a delirar.

La mayor solto un suspiro y le acerco el vaso con agua para que tomara. Miro hacia la puerta cuando está se abrio revelando al causante de todo.

- ¿Cómo esta? - Pregunto el rubio entrando con sus manos en los bolsillos.

- ¿Por qué el sol esta tan cerca? - Balbuceo la menor mirando los cabellos rubios - No importa, yo soy mas fuerte - 

- Bien - Respondió la mayor la anterior pregunta de su padre - Antes penso que era un ángel que venia por ella - 

Meliodas solto una pequeña risa divertido mientras negaba levemente.

- ¿Y tú como estás? - La miro atentamente de arriba a bajo buscando algo fuera de lugar.

- Perfecta - Respondio tocandole las mejillas a Gawain. Agarro el paño de la frente y lo volvio a mojar con agua fría antes de ponerselo en la frente otra vez - Aun siento las manos raras - 

Sintio un escalofrio recordando lo que paso en la mañana. Su vista se dirigio a la ventana abierta donde entraban los rayos del sol de la tarde.

Se levanto del banco de madera en la que estaba al notar que Gawain se durmio.

- Para mañana estara mejor - Comento en un suspiro y lo miro, sabia que queria decirle algo - Aqui no -

Meliodas la miro y tomando aire hizo una seña con su cabeza para salir de la habitación. Luego de que ambos salieron, empezaron a caminar por el pasillo sin rumbo.

- Supongo que ya sabes que dire - Hablo la femenina mientras seguía a su padre por los pasillos.

- Lo se - Murmuro él mientras la guiaba a cierto lugar - Y se que nada de lo que te diga te hara cambiar de opinión

En silencio caminaron hacia la cocina y abrio una puerta dónde era su bodega para guardar botellas de diferentes cervezas y vinos. Agarro una botella de vino sabiendo que eso era del gusto de su hija.

- Lo siento papá - Susurro ella mientras el contrario servia dos copas.

- ¿Por qué pides perdón por hacer lo correcto? - Preguntó tranquilo mientras le pasaba una de las copas.

Ella la acepto y bebio un poco para tratar de aliviar el nudo que se habia estado formando en su garganta.

- Me encantaria que te quedaras - Siguió hablando él al notar que ella no respondio - Pero no puedo obligarte a hacerlo, no eres una niña - La miro y sonrio levemente - Aunque yo te siga conciderando mi niña - Susurro.

La femeneina lo miro con lagrimas en los ojos mientras apretaba la copa en su mano.

- Estoy orgulloso de todo lo que haz logrado, la familia que haz formado y sabes que siempre te apoyare en lo que hagas - Hablo y levanto su copa hacia ella - Brindo por eso -

La Reina del caos (Arthur y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora