La Reina del caos (Arthur y Tu)

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Todos caminaban buscando a Percival entre tanta gente. Al ser el reino demasiado amplio, se les empezaba a dificultar.

Cada paso que daba, los nervios no hacían más que aumentar en imaginar en llegar a encontrarse a alguien de casualidad en su búsqueda.

- Voy a buscar en otro lugar - Hablo Lancelot dejando de caminar mientras los miraba.

La de ojos verdes parpadeo dejando de imaginar escenarios tragicos al escucharlo y lo miro cuando dijo su nombre.

- _____ vienes conmigo -

Sintió un pequeño escalofrío al darse cuenta que se acercaba un interrogatorio de su parte. Asintió tratando de ocultar su nerviosismo.

- ¿Para que te la llevas? - Pregunto Anne con curiosidad mientras entre cerraba sus ojos mirándolo.

El rubio rodó los ojos al leer sus pensamientos y miro a la mayor, que al sentir la mirada de él se acercó.

- Divide y vencerás - Hablo evitando que Lancelot respondiera.

- Si lo encuentran, esperen frente al castillo - Les indico el rubio mientras se volteaba y hacia una seña con su cabeza para que la peli negra lo siguiera.

- Nos vemos después - Los saludo y se acercó rápidamente al rubio que ya se estaba alejando.

- Busquen bien!! Y no se distraigan - Hablo Anne mirando como se alejaban - Espero que no intente nada con ella - Murmuró cruzando sus brazos.

- ¿En serio piensas que lo hará? - Le pregunto Nasiens mirándola.

- Intuición femenina -

Mientras caminaban alejándose sin haber escuchado lo último de lo que hablaban. Ambos estaban en silencio mientras caminaban tranquilamente, aunque la mayor se sentía demasiado nerviosa e incómoda por el silencio.

- ¿Desde cuándo eres tan callada? - Escucho que pregunto Lancelot rompiendo el silencio.

- ¿Desde cuándo quieres que hable? - Replico mirándolo de reojo.

- Ya vas a empezar - Suspiro cerrando sus ojos luego los abrió y la miro - ¿Y bien? -

- ¿Que quieres que te diga si ya lo sabes? - Respondió suspirando mientras miraba al rededor aún algo abrumada por todo.

- Por lo general, lo sé cuándo leo los pensamientos, pero tus pensamientos están bloqueados, agregando que no siento tu poder mágico -

- A que soy grandiosa - Sonrió divertida y lo miro.

- Estás rogando que te golpee - Murmuró mirándola con el ceño Fruncido al ver que cambiaba de tema.

- A eso no te pareces en nada a tu padre - Murmuró logrando que el más alto deje de caminar.

La mayor soltó un chillido cuando sintió que la agarraban del brazo y la guiaban a un pequeño callejón que había allí lejos de las miradas de la gente del reino.

- Respóndeme ¿Realmente eres tú? - Hablo mirándola de forma sería.

Necesitaba saber la respuesta. Necesitaba saber si realmente era ella o alguien de parte del rey Arturo enviado a confundir y herir a los pecados capitales usándola para hacerlos recordar y debilitarse.

Él sabe perfectamente como la partida de aquella chica hace años hirió a su padre, sabe de ella gracias a las diferentes historias que tanto su padre como los demás le contaron o leyó de los pensamientos.