I - Kia

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Regresaba de trabajar como todos los días, esta vez había salido más tarde de lo habitual, pero no pudo negarse a ayudar a su jefa. Ella era una señora mayor alrededor de sus 87 años, era muy amable, aunque a veces algo testaruda.

Se sorprendió cuando ese día pidió su ayuda para cerrar la cafetería. Al verla agacharse al recoger una caja y quejarse, supo que sus huesos estaban doliéndole más fuerte, no iba a negarse a ayudarla, si dejaba a la pobre anciana capaz y se fracturaba en alguna parte.

Le tomó alrededor de una hora, su salida habitual era 11 pm. Ahora que eran las 12 am debía tener más cuidado que de costumbre...no es como que viviera en un país muy seguro después de todo.

Quiso cortar camino por aquel callejón, aunque sus familiares y conocidos ya le habían advertido que no siguiera tomando ese atajo, lo seguía haciendo.

A pesar del mal presentimiento, se adentró a aquel obscuro y solitario pasaje. No le quedaba de otra, no quería llegar aún más tarde a su casa.

Escuchó pasos detrás de ella, no giró a ver de quién se trataba, solo empezó a caminar aún más rápido, escucho claramente cómo aquellos pasos que la seguían también habían apurado su andar.

No tuvo tiempo siquiera de voltear, algo la había atravesado, su pecho dolía mucho, luego sintió aún más apuñaladas, aunque no tan profundas, antes de que todo empezara a obscurecer una apuñalada más, esta vez en uno de sus ojos... con eso no resistió más, todo se había vuelto negro.




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Tenía un fuerte dolor de cabeza. Cuando abrió los ojos una luz cegadora fue quien la recibió, cuando su vista empezó a acostumbrarse al lugar, se percató de que estaba encima de una especie de mesa.

Se le hacía muy extraño, su vista fallaba, era como si pudiera ver con un solo ojo.... oh vaya... si tenía un solo ojo, había palpado el lugar donde se suponía estaba su ojo izquierdo, pero no había nada.

Después se encargaría de eso, ahora lo que llamó su atención fue ver a una figura demasiado alta. Esta vestía una especie de vestido blanco y a su lado alguien más baja, con una vestimenta casi similar.... espera... ¿Esas eran alas?

Su corazón dio una punzada, giró su mirada y una rubia no tan alta como el primer ser que vio estaba ahí. Era de test pálida, como si de una hoja de papel se tratara, resaltaban aquellos círculos rojos en sus mejillas, y vaya...¿Tenía cuernos? ...

Bien, o estaba soñando.... o .... ¿Había muerto? .... Pero, ¿por qué diablos estaría en medio de los que parecían ser unos ángeles y un demonio?

— ¿Qué me pasó?




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Ahora entendía que aquellos "Ángeles" en sí eran serafines y aquel demonio, en realidad, era la reina del infierno, cosa que también le pareció muy rara... ¿Qué el rey del infierno no era Lucifer? Bien, ella había muerto y ahora su alma estaba en pleno debate si sería enviada al infierno o al cielo.

Some New MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora