Some New Memories

VII.- 𝓐𝓷 𝓪𝓭𝓿𝓪𝓷𝓬𝓮 𝓯𝓸𝓻 𝓫𝓮𝓽𝓽𝓮𝓻...𝓞𝓻 𝓯𝓸𝓻 𝔀𝓸𝓻𝓼𝓮?

Vaggie no había salido de su habitación, y eso la mantenía preocupada. Ya era casi medio día y no había rastro de que su ángel fuera a salir.

¿Se habrá arrepentido del beso? ¿Hice algo mal? ¿Estará enferma?

Miles de preguntas pasaban por su mente y esas 3 eran las que más se repetían. Cuando Kia preguntó por su otra madre, supo que era momento de buscar a Vaggie

Tocó la puerta de su habitación, pero al no recibir respuesta se preocupó, apegó su oído a la puerta, pudo escuchar pequeños quejidos y, por momentos pausados jadeos, se apresuró a entrar.

Vaggie estaba acostada en su cama, acurrucada como si le doliera algo, se acercó a ella llamándola sin recibir respuesta. La giró para verla claramente. Su ángel estaba sudando, sus ojos cerrados y su respiración algo agitada la alarmaron, se puso de cuclillas tomando la mano de su amada.

—Vaggie, cariño, respóndeme por favor...

Ella mantenía los ojos cerrados, pero los gestos de dolor aparecían en su rostro, Apretó ligeramente su mano, no sabía lo que le estaba sucediendo.

—Cha-Charlie... —Habló apenas el ángel, la cola de la reina se movió de un lado a otro, contenta de escucharla.

— Estoy aquí cariño, ¿qué sucede? —preguntó sin soltar su mano, mientras que con la que estaba libre acariciaba la cabeza de su ángel, pasando por la frente de esta para deshacerse de las gotas de sudor que la cubrían.

— Son... Muchos... —Habló entre jadeos, aquello la desconcerto ¿Muchos? ¿Qué eran muchos?

—¿De qué hablas, cariño?

—Los... recuerdos... son muchos, ahg...—soltó un leve quejido de dolor, sus ojos se abrieron un poco más por el asombro al escucharla, ¿estaba recordando?

Se sentía emocionada, pero a la vez culpable al verla sufrir de esa manera, no sabía qué hacer para ayudarla, solo se mantuvo a su lado sosteniendo su mano en un fuerte agarre, demostrando su apoyo, y daba cortos besos en la frente del ángel.

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Cuando las imágenes dejaron de pasar por su mente, se sintió más tranquila. Aquel choque de recuerdos no la había dejado desde la noche, después del primer episodio.

Eran demasiadas imágenes y voces, ni siquiera en un orden preciso, lo cual la hacía marearse. No supo cuándo Charlie había entrado a verla, solo se dio cuenta de ella cuando sintió un apretón en su mano y la voz de la reina fue clara. despejando poco a poco aquellos recuerdos.

No tiene entendido cuanto tiempo había pasado, pero ya podía respirar tranquila, su corazón estaba menos acelerado, y aquel dolor de cabeza se había ido, abrió lentamente los ojos encontrando los de la rubia, estos tenían preocupación lo cual le hizo tomar con su mano libre la mejilla de la reina sonriéndole levemente para que supiera que ahora estaba bien

— ¿Te sientes mejor?

—Estoy mejor, gracias por quedarte a mi lado —respondió sin quitar la mano de la mejilla de Charlie. Esta se inclinó ahora disfrutando la caricia al ver que su preocupación principal había desaparecido.

Aquello le pareció tierno.

—No sabía qué hacer, estabas sufriendo y yo- yo- —al notar cómo se había puesto ansiosa, y escuchar culpa en su voz, decidió intervenir.

—Estoy bien ahora, Charlie, no te preocupes —al verla sonreír y asentir, hizo que algunas de las imágenes que la golpearon en ese remolino de recuerdos vinieran nuevamente, pero estas eran calmadas, se sonrojó ante estos recuerdos.