STARFIRE ⩩ eddie brock ❪ venom ❫

prologue

PRÓLOGO ! las cenizas de brand

el día que la oscuridad la consumió
"¡nunca quise lastimar a nadie!"

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Antes de que todo pasara, Koriand'r buscaba una sola cosa para su reino.

Paz.

Desde su nacimiento, la princesa de Brand había sido educada y preparada para su futuro: gobernar su reino. Su pueblo la amaba y todos sabían que sería una gran reina, pues ella se había encargado de dejarlo muy en claro desde siempre.

Todos la amaban, la adoraban. Era el orgullo de Brand. El futuro de Brand. Una guerrera y princesa que se había ganado su lugar en la Gran Corte y demostró ser digna de su futuro. Se había ganado un apodo. Starfire, así la conocía su pueblo.

¿Y ahora que era? Ah, si. Una criminal. Una traidora.

Koriand'r había pasado de ser el futuro de Brand a ser la perdición de este.

¿Y como pasó eso? Simple, por su ingenuidad e inocencia. Su padre se lo dijo una vez: "Un rey sabio jamás busca la guerra..." y Koriand'r se había quedado grabada solo esa parte. Nunca había hecho nada para perjudicar a nadie y siempre trataba de darle una oportunidad a todos, pues la merecían. Creía fielmente que todos merecían una segunda oportunidad, demostrar que podían redimirse y que en el fondo había pureza en sus corazones.

Pero Koriand'r debió saber que no todos eran como ella.

Y ahora, de rodillas frente al que debía haber sido su trono, con la corona que debió haber tenido sobre la cabeza hacia horas, y todas las miradas de su gente puestas en ella, Koriand'r no podía hacer más que llorar y rogar por perdón.

—Traicionaste a tu pueblo —la imponente voz de su padre resonó en el lugar, enviando un escalofrío hacia todos los presentes que observaban con rencor y odio a la que habría sido su reina—, mataste a gente inocente, abriste las barreras...

Koriand'r negó con desesperación.

—¡No padre, no! —sollozó. En su intento por ponerse de pie recibió un brusco golpe en la parte trasera de las rodillas por el guardia que la detenía, enviándola nuevamente al piso—. ¡No fue mi intención! ¡No fue mi intención, lo juro!

—¡Silencio! —el grito resonó en el lugar, haciéndola sollozar aún más fuerte y dejar de hablar—. ¿Tienes la osadía de negar tus crímenes, aún cuando todos lo vimos?

—¡No fue mi intención! ¡Nunca quise lastimar a nadie!

Desesperada, miró a su alrededor. Su pecho se oprimió y la culpa llenó su ser al observar a toda su gente herida, sucia y lastimada. Todos habían perdido algo, alguien. Habían perdido a su familia en cuestión de tiempo. Ni siquiera habían tenido tiempo de reaccionar cuando todo estaba reducido a polvo y escombros. La miraban con reproche, rencor. Con odio. Miró sus manos sollozando al notar las grandes cadenas que aprisionaban sus muñecas tan fuerte al punto de dejar marcas. Miró a su madre llena de pánico ante la visión de Brand en llamas y el palacio en mal estado con fuego a su alrededor. Notó la mirada llena de decepción de su madre. Y entonces lo entendió.

Ella hizo eso. Ella causó eso. Era su culpa que todos estuvieran lastimados, que su planeta estuviera a punto de caer, que esos niños ahora estuvieran solos sin padres o algún familiar que ahora no se encontraba vivo.

Ella, Koriand'r; princesa de Brand, futura heredera al trono, la guerrera Starfire, ahora no era más eso. Era la traidora que había entregado a su pueblo. La destructora de Brand, a quien todos odiaban.

Y lo merecía.

—Con tu ingenuidad y estupidez, has llevado a este mundo y a vidas inocentes a la destrucción y el caos. A cargar con las consecuencias de tus actos —dijo su padre fríamente.

Bajó la cabeza, dejando que las lágrimas se deslizaran libremente por sus mejillas manchadas de polvo y sangre. Su padre se inclinó, tomando la medalla que colgaba de su cuello y arrancándola con brusquedad.

—¡No eres digna de pisar la sagrada tierra de Brand! —gritó colérico, tomando ahora su tiara—. ¡No eres digna de tu título!

Se quedó quieta, sollozando, sintiendo como poco a poco su corazón se rompía y la culpa la consumía más.

—No eres digna de tu vida —dijo el rey, entre dientes, tirando la tiara a un lado y empuñando su espada. Tuvo la intención de estirarse y tomar aquel objeto de piedras moradas que la había acompañado siempre, pero una patada la alejó de ella—. El castigo por traición es la muerte —cerró los ojos, resignándose a su destino y repitiéndose una y otra vez que lo merecía—. Pero como último acto de compasión... —soltó la espada dejándola caer frente a ella.

—Padre-

—¡Por el poder que poseo, yo Myand'r, rey de Brand... —apuntó la mano hacia ella, y está se iluminó de un intenso verde esmeralda— te destierro!

—¡No por favor! —gritó desesperada—. ¡Nunca quise lastimar a nadie!

—¡Y que tú paz nunca sea encontrada en cada lugar de los Diez Mundos en el que estés!

El rayo verde impactó contra su pecho con tal brusquedad que la envió hacia atrás, al tiempo que se abría un portal del mismo color que poco a poco iba consumiéndola.

Lo último que pudo ver antes de caer en la oscuridad, fue el fuego que aún cubría su pueblo y las miradas decepcionadas de sus padres.

Y nuevamente, lo merecía.

☄️ ▭ ♣️ ✧ ˚. ╱ STARFIRE.
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