×13×

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Ambos habían quedado en un agradable silencio, cada uno pensando cuidadosamente en las palabras que dirían a continuación.

Luego de ordenar sus pensamientos, la mayor decidió romper el silencio que se alargaba cada segundo.

- Tristán - Miro al nombrado - Te juro que todo el camino estuve pensando que decirte - Murmuró algo avergonzada.

El de cabellos plata negó con una pequeña sonrisa en sus labios al notar a su hermana algo nerviosa.

- Tranquila, esto también es raro para mí...pero no de mala manera!! - Agregó rápidamente para que no lo malinterpretara - Solo...nunca pense que te conocería -

- Dimelo a mí - Murmuró con un tono divertido para aligerar el ambiente entre los dos - Nunca pensé la posibilidad de...de tener un hermano - Lo miro con una sonrisa dulce en sus labios.

- Papá no hablo mucho de ti...al menos hace unos años - Empezó a contarle y aparto la mirada de ella para ver el cielo - Tu partida afecto a todos...jamás paso la posibilidad de que en realidad podrías estar de nuevo con vida y, por un momento creí que el rey Arturo tendió una trampa -

- Créeme, yo tampoco pensé que viviría de nuevo - Habló mirando igualmente el cielo, las diferentes constelaciones que las estrellas formaban - Ni siquiera recuerdo lo que pasó en ese tiempo, fue como un abrir y cerrar de ojos - Bajo su vista para ver los ojos bicolores del menor - Tú sabes de mí, pero yo no sé nada de ti -

- ¿Que quieres saber? - Pregunto mirándola con un brillo de ilusión en sus ojos al escuchar que ella quería saber de él.

- Todo, empezando por el hecho de que tienes miedo a tu lado demoniaco - Hablo tomando por sorpresa al menor.

- ¿Cómo lo sabes? - Murmuró sin ocultar su sorpresa.

- Intuición y además lo pude notar - Respondió restándole importancia - ¿O me equivoco? -

Tristán suspiro apartando la mirada de su hermana mayor.

- Tienes razón - Admitió - Lastime a Lancelot hace unos años cuando perdí el control -

- ¿En serio? - Lo miro sorprendida - Espera... ¿La cicatriz que tiene en la frente? -  Señaló ella su propia frente y el menor asintió por la pregunta.

- Me da miedo usarlo...no quiero ser un monstruo - A lo último soltó un pequeño quejido al recibir un pequeño golpe en la cabeza - Ay!! -

- Tener esa parte demoniaca no te hace monstruo - Le reprochó - Quieras o no, es parte de ti y debes aprender a vivir con ello -

El de cabellos plateados paso su mano en dónde recibió el golpe.

- ¿Tú cómo lograste controlarlo? -

- Es una muy buena pregunta - Murmuró ella poniendo su mano en su mentón pensando causando que el menor la mirara sorprendido - A diferencia de ti, nací siendo demonio, y mí madre me enseñó a controlar mí marca demoníaca cuando era niña -

Tristán la escuchaba atento queriendo saber más sobre ella, no a través de historias o cosas que le decían terceros, quería saber de ella a través de sus propios labios.

- También teniendo en cuenta que estuve sellada...y no sabía que en realidad era del clan de los demonios - Siguió murmurando mientras recordaba.

- ¿Cómo que no sabías? Espera... ¿Sellada?- Pregunto confundido, cuando le mostraron a través de recuerdos como era ____, creyó que ella lo sabía, ahora se da cuenta que no sabía la historia completa.

La Reina del caos (Arthur y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora