Sutileza. [Rodrivan]

VI

3 años atrás.

--- Ivi mira. -- el castaño le mostró en su celular un anuncio.

El pelinegro acostado en su pecho medio adormilado.

--- ¿Qué es? -- pregunto con su voz ronca.

--- Una invitación... -- le susurró y le tocó el cabello, suavemente. --- Podré ir de intercambio a Inglaterra por el proyecto.

El chico levantó su cabeza con una sonrisa en su rostro.

--- ¿En serio? -- el castaño asintió feliz y recibió el beso que él otro le dio. --- Eso es genial Rodri, felicidades.

El chico en su pecho empezó a besarle el pecho, el rostro y sus labios. Él los recibía feliz con una sonrisa en su rostro.

--- Pero hay una cosa... -- le dijo unos minutos después. El chico se detuvo y le miro con atención. --- Tendré que irme por tres o cuatro años más o menos.

Iván se levantó y se acomodó al lado de él.

--- Eso es mucho tiempo. -- le dijo el chico algo triste.

El castaño asintió y bajo la cabeza.

Habían comenzado una relación hace unos meses. Se estaban acostumbrando apenas a tenerse uno al otro de esa manera. Y ahora tendrán que separarse.

El pelinegro suspiro y tomo la mano del bajito a su lado.

--- Todo estará bien Rodri. Estaremos lejos pero no vamos a terminar esto. -- besó su mano. --- La distancia no importara si lo nuestro es verdadero y hay confianza.

El de ojos verdes le observó con las mejillas rositas y lágrimas acumuladas.

--- ¿Podremos seguir juntos? -- Ivan asintió, sonriendo por ver la carita del castaño así. --- Entonces... ¿aceptó?

Ivan lo abrazo, su corazón estaba desbordando de cariño y amor, le hacía tan feliz al fin ser pareja de ese adorable ser. Le gustaba la comodidad que le brindaba cada que pasaban juntos. Por eso, su mente ahora estaba en un dilema.

Había pasado por tanto otra estar de novio con Rodrigo y ahora se arrepentía de no haberse confesado antes. Pero siempre había un momento correcto para todo y si él destino quiso que fuera así... lo aceptaba.

--- Aceptá cariño. -- le beso la mejilla. --- No te irás para siempre. Vendrás acá cada que podas y yo iré a visitarte cada que pueda también. -- le alentó él pelinegro.

La sonrisa en el castaño se hizo grande y abrazo al chico más fuerte. Era tan afortunado de tener a Ivan de novio.

--- Te amo Ivi. -- le dijo suave.

--- Yo te amo más Rodri.

Se tomaron su tiempo esa tarde, besos y toques de por medio. Memorizando esos cuerpos que iban a tener lejos por un tiempo. Confesando su amor en suspiros y gemidos.

Terminaron durmiendo felices y tranquilos.

Sin nada que les atormente esa noche inolvidable...